Celebrar la vida de los Héroes con el compromiso irrenunciable de Patria Libre Managua. Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua

Cincuenta años de los Héroes de Nandaime. Cincuenta años y tanto, tanto que nos han legado. El deber de cantar y el deber de vivir con la responsabilidad de cuidar nuestro país, de velar por el amor que se extienda y que se extiende desterrando el odio de nuestra Nicaragua bendita.

¡Cuánto amor, cuando hacemos o queremos hacer (tarea casi imposible) la suma de tantos Héroes, de tantos Mártires! Nos resulta de verdad imposible porque el heroísmo en esta Patria bendita, es cotidiano y es de verdad el ejemplo y la fuerza de vida que tenemos en nuestra Nicaragua. Somos un pueblo heroico. Héroes y Mártires que han dado todo por amor al pueblo nicaragüenses. Héroes de todo tiempo, héroes de cada día también porque cada día aprendemos a ver el heroísmo en su modelo del día que vivimos. Heroísmo que traemos de lejos, de siempre. Heroísmo que se forja en la batalla de cada día en el fragor del combate, el combate para defender la paz, para defender la vida, para ser de vida y esperanza.

Audio de la Vicepresidenta Rosario Murillo:

¡Cuanto debemos a tantos compañeros heroicos! Cuando conversamos con los alcaldes y los secretarios políticos y celebran y nos dicen que vamos a celebrar a los Héroes de tal batalla y nos cuentan que 50 y pico de compañeros, heroicos, martirizados. O 40 y pico, decenas de decenas. Héroes, porque la masacre, el genocidio no nos impide ver su heroísmo, todo lo contrario. Abonando esa sangre santa todo este territorio milagroso de nuestra Nicaragua.

Sino, ¿cómo explicar que hayamos luchado para vivir y luchado para vencer en todo tiempo? ¿Cómo explicar que hayamos venido ganando en todo tiempo? La explicación está en la fuerza de espíritu y en la inspiración. Nos inspiramos unos a otros, unos y otros y aprendemos todos los día a valorar más y más ese legado, ese patrimonio –patrimonio heroico, le digo yo– a valorar cada día y a sentir que esa fuerza de espíritu que tiene nuestro patrimonio heroico en cada uno de los compañeros que dieron su vida por nuestra Nicaragua, nos llega cada día creciendo y haciéndonos crecer una cultura de patriotismo, de soberanía, de defensa de todo lo bueno que tenemos, de defensa de nuestra identidad bravía, de defensa de nuestros brillantes principios y valores, de defensa de nuestra valentía. Porque si algo tenemos es que nos somos cobardes, no nos rendimos ni nos vendemos. Al contrario, luchamos para vencer y esa sangre que se derramó, que ha florecido en victorias, en todo el territorio sagrado de nuestra Nicaragua, esa sangre nos enseña, nos inspira, nos moviliza y nos hace crecer formidablemente en espíritu y en fuerza de triunfo, de más victorias.

(Lee el mensaje de Gisell Morales Echaverry, hija de Ricardo Morales Avilés. Puede leerlo en este enlace: «No hay tiempo para tristeza: es la hora de seguir ganando»).

Hemos conmemorado y estamos conmemorando el legado de los héroes, con dianas, altares, serenatas, caminatas, desfiles, flores, música, danza, con la alegría de un pueblo que ha conquistado para siempre, el derecho a la dignidad, al decoro, al bienestar, a la esperanza.

El amanecer ya no es una tentación, pero todos los días amanecemos con el deber de custodiar firmemente la paz, con el deber de cantar, con el deber de vivir, con el deber de ser esperanza, con el deber de hacer Patria para que la paz siga fortaleciendo los caminos de porvenir brillante que merecemos.

Ya lo dijo el otro día el que torturó a Ricardo: “no pudieron arrancarles más palabras que las mismas. Soy y seré militante de la causa sandinista”. ¡Cuántos nos enseñan estas palabras! Somos y seremos orgullosos militantes de la causa sandinista todos los días para celebrar su vida en compromiso indeclinable e irrenunciable de Patria Libre para seguir venciendo.

(*) Extracto de su intervención al mediodía del lunes 18 de septiembre, a través del Canal 4 de Televisión.