Rinden homenaje al Che Guevara en Panamá Ciudad de Panamá. Prensa Latina

Rinden homenaje al Che Guevara en Panamá Ciudad de Panamá. Prensa Latina

Las organizaciones sociales de Panamá realizaron este viernes una jornada de homenaje al desaparecido guerrillero argentino-cubano Ernesto ‘Che’ Guevara, en el aniversario 53 de su asesinato en Bolivia.

Las conmemoraciones que concluirán mañana fueron convocadas por el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales de Panamá (Frenadeso) e incluyeron un encuentro virtual donde varios oradores recordaron al héroe, mientras estudiantes de la Universidad de Panamá crearon un mural en su memoria en la Escuela de Economía.

Los miembros de la Misión Estatal de Cuba en esta nación también realizaron un sui generis inicio de la habitual Jornada Camilo-Che que en la Isla se realiza cada año entre el 8 y 28 de octubre, cuando los cubanos conmemoran las desapariciones físicas de los comandantes Che Guevara y Camilo Cienfuegos.

El pequeño Fidel Alejandro Fernández soñó con la iniciación como pionero moncadista cubano, pero una misión de sus padres lo alejó de la escuela donde recibiría la pañoleta azul en la Cuba natal y sorpresivamente ocurrió en Panamá.

Justo en la fecha histórica, cuando en la Isla realizan estas ceremonias, surgió la idea de simbólicamente convertir en acontecimiento colectivo de adultos lo que debió hacerse en un aula de la distante Patria, pero sucedió en un pedazo de territorio nacional que es la Embajada de Cuba.

Su hermana Celia, tocada con su pañoleta roja, fue la encargada de anudar al cuello el atributo y posteriormente el pequeñín, con voz firme, hizo su juramento y levantó la mano en señal de un compromiso hecho a tan breve edad, pero con la carga de la sinceridad forjada desde temprano en casa.

La abuela Roxana y sus padres Mabel y Fidel son el soporte principal de una educación hogareña, compartida antes con la escuela, pero que se hizo exclusiva en el largo encierro obligado por el ‘virus maldito’, ese que tiene al mundo patas arriba.

Alguno de los presentes enjugó una lágrima, quizás al recordar a hijos y nietos en iguales circunstancias y, ¿por qué no? tal vez la memoria viajó al pasado cuando él mismo fue protagonista de un acto, cuyo recuerdo lo marcó para toda la vida.