Enorme controversia por nombramiento de nuevo titular de Copeco en Honduras Tegucigalpa, Honduras. Agencias

Siete nuevos funcionarios fueron juramentados anoche por parte del Gobierno hondureño, entre ellos Max Alejandro Gonzales Bonilla, quien en el mundo artístico es conocido como “Killa”, y que de ahora en adelante será la máxima autoridad dentro de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).

El nombre de Max Gonzales generó polémica entre los internautas después de hacerse público el nombramiento, ya que muchos coinciden que “no tiene experiencia” y que dicha dependencia tiene una inmensa responsabilidad en medio de la emergencia sanitaria que sufre el país por COVID-19.

Max Gonzales se retiró del mundo de la música en Honduras, sin embargo, es recordado por una parte de la población como cantante de rap, reggaeton, presentador de televisión y candidato a diputado.

Usuarios en redes sociales manifestaron su descontento con el reciente nombramiento de Max Gonzales, unos por el simple hecho de haber sido reguetonero, lo que califican como “un circo” y otros porque alegan desconocer su hoja de vida académica.

Gonzales solo en este 2020 ha desempeñado los siguientes puestos: subdirector del programa del adulto mayor y director de parques de “Vida Mejor”. El cargo que ahora asumirá es el de la titularidad de Copeco, una entidad de gobierno que ha sido bastante cuestionada durante la pandemia por supuestas irregularidades en el uso de sus fondos.

Escándalos en Copeco

El primer aviso del presunto mal manejo de fondos se dio a mediados de abril de este año cuando se hizo pública la compra de televisores, mesas de comedor, percoladoras, dispensadores de agua, camas, sillas y mesas plegables a precios más altos de los comercializados en el mercado.

La compra desató un amplio debate tras publicarse las facturas originales en el portal de transparencia de la Secretaría de Finanzas con valores diferentes a los contrastados por la población y organizaciones de la sociedad civil.

El entonces titular de Copeco, Gabriel Rubí Paredes, justificó que la adquisición del mobiliario estaba destinado para las unidades de aislamiento adonde se daría tratamiento a los pacientes infectados.

En un posterior comunicado, Copeco ofreció un detalle de la adquisición de gel, respiradores y ventiladores mecánicos, además, de 12 dispensadores de agua, 10 televisores de 32 pulgadas, seis mesas de comedor, dos escritorios de madera, 50 sillas y 37 mesas de noche; pero el informe no aplacó el malestar popular.

Ante los reiterados cuestionamientos, Casa Presidencial ordenó el 14 de abril la suspensión del director financiero de Copeco, Cristian Elías Santelli, y el restante personal que estuvieron involucrados en el envío de la información a la Secretaría de Finanzas.

Ocho días después, el 21 de abril, el Tribunal Superiores de Cuentas (TSC) presentó un contundente informe de auditoría que reveló inconsistencias en la emisión de al menos 17 cheques por un valor de 16 millones de lempiras en compras realizadas por Copeco.

Horas después de presentado este informe, el Poder Ejecutivo publicó un comunicado en el que anunciaba la salida de Rubí como titular de Sinager y Copeco y en su lugar designó al general Carlos Cordero.

El Ministerio Público abrió una investigación por este caso y una unidad de aislamiento en el municipio de Villanueva a la empresa estadounidense DLX Enterprises por 5.5 millones de lempiras. Una investigación de LA PRENSA reveló que esta compra estuvo plagada de múltiples irregularidades, entre estas, que no hubo un estudio técnico y científico previo, tampoco registro de cotizaciones con otras empresas y hubo un incumplimiento de normas legales que avalaran la adquisición. Al momento de la negociación, el 2 de marzo, Copeco no estaba autorizada para hacer la compra de forma directa, ya que no se había emitido el decreto 33-2020.

LA PRENSA dio a conocer en agosto pasado el derroche y el despilfarrro de los fondos destinados a atender la pandemia por parte de los responsables de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco). En menos de seis días, las autoridades de ese organismo erogaron cerca de 2.4 millones de lempiras en la compra de miles de raciones de alimentos que no tenían sustento documental.

Además de la adquisición sobrevalorada de mascarillas que provocaron un perjuicio de 29.2 millones de lempiras al Estado y la compra de 310 ventiladores mecánicos que estaban en desuso en los hospitales, Copeco se excedió en la adquisición de otros implementos médicos y servicios.

Según documentos en poder de LA PRENSA, la mayoría de estas compras fueron autorizadas por el entonces titular de Copeco, Gabriel Rubí, quien dimitió el 21 de abril acosado por una serie de señalamientos por compras irregulares. Mediante solicitudes de acceso a la información pública, la Unidad de Datos e Investigación de Diario LA PRENSA accedió a la información documental, principalmente facturas hechas a mano, de las compras efectuadas por esta institución entre el 15 de abril hasta el 20 de mayo del presente año.

Parte de esa información consignaba que entre el 25 de abril y el 4 de mayo, Copeco compró bajo la figura de “suministro de alimentación”, miles de desayunos, almuerzos y cenas supuestamente para atender al personal designado en la Unidad Médica de Emergencia UME y los centros de triaje de la Villa Olímpica, entre otros.

Para tal efecto se emitieron las facturas 3114, 3120, 3121, 3122, 3126, 3127, 3128 y 3129 a favor de Coffee Snacks Rincón de Dios, Alimentos y Servicios Ktrachos y Golosinas Yesenia por un total de 2,378,272 lempiras. Cabe indicar que las facturas no consignanban la documentación de respaldo que corroborase la compra y la entrega de estos alimentos.

Por ejemplo, solamente en la factura número 3122 con fecha 1 de mayo de 2020 se detallabha la compra de más de 14,200 desayunos, almuerzos y cenas por un valor de 1,040,995 lempiras a favor de Golosinas Yesenia, negocio que no existe en el registro de proveedores del Estado ni cuenta con registro mercantil.

Ese mismo día, según se consigna en las facturas 3121 y 3126 se compró otra cantidad similar de desayunos, almuerzos y cenas por L523,097 a Alimentos y Servicios Ktrachos y a Coffee Snacks Rincón de Dios. El resto de las compras se hicieron el 25 y 30 de abril y los días 2, 3 y 4 de mayo del año en curso; es decir, que en seis días, Copeco compró miles de raciones de comida para alimentar a dos batallones.