Vivamos la historia Managua. Por Moisés Absalón Pastora, Detalles del Momento

Vivamos la historia Managua. Por Moisés Absalón Pastora, Detalles del Momento

Todo país es lo que es por la marca de su historia. No hay forma de construir una nación si no tomamos de sus eventos, a lo largo de su existencia, los más memorables capítulos que fueron el nutriente, la base y el fundamento de su espíritu.

La historia es un almacén inmenso de conocimientos y una biblioteca inagotable desde la cual estudiamos nuestro pasado que incluye por supuesto cada segundo que vamos dejando atrás para engrosar el expediente de nuestro quehacer como humanidad.

Cuando citamos a la historia nos referimos a lo que ha quedado escrito por la mano del hombre o sea a la crónica de los vencedores, de los vencidos, de los éxitos y los fracasos, todo, contado en sus diferentes versiones por la visión política e ideológica de quien decidió narrar un acontecimiento para la posteridad de todos los tiempos.

Modernamente la historia ya no solo se lee por lo que ha quedado escrito, sino que ahora todo es digital, todo es más comprensible, todo es más claro e inmediato porque hoy el internet nos permite explorar la historia con un solo clic porque ahí encontramos de lo que siempre nos hablaron que sucedió, pero también, sobre lo que mucho nos quisieron ocultar por lo que ahora podemos contrastar y sacar una conclusión más diáfana, transparente y objetiva de lo que en realidad nos pudo haber pasado o de lo que nos pasó.

La historia es en realidad un banco de memora es una conexión soldada con el pasado que respalda la información desde la cual deducimos el impacto y profundidad de los hechos que nos marcaron para conducirnos al presente porque ella en sí es una huella que seguimos para repetir errores garrafales o para no cometerlos y ser más ágiles en el andar hacia el éxito.

A propósito de este tema que a mí me resulta apasionante quiero concentrarme en la historia política de Nicaragua partiendo de que ella es un faro encendido que desde lejos advierte a los navegantes aquí estoy, cuidado no te estrelles y eso es un detalle que nunca quisieron ver ni entender los que desde afuera nos agreden y los que desde adentro se confabulan con el enemigo de la patria para destruirla y asesinarla, es decir para arrasarla.

La historia política de nuestra nación, desde que firmamos nuestra independencia, que por casi doscientos años ha sido solo un decir, está escrita con la sangre que generaron muchos conflictos que tuvieron que ver con reyertas partidarias, intromisiones extranjeras, ocupaciones imperiales, golpes de estado, dictaduras, dinastías y en todos esos oscuros capítulos siempre estuvo presente la mano criminal, lo digo así porque no hay otra forma de hacerlo entender, de los Estados Unidos y por supuesto con el concurso y contubernio de los traidores que siempre andan brincando como pulgas sobre el petate.

Hoy por hoy desde que a Estados Unidos se le ocurrió odiar a Nicaragua, más aún desde que el sandinismo fue gobierno gracias a la oportunidad que el nicaragüense le dio para gobernar en paz y por la vía electoral como manda nuestra constitución, continúa, como siempre y como que si nada, tratando de doblegarnos, de hundir las garras de su águila imperial sobre nuestra soberanía porque no ha podido colonizarnos, porque no ha podido poner a nuestro país como una estrella más en su bandera y ese es un objetivo sobre el cual no desiste pero que la sombra de Sandino no le ha permitido.

El imperio no nos perdona que se fue vencido de nuestro país. No olvida jamás que aquí sus tropas élites, con todo y su poderío, no pudieron con el ejército loco de Sandino que nunca dejará de ser un fantasma en la cabeza de cualquier inquilino de la Casa Blanca que independientemente que se llame demócrata o republicano siempre les estará patinando el hecho de que en Nicaragua el Guardabarranco le dobló el pico al Águila y que es un hecho tan marcado que eso no es solo parte de la historia de Nicaragua sino que es un referente de la hidalguía y arrojo de nuestros valientes que destaca en los centros de pensamiento políticos del mundo.

El imperio norteamericano fue derrotado aquí en la memorable y desigual Batalla de San Jacinto de 1856, en un choque campal de poderosas ametralladoras contra piedras y flechas que fueron disparadas desde el corazón nacionalista de nuestros hombres; El imperio norteamericano fue vencido cuando aquí el auto declarado presidente de Nicaragua, el ciudadano estadounidense William Walker, al frente de la ocupación filibustera de los llamados “Inmortales” y después de haber quemado nuestra bella Granada, unió a los ejércitos centroamericanos para expulsarlo de Nicaragua y ser fusilado posteriormente en Trujillo, Honduras; El imperio norteamericano se vuelve a estrellar con nuestra tenacidad nacionalista a partir de la revolución liberal del General José Santos Zelaya que en 1893 rompe el ciclo de los famosos 30 años de dominio conservador donde no pasó absolutamente nada, salvo el servilismo de sus más connotados lame botas con los mercaderes imperiales que entraban y salían como perros por sus casas y por rutas marítimas y lacustres para llevarse de nuestro país lo que quisieron; exiliado Zelaya, que prefirió salir antes que someter al país a un nuevo derramamiento de sangre vino la ocupación e invasión física de los marines desde 1912 hasta 1933 y en ese trecho de tiempo es que aparecen dos grandes inmortales, el General Benjamín Zeledón, la semilla e inspiración y el General Augusto C. Sandino el fruto de nuestra esencia nacionalista y ambos, en diferentes capítulos, pero con el mismo ideal, se constituyen en las armas, en el liderazgo y el fundamento de la más grande humillación que el enemigo de la humanidad haya sufrido en Nicaragua.

