Pobreza podría alcanzar hasta al 70% de población en 2020 en Honduras Tegucigalpa. Agencias

El país centroamericano vive una profunda contracción de su economía, y a pesar de las medidas tomadas por el Gobierno los efectos parecen insuficientes. A estos se suma que varias de las decisiones recientes son cuestionadas por amplios sectores de la población. Sputnik dialogó con el economista Ismael Zepeda Galo.

Más que modificar la realidad, para el economista Ismael Zepeda Galo, la pandemia del coronavirus la reveló tanto en el mundo como en particular en su país. Este año en Honduras la economía se contraerá en el rango de 6,1% —según prevé la Comisión Económica para América Latina y el Caribe—, y 8% —proyectado por el Banco Central—.

“Para Honduras fue devastador. Porque no solo ha desnudado el subempleo en el que se encontraban la mayoría de las personas —llegando casi al 60% de la población económicamente activa— sino también un sistema productivo muy poco dinámico y que ha concentrado el poder en rubros como el financiero de telecomunicaciones y la energía”, dijo Zepeda a Sputnik.

Según el integrante del Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de la nación centroamericana, tales efectos pegaron fuerte en las condiciones de vida de la ciudadanía y en especial en la tasa de pobreza. De tal forma, las estimaciones arrojan que la población bajo la línea de pobreza pasaría de 60% a 70% este año.

“Todo esto viene con efectos sociales inmediatos como la violencia, la indigencia, o las caravanas migrantes”, puntualizó el experto, para quien las medidas gubernamentales han sido insuficientes.

“Ha habido algunos programas de asistencia, como por ejemplo con alimentos a las familias más desfavorecidas, a los que han quedado sin un ingreso o los que siempre están en los programas sociales del Estado. Se intentó dar ciertas moratorias del pago de impuestos. (…) Se aprobaron algunos préstamos para hacerle frente al gasto público por la caída de ingresos tributarios [de 25%] pero esto ante un país con las condiciones que he mencionado es prácticamente insuficiente”, agregó.

A este escenario se añaden las sospechas de corrupción en las políticas de prevención y mitigación de la pandemia. Tal es el caso de la compra —en el mes de abril— de siete hospitales móviles por 47 millones de dólares que no se inauguraron o las irregularidades en las transferencias de bonos de alimentos.