Panamá celebra Día del Estudiante con aulas vacías Ciudad Panamá. Prensa Latina

Desde sus casas en modo virtual, los estudiantes panameños celebran este martes  su día en medio de las restricciones impuestas para contrarrestar el avance de la Covid-19 en el país.

A diferencia de años anteriores, las escuelas permanecen cerradas desde finales de marzo, las aulas vacías y los alumnos confinados en sus hogares, por lo que no habrá niños, adolescentes y jóvenes impartiendo clases en sustitución de sus profesores, ni docentes vestidos de estudiantes como marca la tradición.

Y es que la pandemia llegó de manera inesperada, sorprendió a todos y trastocó el año escolar 2020, que contra viento y marea intenta continuar el rumbo a distancia, gracias al esfuerzo de alumnos, padres y maestros, quienes a diario ponen a prueba la creatividad y voluntad para que nadie quede rezagado.

Sin embargo, la actual crisis sanitaria mostró lo que desde hace tiempo expertos reflejan en los estudios: la vulnerabilidad y desigualdad en el sistema educativo panameño, donde según el Ministerio de Educación casi el 30 por ciento de la población estudiantil total carece de conexión a internet en sus casas para recibir las clases a distancia.

En el sexto país del mundo con peor distribución de la riqueza, más de medio millón de estudiantes de la enseñanza pública primaria y media no cuentan con equipos de cómputo en sus hogares y en muchos casos se turnan el único móvil existente, según estudios del Centro de Investigación Educativa.

Por su parte, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos confirmó que la cobertura de telecomunicaciones excluye a 1,3 millones de panameños que viven dispersos en 368 comunidades, principalmente en áreas de difícil acceso, con énfasis en comarcas indígenas, lo que también entorpece el proceso educativo remoto.

Las diferencias son marcadas entre las escuelas oficiales y privadas porque el 85 por ciento de los estudiantes del país está en el sistema público, pero el 70 por ciento de ellos no cuenta con una computadora en casa, mientras esa ausencia está solo en el 30 por ciento de los educandos del sector particular.

Ante este escenario, la falta de una estrategia oficial sincronizada desde el cierre de las aulas acentuó las diferencias en concordancia con la brecha digital, la cual propicia a un minoritario segmento del estudiantado recibir asiduamente clases en línea, por lo que las autoridades implementaron otras opciones.

Entre ellas sobresalen las plataformas educativas como Ester, las guías docentes y clases por radio y televisión, gracias al apoyo de ocho televisoras, 13 emisoras, 10 Organizaciones No Gubernamentales y más de nueve universidades, que refuerzan de manera gratuita la preparación de cerca de 16 mil estudiantes a puntos de graduarse de la enseñanza media en ciencia, humanidades y comercio.

Al menos tres mil alumnos de centros privados emigraron a los públicos a dos meses de concluir el actual año lectivo, debido al impacto que genera la falta de empleos y la reducción en los ingresos familiares.

Sobre el tema, Katya Echeverría, representante de los Colegios Particulares de Panamá, aseguró que el Estado como garante de la educación debió crear una alternativa de ayuda colaborativa con los padres de familia y las escuelas para aliviar la carga económica y evitar el movimiento de los estudiantes.

Precisó que hay muchas instalaciones docentes particulares que ven desesperadamente la posibilidad de mantenerse abiertas, con padres que no pagan las mensualidades o por el contrario solo el 10 por ciento puede asumir ese desembolso.

Estadísticas oficiales indican que entre 2018 y 2019 abandonaron las aulas 26 mil 507 alumnos, pero la cifra podría crecer en el año lectivo en curso, pues fuentes del Ministerio de Educación informaron que la tercera parte de los estudiantes no recibe actualmente clases a distancia y no sabe el destino de otros 57 mil.

Por lo pronto, educadores como el director de la Escuela Franco Panameña, Joel Mercier, felicitaron por diversas vías a sus discípulos en el Día del Estudiante, porque ‘todos nos sentimos muy orgullosos de haber podido contar con su perseverancia y tenacidad y, en varios casos, su fuerza de voluntad ante las adversidades’.