Nuevas protestas contra presidente Alejandro Giammattei  en Guatemala Ciudad Guatemala. Prensa Latina

Como en las jornadas de 2015, los guatemaltecos volvieron multitudinariamente a la capitalina Plaza de la Constitución para pedir la salida del presidente Alejandro Giammattei, envuelto en su primera crisis gubernamental ytambién en su tozudez.

Lo que colmó la paciencia ciudadana, el sábado 21 de noviembre, fue la forma en que el Congreso aprobó el Presupuesto 2021: en una votación de madrugada, con carácter de urgencia nacional y un dictamen exprés, cuando había tiempo hasta el 31 para su debate.

Organizaciones sociales, estudiantiles, colectivos urbanos, centros de estudios académicos, autoridades religiosas y hasta el vicepresidente Guillermo Castillo pidieron a Giammattei vetar de inmediato el Decreto que dio vida a un plan de gastos por 12,8 millones de dólares y recortes en educación, salud y la lucha contra la desnutrición.

Por el contrario, el mandatario dejó claro que no atendería el reclamo del pueblo y defendió destinar recursos millonarios para obras de infraestructura en concesiones al sector privado y apostar a préstamos externos, además de los concedidos este año a modo de ampliación presupuestaria para enfrentar el impacto de la Covid-19.

La intransigencia del gobernante provocó la ruptura pública con su binomio presidencial, quien llegó a pro- poner la renuncia de ambos a sus cargos, lo cual dejó al descubierto la incomunicación existente en ese y otros temas. ‘Veto al Presupuesto’ y ‘Nos vemos en la Plaza’ surgieron entonces desde las redes sociales para convocar las protestas, no solo en la capital, sino también en el interior del país, aunque ganaron espacio otras expresiones que rebasan la indignación del momento como ‘El pueblo presente, no tiene presidente’, ‘Renuncia Giammattei’, ‘Saqueadores, fuera’ y ‘Es hora que nos escuchen’.

Familias enteras se sumaron a las manifestaciones, en su mayoría pacíficas, a no ser por la quema de instalaciones del Congreso, un episodio en investigación debido a interrogantes sobre sus verdaderos autores, y que dio pie a una represión policial excesiva y al uso de bombas lacrimógenas, incluso en el área de mayor concentración, la Plaza.

La condena a la violencia contra el edificio legislativo, pero nunca contra la población, llevó a Giammattei a calificar los hechos como ‘golpe de Estado’ y, de nuevo en la madrugada, la Junta Directiva del Congreso resolvió de manera unilateral suspender el trámite del Presupuesto y su sanción por el Ejecutivo, que finalmente abrió una mesa técnica para readecuar el plan vigente y pasar página.

En un contexto cambiante, una pregunta aflora: ¿podrá sortear la crisis o seguirá creciendo la chispa de un descontento social acumulado en uno de los países con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza e índices vergonzosos de desnutrición crónica infantil?, aspecto este que el propio gobernante juró eliminar al asumir el poder, el 14 de enero de este año.