Huracán Beryl hace historia Miami. Fox Weather / agencias
Beryl se formó más al Este que cualquier otro huracán de junio desde que comenzaron los registros a mediados del siglo XIX. El récord anterior lo ostentaba el huracán Dos, que se formó en 1933 frente a la costa septentrional de Sudamérica.
La fecha media para la formación del primer huracán en la cuenca atlántica es el 11 de agosto, por lo que la temporada se está adelantando al calendario típico. Las temperaturas del agua en algunas zonas del Atlántico central se asemejan a los valores típicos de agosto y septiembre y, debido a su pequeño tamaño, el huracán ha podido evitar el polvo sahariano y los vientos hostiles de niveles superiores.
La noche de este viernes alrededor de las 21 horas Beryl se convirtió en tormenta tropical en el Atlántico. Se espera que Beryl alcance la categoría de huracán el sábado por la noche o el domingo por la mañana, con vientos sostenidos que podrían superar los 120 kilómetros por hora, el umbral para la categoría 1 en la escala Saffir-Simpson.
Los servicios meteorológicos de Estados Unidos, México y todos los países centroamericanos y caribeños están monitoreando de cerca el avance de este sistema que podría traer graves consecuencias para las islas del Caribe, incluyendo Cuba.
Los meteorólogos advierten que las condiciones atmosféricas y oceánicas son “anormalmente favorables” para el fortalecimiento de Beryl, lo que podría convertirla en un huracán mayor, con vientos superiores a los 180 kilómetros por hora, antes de llegar a las Islas de al sureste del Mar Caribe.
Si Beryl se fortalece rápidamente hasta convertirse en un huracán mayor, también sería la tormenta mayor que se ha formado más al Este tan pronto en una temporada. Normalmente, la cuenca no ve su primer gran huracán hasta alrededor del 1 de septiembre.
El impacto de los grandes huracanes es poco frecuente en el sureste del Caribe, con los huracanes Dennis y Emily estableciendo récords en 2005 por sus intensidades máximas. El nombre “Beryl” se utiliza en las listas rotatorias de la Organización Meteorológica Mundial desde 1979.
Los vientos huracanados, que se consideran con fuerza de tormenta tropical o de huracán, sólo se extienden hacia el exterior hasta 45 millas del centro.
Las últimas previsiones del Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés) muestran vientos de más de 120 mph en el Caribe oriental, lo que convertiría al huracán en categoría 3. En su trayectoria prevista, sólo las islas de Barlovento se verán afectadas por rachas de viento destructivas en las próximas 72 horas, ya que el sistema se desplaza hacia el oeste o el oeste-noroeste.
Según los meteorólogos, el miércoles por la tarde el huracán debería estar cerca de Jamaica, pero podría debilitarse. Al final de la semana, el huracán podría estar cerca de la península de Yucatán o de América Central.
“Después de que Beryl se adentre en el Caribe, el pronóstico se vuelve más confuso. ¿Podría llegar al Golfo de México? Sí”, dijo el especialista en huracanes de FOX Weather Bryan Norcross, “aunque no vale la pena pensarlo. Hay demasiadas variables en juego”.
El NHC ha precisado su previsión de marejada ciclónica y ahora pronostica una marejada “potencialmente mortal” que elevará el nivel de las aguas entre 1,5 y 1,7 metros por encima del nivel normal de las mareas en las zonas de flujo costero.
Además de los vientos huracanados, las lluvias torrenciales empaparán las islas caribeñas. Las previsiones actuales predicen que Beryl llevará de 3 a 6 pulgadas de lluvia en Barbados y las islas orientales, produciendo inundaciones localizadas.
Los meteorólogos advierten que las condiciones atmosféricas y oceánicas son “anormalmente favorables” para el fortalecimiento de Beryl, lo que podría convertirla en un huracán mayor, con vientos superiores a los 180 kilómetros por hora, antes de llegar a las Islas de al sureste del Mar Caribe.
A medida que Beryl se mueve hacia el oeste, existe una alta probabilidad de que impacte significativamente las islas del Caribe central y occidental. En particular, Cuba podría experimentar condiciones climáticas adversas hacia mediados de la próxima semana.
