Asesinan a obispo defensor de los migrantes en EEUU Los Ángeles. Agencias

Las autoridades californiana investigan la muerte en circunstancias sospechosas de un obispo católico que fue hallado baleado la tarde del sábado en una vivienda en Hacienda Heights, una población situada a unos 30 kilómetros al este del centro de la ciudad de Los Ángeles.

El cuerpo de David G. O’Connell, de 69 años y obispo auxiliar de Los Ángeles, fue encontrado con un disparo en la parte superior del torso en una habitación de una casa en la comunidad de Hacienda Heights, cerca de la una de la tarde, según explicó Michael Modica, teniente del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles.

Por el momento no se ha proporcionado información sobre el sospechoso o el motivo del crimen.
Durante 14 años, O’Connell fue párroco de San Francisca J. Cabrini, en el sur de Los Ángeles, y se convirtió en párroco de la cercana Ascension, donde fue el líder espiritual de unas 8000 familias y dos escuelas con cerca de 500 alumnos.

“Ambos vecindarios son muy pobres y están inundados por los problemas, al igual que los deberes de su sacerdote”, informó el Times. “O’Connell pasa mucho tiempo alentando a sus feligreses a hablar por sí mismos, para luchar por nuevas áreas de juego más seguras, para exigir que los políticos cumplan sus promesas”, añadió.

O’Connell también destacó tras los disturbios de 1992, tras la absolución de los policías que golpearon salvajemente a Rodney King. El obispo fue fundamental para tratar de reconstruir la confianza entre los oficiales y las comunidades del sur de Los Ángeles. Fue solo uno de los motivos por los que los fieles le recordarán como “el pacificador”.

“Era un pacificador con un corazón para el pobre y el inmigrante, y tenía una pasión por crear una comunidad en la cual la santidad de cada vida humana fuese honrada y protegida”, dijo en un comunicado el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gomez, quien se refirió al difunto como un “pacificador” entregado a los pobres y los migrantes.

Una decena de personas lo honraron con velas la noche del sábado, cerca de la intersección de las avenidas Janlu y Los Robles, y rezaron el rosario junto a la cinta policial, según Los Angeles Times.

Una vecina, Glendy Pérez, dijo que conocía a O’Connell de protestas contra el aborto y lo describió como un hombre “de voz suave y cariñoso”. Otro, identificado como Jonny Flores, afirmó que siempre se mostraba disponible para los feligreses: “Se tomaba su tiempo. Era muy humilde. Nunca estaba demasiado ocupado”.

O’Connell nació en County Cork, Irlanda, en 1953, y fue nombrado obispo auxiliar de la archidiócesis de Los Ángeles por el papa Francisco en 2015. Sirvió como cura en ese condado por 45 años. Presidía el Grupo Operativo de Inmigración Interdiocesano del Sur de California, y el Subcomité Para la Campaña de Desarrollo Humano para la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU.

Estudió en All Hallows College en Dublín y fue ordenado para servir en la arquidiócesis en 1979. Tras su ordenación, se desempeñó como párroco en varias parroquias como St. Frances X. Cabrini, Ascension, St. Eugene y St. Michael, todas en Los Ángeles.

Fue presidente del Grupo de trabajo interdiocesano de inmigración del sur de California, ayudando a coordinar la respuesta de la iglesia a los niños y familias inmigrantes de América Central en los últimos años. Su intermediación también fue clave para favorecer la inscripción de varios jóvenes inmigrantes en escuelas católicas, varios de los cuales ya cursan sus estudios universitarios.