En mayo de aguas santas, colores y vigores intensos, ¡siempre aguerridos! Managua. Por Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua

Estamos abriendo semana en plena conmemoración gloriosa de Tomás, de Benjamín, de tantos compañeros que en estos días también conmemoramos, que llegaron de otras tierras a dar su aporte, su imaginación, su inteligencia, y hasta su sangre, por el pueblo glorioso de nuestra Nicaragua.

♣ Benjamín Linder, que fue celebrado el día de ayer y que está siendo celebrado todos estos días.

♣ El compañero Iván Leyvraz, de origen suizo, que trabajaba como arquitecto en la Sexta Región.

♣ El compañero Joël Fieux, de origen francés, que se integró al trabajo de comunicación en la Sexta Región.

♣ El compañero Berndt Koberstein, originario de Alemania, que aportaba en proyectos de agua potable en la zona de Wiwilí.

♣ El compañero Albrecht “Toño” Pflaum, médico de profesión, originario de Alemania, que aportaba a la salud del pueblo, de los campesinos, en el municipio de Pantasma, emboscado por la criminal contrarrevolución en Zompopera.

♣ El compañero Pierre Grosjean, médico de Profesión también, originario de Francia, que ofrendó su vida durante un criminal ataque de la contrarrevolución en el municipio de Rancho Grande.

♣ El compañero Maurice Demierre, agrónomo de profesión, primer suizo que cayó luchando, trabajando, en Nicaragua y con el pueblo nicaragüense, asesinado también en Somotillo por la contrarrevolución…

♣ El compañero Ambrosio Mogorrón Martínez, enfermero de origen vasco, de España, quien dio su vida por Nicaragua en la comunidad Los Cedros, San José de Bocay se llama ahora… Otra emboscada de la criminal contrarrevolución.

♣ El compañero Antonio Soldano Ferrer, Ingeniero Agrónomo, originario de Bolognia, Italia, que apoyaba en la construcción de viviendas y trabajaba con Cooperativas en la zona de Pancasán.

♣ El compañero Jim Card Heinz Frenchmen, de Colonia, Alemania, enfermero anestesista y paramédico graduado, en Matiguás; ahí estuvo luchando por la salud con las familias de esas zonas heroicas de nuestra Nicaragua.

Y hay una cita que puso el compañero Pedro Haslam al recopilarme estos datos; una cita de Monseñor Pedro Casaldáliga. Todos estos son heroicos internacionalistas que dieron su vida a la par del pueblo nicaragüense que daba su vida por la dignidad nacional.

Dice Monseñor Casaldáliga: “Los internacionalistas. Para alguien podrán ser turistas simplemente. Y no sé cómo los verán desde Estados Unidos”. ¿Cómo los verán? “Reagan los llama “terroristas”. ¿Los Estados Unidos oficiales les llamarán “terroristas”? Claro, aterrorizan a Reagan con razón. Porque los internacionalistas de la cultura, de la salud, de la construcción, de la información… los internacionalistas de la solidaridad, simplemente cómo aportan. En aquella capilla de la comarquita de Santa Clara un delegado de la palabra los definió definitivamente, cuando dijo: los internacionalistas internacionalizan el amor”. ¡Qué hermosa cita y es la pura verdad! “Internacionalistas que internacionalizaron e internacionalizan el amor”. El amor que es más fuerte que el odio.

Bueno, aquí estamos celebrando la vida de todos, conmemorándolos, en paz y bienestar, como merecen; con esperanza además, como merecemos vivir en esta Nicaragua bendita.

Conmemoración y compromiso de parte de todos, de seguir avanzando, de seguir luchando, de seguir construyendo y seguir defendiendo la paz, que no es una batalla de un día, que es de siempre.

Esta semana, con los trabajadores también, mujeres, varones, familias, jóvenes, campesinos que laboran de sol a sol en el campo fértil, nuestros campos fértiles, generando los frutos de las sagradas tierras nicaragüenses, para consolidar paz, Patria, justicia, porvenir.

Con cada trabajador de la ciudad estamos, con todos los trabajadores que somos, en todas las formas y modalidades, varones, mujeres, nos ganamos la vida íntegra, honradamente, como pueblo diligente y triunfador, que somos precisamente. Con esas familias que en todo lugar, con tanta esperanza ahora, con esperanza cierta, en oficios y beneficios, labramos horizontes de prosperidad.

¡Cuánto que celebrar! ¡Cuánto que seguir venciendo! ¡Cuánto que amar! ¡Cuánto que agradecer al Dios de todas las victorias! Cuánto que bendecir el alma buena, el corazón esplendoroso, la fraternidad, la hermandad, la solidaridad, la complementariedad, la alegría, que la Revolución sigue generando en esta Nicaragua nuestra, de luz, de vida, de verdad.

En el mes de la dignidad y la soberanía nacional que abrimos el miércoles. En mayo de flores y frutos. En mayo de aguas santas. En mayo de colores y vigores intensos. En mayo de fortalezas y fuerzas. En mayo de Sandino, nuestro General invicto. En mayo de todos los Héroes y todos los Mártires que han redimido, con su sangre santificada, nuestras banderas de gloria y victorias, enterrando para siempre la cobardía, el vendepatrismo, el servilismo, la servidumbre, el lacayismo; a cualquiera que quiera volver a dominar a un pueblo grande, tan grande, que somos todos, admirados incluso por nuestra propia, magnífica, formidable, historia de dignidad, honra, honorabilidad, integridad. Historia de resistencia heroica, noble, victoriosa, frente a invasores, y frente a traidores y cobardes.

Concluimos abril de tantos triunfos de fe, esperanza y solidaridad. Vamos a mayo y ya sabemos, siempre al frente, Siempre Más Allá, siempre unidos, siempre aguerridos defensores de la paz. La paz que es verdadera.

Mañana vamos a estar juntos, honrándonos en el espíritu inmenso de Tomás, en el firmamento de tantas estrellas luminosas, de centellas y estrellas, de todos nuestros Mártires, de todos nuestros compañeros que llegaron de otras tierras a vivir con nosotros los tiempos duros y a construir con nosotros el porvenir. Vamos a estar juntos, todos, en este plano, allá en el más allá, que sigue siendo el más acá, porque aquí nos ilumina, y ellos son soles, un Sol que no declina!

Así estamos, compañeros, mañana, con flores a todos; con flores a tomás, nuestro Comandante legendario, con flores y amores, con vigores intensamente nicaragüenses, patriotas, ¡por gracia de Dios!