Ejercicios físicos en Brasil, más allá del fútbol Brasilia. Prensa Latina

A pesar de ser conocido como el país del culto al cuerpo, las luminarias de fútbol, los bikinis, el voleibol de playa y la expansión de los gimnasios, en Brasil resulta insuficiente la actividad física.

Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud confirma que casi la mayoría de los brasileños no se ejercita ni siquiera de forma mínima para mantener un buen estado de salud.

Con datos acopiados en los últimos 15 años, la encuesta revela que en el gigante suramericano una de cada dos personas en edad adulta (47 por ciento) no practica adecuadamente la actividad física.

Entre las mujeres, el sedentarismo es incluso superior a la media (53,3 por ciento), mientras que la inactividad entre hombres es de 40,4.

Por esa dejadez, mil 400 millones de personas en el mundo corren riesgo de salud que puede aumentar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, la diabetes de tipo dos, la demencia y algunos tipos de cáncer.

Teniendo en cuenta el contexto mundial, Brasil figura en el grupo de países en el que hay más ociosidad y supera a naciones como Estados Unidos (40 por ciento) y el Reino Unido (36).

La investigación define como actividad física insuficiente el incumplimiento de la recomendación estándar de la OMS que aconseja practicar al menos dos horas y media de esfuerzo moderado por semana o 75 minutos de actividad intensa.

Esa falta de ejercicio afecta en el planeta al 32 por ciento de las mujeres y a 23 de hombres adultos.

‘Tenemos en Brasil muchas musas y Adonis con cuerpos esculturales, pero solo es una fachada. Algunos realmente esculpieron sus músculos en gimnasios, pero otros acudieron a la cirugía’, comentó a Prensa Latina el profesor universitario Carlos Alberto Costa.

Explicó que los hombres ricos en el país priorizan el ejercicio en su tiempo libre, pero los que tienen pocos recursos resultan más inactivos.

‘También muchos de los adinerados hacen ejercicios por moda o porque proporciona un status decir que están en determinado gimnasio’, aclaró.

Costa argumentó que los pobres no tienen tiempo ni dinero suficiente para ingresar a clubes o gimnasios y, aunque no sería el único motivo, la vida agitada del necesitado y la falta de recursos atentan muchas veces contra la actividad física.

Especialistas también alegan que la masificación del uso de aparatos electrónicos -como ordenadores, teléfonos celulares y tabletas, entre otros- incrementó los hábitos sedentarios y por ende los índices de inactividad corporal.

‘El ser humano hace menos actividad física, opta por un transporte básicamente individual, trabaja básicamente en oficinas y cuando llega a casa se queda básicamente en el ordenador. Y este ciclo se está convirtiendo en un círculo vicioso’, señaló el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta.

FALTA DE TIEMPO

Otras encuestas, como una publicada hace tres años por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, mostró que el 62,1 por ciento de los brasileños de 15 años o más no realiza actividades físicas.

En otras palabras, 100,5 millones de personas de un total de 161,8 millones, que están en este grupo de edad, no hacen ejercicios.

La principal causa que señalan los entrevistados es la falta de tiempo libre (38,2 por ciento).

El médico geriátrico André Kayano estimó que resulta necesario aclarar la diferencia entre los conceptos de ejercicio y actividad física.

Detalló que ‘el ejercicio físico es lo que haces en el gimnasio o en una caminata. Y la actividad física es cualquiera realizada con el cuerpo, incluso durante el trabajo. Aquellas que se mueven y requieren un esfuerzo’.

La OMS teme que el objetivo mundial de reducir los niveles de inacción en 10 por ciento para 2025 no se alcance si no se aplican nuevas medidas, como políticas públicas para promover la actividad física regular e impulsar cambios en los hábitos.

En tal sentido se menciona la construcción de parques, gimnasios populares, aceras y carriles para bicicletas.

Pese a todo lo anterior, entre los brasileños, la práctica más común es la caminata, según la Vigilancia de Factores de Riesgo y Protección de Enfermedades Crónicas por Consulta Telefónica (Vigitel), realizada por el Ministerio de Salud.

La encuesta señala que un 36,2 por ciento de la población mayor de 18 años camina al menos 150 minutos por semana en su tiempo libre.

Caminar es un tipo de actividad física gratuita sin costo alguno. No requiere habilidad, solo disposición, y puede hacerse prácticamente a cualquier hora del día y no tiene restricción de edad.

Vigitel advirtió que más del 55 por ciento de personas en el país tiene sobrepeso, lo que se traduce en más de la mitad de una población que supera los 210 millones de habitantes.

Para Costa, los brasileños, más allá del dios fútbol, deben buscar el tiempo para realizar ejercicios y liberar sustancias, como la endorfina, que promueven el bienestar.

‘Brasil necesita cambiar el estilo de vida, hacer las paces con el cuerpo para aumentar la autoestima y aflore la felicidad’, subrayó.