Cumbre árabe islámica demanda juzgar a criminales de Israel Riad, Arabia Saudita. Agencias
La Cumbre Conjunta Árabe Islámica Extraordinaria, celebrada en Riad este sábado, ha hecho un llamamiento para romper el asedio a la Franja de Gaza y apoyar las medidas de Egipto para hacer frente a la agresión israelí en Gaza.
La cumbre, que fue inaugurada por el príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman al Saúd, contó con la participación de los jefes de Estado o de Gobierno de los 51 estados miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y la Liga de Estados Árabes, conformada por 22 países.
La cumbre ha pedido un embargo de armas contra Israel tras concluir tres días de conversaciones sobre su respuesta y acción colectivas ante los acontecimientos de Gaza. “Exigimos a todos los países que dejen de exportar armas y municiones a las autoridades de ocupación que son utilizadas por su ejército y los colonos terroristas que matan al pueblo palestino y destruyen sus hogares, hospitales, escuelas, mezquitas e iglesias”, reza el comunicado final.
Los dirigentes pidieron a la Corte Penal Internacional que concluya su investigación sobre los presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel contra el pueblo palestino en todos los territorios palestinos ocupados, incluido Jerusalén Oriental.
Según la declaración, los países árabes e islámicos documentarán los crímenes de guerra de Israel en la Franja de Gaza, pedirán a un fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) que los investigue, y se dirigirán a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas para que investigue el uso de armas químicas por parte de Israel.
Los líderes de los estados árabes e islámicos pidieron al Consejo de Seguridad que tome una decisión decisiva y vinculante para detener la agresión de la ocupación israelí contra los palestinos que viola el derecho internacional humanitario y las resoluciones del derecho internacional.
También pidieron al Consejo de Seguridad que condenara la destrucción israelí de hospitales, así como otras políticas israelíes de castigo colectivo, que constituyen un crimen de guerra.
Los líderes árabes y musulmanes además anunciaron su apoyo a los esfuerzos de Egipto para hacer llegar inmediatamente ayuda adecuada a Gaza.
La declaración final exige poner fin al asedio del enclave palestino y garantizar sin demora el acceso de la población civil a la ayuda humanitaria de los países árabes, islámicos e internacional.
Subrayaron toda la importancia de aplicar las resoluciones emitidas por la OCI y la Liga Árabe sobre la cuestión palestina y los territorios árabes ocupados, recordando las resoluciones de la ONU y de otras organizaciones internacionales relativas a la cuestión palestina, los crímenes de la ocupación israelí y los derechos del pueblo palestino a la libertad y a la independencia en todos sus territorios ocupados desde 1967, que constituyen una sola unidad geográfica.
Condenaron el desplazamiento de unos dos millones de palestinos del norte al sur de Gaza como “crimen de guerra” y advirtieron contra el desplazamiento forzoso de palestinos como “línea roja y crimen de guerra”. También pidieron la liberación de todos los palestinos actualmente detenidos injustamente por Israel.
Condenaron todas las formas de odio y discriminación, y las propuestas que perpetúan el odio y el extremismo, advirtiendo de las desastrosas consecuencias de la agresión de represalia lanzada por la ocupación israelí contra la Franja de Gaza, que equivale a un crimen de guerra.
En su discurso ante la Cumbre, el Secretario General de la OCI, Hissein Brahim Taha, afirmó que esta Cumbre Árabe-Islámica viene a confirmar la “solidaridad y apoyo inquebrantable al pueblo palestino, y nuestro compromiso conjunto con nuestras responsabilidades de apoyo a nuestra causa central, la Causa de Palestina y Al-Quds Al-Sharif”.
El Secretario General hizo un llamamiento al cese inmediato, duradero y completo de la actual agresión israelí contra el pueblo palestino, a la apertura de corredores humanitarios para hacer llegar la ayuda y las necesidades esenciales a la Franja de Gaza de manera adecuada y sostenible, y a proporcionar protección internacional al pueblo palestino.
Subrayó su absoluto rechazo a los planes de desplazamiento forzoso de palestinos, indicando que una solución justa, duradera y global a la Causa Palestina requiere el establecimiento del Estado independiente de Palestina en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Al-Quds Al-Sharif como capital, sobre la base de las resoluciones de legitimidad internacional y la Iniciativa de Paz Árabe.
El comunicado afirmaba la centralidad de la cuestión palestina y la prestación de todo tipo de apoyo al pueblo palestino en su lucha legítima por liberar todos sus territorios ocupados y hacer realidad todos sus derechos inalienables, especialmente su derecho a la autodeterminación y a vivir en su Estado independiente y soberano en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén como capital.
Subrayaron que la paz justa, duradera y global, que es una opción estratégica, es la única manera de garantizar la seguridad y la estabilidad de todos los pueblos de la región y protegerlos de los ciclos de violencia y guerras. Afirmaron que esto no se logrará sin poner fin a la ocupación israelí y resolver la cuestión palestina sobre la base de la solución de los dos Estados.