Blinken aterriza en China Beijing. Editorial del Global Times

Blinken aterriza en China Beijing. Editorial del Global Times

El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, visita China del 24 al 26 de abril. Antes de su partida, el Departamento de Asuntos Norteamericanos y Oceánicos del Ministerio de Asuntos Exteriores dio un avance a los medios de comunicación con más de 3 mil palabras e introdujo la información relevante de esta visita.

China ha expresado su “bienvenida” a la visita de Blinken, y esta actitud no ha cambiado. Al mismo tiempo, China dio una explicación detallada de los cinco objetivos principales en los que se centra esta visita, entre ellos establecer la percepción correcta, fortalecer el diálogo, gestionar eficazmente las diferencias, promover una cooperación mutuamente beneficiosa y asumir conjuntamente las responsabilidades como países principales. China mantiene la flexibilidad en el desarrollo de las relaciones con EEUU, al tiempo que mantiene la seriedad en las cuestiones relativas a los intereses fundamentales de China.

La rueda de prensa de China es oportuna para que el público y la parte de EEUU comprendan correctamente el significado y el papel de esta interacción. China, al tiempo que expresa su bienvenida a la visita de Blinken, expone también sus expectativas y puntos de vista sobre los objetivos que deben alcanzarse con este viaje, al tratarse de un acontecimiento importante para que ambos países pongan en práctica el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado en San Francisco el año pasado. En las 20 horas que duró el vuelo de Washington a Shanghai, ha sido tiempo suficiente para que Blinken y su equipo examinen detenidamente la lista, a fin de establecer un entendimiento correcto y apretar el “primer botón” antes de aterrizar en China.

A juzgar por las tendencias actuales de la opinión pública de EEUU, resulta más evidente lo selectiva que es esta información de la parte china. Justo antes de la visita de Blinken a China, los medios de EEUU siguieron jugando la baza de “ejercer presión para exigir concesiones”.

Por un lado, los medios estadounidenses citaron fuentes anónimas que afirmaban que EEUU está redactando sanciones que podrían dejar a algunos bancos chinos fuera del sistema financiero mundial, supuestamente para aumentar la “influencia diplomática” de cara a la visita de Blinken.

Por otro lado, los informes por países sobre prácticas de Derechos Humanos de 2023, elaborados por el Departamento de Estado de EEUU, siguieron difundiendo mentiras sobre Xinjiang, acusando falsamente a China de participar en el llamado “genocidio étnico” y afirmando que Blinken “plantearía los derechos humanos al más alto nivel y de la forma más clara”.

EEUU intenta difundir ideas y percepciones erróneas sobre China a través de su hegemonía en determinados círculos. Para ser sinceros, este enfoque se ha utilizado en exceso y resulta muy descabellado si se recurre a él repetidamente.

Durante la reunión entre los jefes de Estado de China y EEUU en San Francisco el año pasado, el presidente Xi Jinping propuso los “cinco pilares” para apoyar la “Visión de San Francisco” de las relaciones entre China y EEUU, con el “desarrollo conjunto de una percepción correcta” ocupando la primera posición.

China se centra en cinco objetivos principales para la visita de Blinken, y “establecer una percepción correcta” sigue ocupando el primer lugar. ¿Por qué las relaciones entre China y EEUU siguen experimentando fluctuaciones que preocupan a la comunidad internacional? ¿Por qué la parte estadounidense convierte una visita normal en lo que parece un “ultimátum”? La razón fundamental es que la parte estadounidense aún no ha establecido una percepción correcta de China. Si no se resuelve esta cuestión, es como caminar de noche con los ojos vendados y fácilmente se cometerán errores e incluso se correrá peligro.

Como todo el mundo sabe, el llamado “genocidio étnico” de Xinjiang es una auténtica “mentira del siglo”, ampliamente desmentida en todo el mundo. Incluso bajo el pequeño telón de acero cuidadosamente construido por los medios de comunicación occidentales, las voces de la justicia que denuncian esta mentira son cada vez más fuertes.

Sin embargo, esta “mentira del siglo” aparece repetidamente en el llamado informe anual sobre derechos humanos del Departamento de Estado de EEUU. Aparte de suscitar dudas sobre la calidad del informe, también hace que la gente vea más claramente las verdaderas intenciones de ciertas fuerzas de EEUU de interferir en los asuntos internos de China y suprimir las industrias chinas.

Detrás de este fenómeno extremo se esconde una cuestión más profunda: algunas de las diferencias entre China y EEUU tienen su origen o bien en una incomprensión fundamental por parte de EEUU de la verdadera situación de China, o bien en la presentación deliberada de China como rival de EEUU y la distorsión de las percepciones sobre China con el propósito de contener a China.

En los últimos años, las percepciones erróneas de EEUU sobre China han provocado graves dificultades en las relaciones bilaterales, un punto que China ha recalcado repetidamente a EEUU. Sin embargo, la diplomacia de EEUU tiende a priorizar la discusión de asuntos desde sus propios intereses, adoptando un enfoque denominado “pragmático”. Combinado con un estilo de actuación que sugiere que “EEUU marca la pauta de la percepción”, este enfoque conduce a menudo a argumentos farisaicos y absurdos sobre las percepciones de China, lo que ejerce presión sobre las relaciones bilaterales.

Un viaje de tres días no es una visita corta. Puede abarcar debates extensos y en profundidad sobre una amplia gama de cuestiones. Las relaciones entre China y EEUU deben estabilizarse y mejorar, avanzando por una senda de estabilidad, salud y sostenibilidad. En este sentido, existe un amplio margen de imaginación y cooperación para ambos países.

Al mismo tiempo, China tiene sus propios intereses que mantener, principios que defender y objetivos que cumplir. Esperemos que EEUU mantenga la lucidez y evite cualquier error de apreciación.