Por supuesto que después del asesinato del General Augusto C. Sandino, fraguado por el imperio y ejecutado por la servidumbre nacional que tenía nos dejó en su representación a la G.N como la guardia pretoriana de una dinastía que asesinó a más de 50 mil patriotas que de una u otra forma tuvieron que ver con la semilla germinada, que surgió a través del eslabón que representó Santos López entre el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional y el naciente Frente Sandinista de Liberación Nacional que no sabe lo que es ser vencido.

Contemporáneamente hablando Nicaragua no ha dejado de ser agredida por los Estados Unidos, ya eso no es ninguna novedad. Hoy por hoy hay perros rabiosos, llenos de baba, que desde el Congreso imperial, amenazan con más agresiones, algunos son viejos fascistas y otras son también viejas fascistas, como la María Elvira Salazar, que ladra contra Nicaragua más por sentimientos que por realidades porque aquí uno de los traidores a la patria que fue procesado, condenado y deportado fue su ex y entonces reacciona furibunda queriéndonos morder cómo si para nosotros eso nos fuera ajeno, cómo si ya antes este país, el nuestro, no el de ella, no venga de vuelta de luchar y de saber luchar y cómo luchar contra ese maldito imperio al que hemos derrotado en todos los campos, porque debo recortar que políticamente el sandinismo existe, está vivo, enraizado en nuestra nacionalidad; que militarmente aquí sus diferentes modalidades interventoras e invasivas fracasaron; que jurídicamente les vencimos en la Corte Internacional de Justicia de la HAYA y que por una Chamorro que no ejecutó la sentencia, por el contrario se las perdonó sin consultarnos, es que no nos pagaron los 17 mil millones de dólares que nos causaron en pérdidas económicas cuando nos empujaron a la guerra fratricida entre hermanos nicaragüenses y que ahora son muchísimo más y si de derrotas morales se trata somos mucho mejores seres humanos que ellos porque aquí nos llenamos con el deseo de paz, con el espíritu constructivo que nos caracteriza y con una solidaridad tejida con una visión social aprueba de todo porque a pesar de nuestras limitantes, propias del empobrecimiento que nos causaron los desaparecidos gobiernos corruptos de antes del 2007, es que no hemos logrado más, de lo más que hemos dado a Nicaragua en toda su historia.

Las agresiones contra Nicaragua y los nicaragüenses dirigidas por Estados Unidos están ahí nadie las ignora y por eso nos defendemos fortaleciéndonos desde adentro con escudos legítimos para que aquel cobarde y fallido golpe de estado de 2018, concebido, fraguado, financiado y dirigido por la Casa Blanca y ejecutado por traidores no se repita y eso lo estamos logrando desde una voluntad de paz que respiramos los que vivimos aquí y que constata todo aquel que viniendo del extranjero llega prejuiciado y se va con una imagen de Nicaragua que descarrila cualquier mentira que de nosotros predica el odio desde lejos contra nuestra realidad.

Ahora mismo se oyen muchas cosas. Hay un ambiente mediáticamente explotado para hacernos creer que los poderosos, al servicio del Tío Sam, están dirigiendo sus ojivas nucleares contra nosotros y entonces el inframundo oposicionista que ha pedido tal nivel de agresión, vistiéndose falsamente como “demócratas y santas palomas” celebran en grande algo por lo cual algunos de sus cabecillas, los que no supieron lo que era la amnistía, los que no entendieron aquello de la no repetición, fueron indagados, procesados, encarcelados no por políticos, jamás lo fueron ni lo serán, sino por lavado de dinero, traición a la patria, terroristas, torturadores, asesinos y destructores de la economía y aquel que como ellos pretenda repetirlo y no entender lo que le pasó a aquellos pues que lo intente y asuma los riesgos de no atender lo de la no repetición porque entonces las puertas de la Modelo Resort esperan.

Aquí no se rinde nadie porque nos sustenta un ideal contra el cual no hay misil que valga y porque siempre hemos demostrado ser un pueblo renacido de cualquier evento, de cualquier batalla, de cualquier agresión originada del imperio o de sus lacayos que es lo mismo.