Gaza es una prisión convertida en cementerio Beirut. Por Diana Valido Cernuda, Red Al Mayadeen Español

Gaza es una prisión convertida en cementerio Beirut. Por Diana Valido Cernuda, Red Al Mayadeen Español

Gaza ya no es solo una prisión al aire libre que define el concepto de castigo colectivo, es también un cementerio donde los muertos se guardan hasta en camiones de helado porque no queda lugar donde ponerlos. La expresión más cruda de que la política internacional sin acciones se vuelve hojarasca.

La solución a la actual escalada ya trasciende las reuniones internacionales, las resoluciones de la ONU y los intentos de diplomacia como ha demostrado la práctica. Solo la unidad real de la comunidad árabe en apoyo a Palestina y la presión mundial contra los ataques de Israel frenarán esta masacre.

En este reportaje hablaremos sobre la situación entre Israel y Gaza. ¿Ya leíste sobre el tema en muchos medios? Es posible ¿Te dijeron que Tel Aviv se defiende de los ataques de un grupo “terrorista” palestino llamado Hamas? Si, es lo que más repiten los titulares de Occidente. Con razón deberías asumirlo como la única versión de los hechos. ¿Que Israel está bombardeando Gaza pero antes tuvo la delicadeza de darle 24 horas a los palestinos para que huyeran a países vecinos? Eso sí es verdad, que nadie te engañe. Pero no salieron de Gaza los 2,3 millones de personas que viven ahí, porque Israel mantiene cerrados los cruces fronterizos ni Tel Aviv empezó los bombardeos precisamente como reacción a un supuesto ataque contra su territorio. Esta historia empezó mucho antes. Y sí, posiblemente nada de lo que vas a leer coincide con la versión que te han contado.

El contexto

Lo que más omiten los medios en la cobertura de los últimos días es el contexto, y precisamente sin conocer el contexto resulta imposible entender la situación actual. Abunda la repetición de informaciones falsas, versiones oficiales que nunca fueron dichas y videos publicados años antes y ahora reeditados con dobles intenciones. Todo con el objetivo de crear una dramaturgia que ubique a Israel en el banquillo de la víctima y borre las décadas de colonización y despojo de las tierras palestinas.

Para entender empecemos por el inicio. Gaza no es un país, es un fragmento de Palestina, controlada por Israel. El 70 por ciento de sus habitantes son refugiados y la mitad del total de la población son niños. La llaman la prisión al aire libre más grande del mundo porque sus habitantes no pueden salir, todo lo que entra a ese territorio desde los alimentos hasta el agua o el combustible lo controla el régimen de Tel Aviv. Gaza está ocupada por Israel desde 1967 y en 2007 comenzó un bloqueo total por parte del mismo régimen que controla su espacio aéreo, marítimo y la ayuda humanitaria que pueda llegar.

Para que ocurra una guerra como declaran varios medios de comunicación, tendrían que existir dos bandos con ejércitos. No es el caso. Palestina no es una nación independiente. Aquí te explicamos a grandes rasgos la causa.

Palestina fue uno de los antiguos territorios otomanos que la Sociedad de las Naciones puso bajo administración británica en 1922. Con el tiempo, todos esos territorios se convirtieron en Estados independientes, excepto Palestina, en cuyo caso el Mandato Británico incorporó en 1917 la “Declaración de Balfour”, en la que expresaba apoyo al “establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”, aunque en realidad no existe un pueblo judío, ni una nación judía sino una comunidad religiosa judía, y la nación palestina tenía a su pueblo palestino formado de cristianos, musulmanes y judíos.

Es decir, los orígenes de esta disputa por Palestina guardan mucha relación con la interferencia de antiguas potencias extranjeras (actualmente aliados de Israel) en su empeño por despojar a los habitantes originarios de su tierra para crear otro país. Una nación insertada con inmigración judía que comenzó a llegar de 1922 a 1947, proveniente principalmente de Europa Oriental basados en esa promesa.

Con el propósito de parar la colonización y superar las confrontaciones que empezaron a vivirse entre los judíos recién llegados y los árabes, las Naciones Unidas propusieron dividir Palestina en dos estados independientes, uno árabe palestino y otro judío, y que Jerusalén quedara bajo un régimen internacional. Uno de los dos Estados previstos proclamó la declaración de la creación del estado de Israel en 1948.

Sentados en camiones cargados con burros o caballos, o sencillamente a pie. En interminables filas avanzaban en el verano de 1948 miles de personas que, tras la fundación de Israel, perdieron su patria y debieron huir.

Las guerras contra Palestina

En la guerra de 1967, Israel ocupó la Franja de Gaza y la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Oriental, que posteriormente anexionó. Esta guerra provocó un segundo éxodo, de aproximadamente medio millón de palestinos.

Desde ese entonces, se estableció la impunidad como tarjeta de presentación para Tel Aviv. Los sucesivos intentos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como la resolución 242, que incluía la retirada israelí de los territorios ocupados en Palestina, se ha convertido en letra muerta.

Por tanto, para entender la situación actual es necesario partir de un hecho crucial. Palestina no tiene ejército ni armamento pesado porque ni siquiera tiene autonomía sobre su territorio. No existe una guerra entre dos países. Existe una usurpación del territorio palestino.

Ante la ineficacia de la diplomacia internacional y la violación constante del derecho de Palestina a existir, a su pueblo no le ha quedado otro remedio que crear fuerzas de resistencia. De ahí provienen el Movimiento de Resistencia Palestina (Hamas) y la Yihad Islámica. Consideradas como organizaciones terroristas por varias naciones occidentales y catalogadas como un último escudo de defensa para gran parte de los palestinos ante la violencia a la cual son sometidos sistemáticamente por el ejército de Israel.

Lo interesante es que las potencias occidentales deciden a qué grupo o individuo le asignan la categoría de terroristas y a cuáles no. Se habla mucho en el discurso mediático de los ataques que comenzaron estos grupos en el sur, provocando muertes de civiles israelíes pero se omite los crímenes periódicos que realiza el ejército israelí contra niños, mujeres y hombres palestinos durante todos estos años. ¿Se normaliza la violencia de un lado y se castiga del otro? ¿Es natural acaso, que Europa y Estados Unidos vean con pasividad los bombardeos indiscriminados que comenzó Israel en represalia contra el pueblo de Gaza y solo pidan que al menos entre ayuda humanitaria para limpiar un poco sus conciencias? No, no es normal.

Es el resultado de naturalizar la barbarie del gobierno de Israel, de no entender que los enfrentamientos de hoy, con muertes de civiles a ambos lados, aunque siempre con un mayor peso para Gaza, son la consecuencia de décadas de odio. No es una guerra religiosa como han intentado venderlo. Es un conflicto político donde Estados Unidos apadrina todo lo que haga Israel como lo demostró Biden con su reciente visita.

El padrino de Israel

“Hace 75 años Estados Unidos fue la primera nación en reconocer a Israel como estado. Estuvimos en ese momento a su lado como también lo estaremos ahora.”Con estas palabras el mandatario estadounidense ratificaba lo que ya se sabe, que su apoyo es incondicional, que aunque su representante en el consejo de seguridad de la ONU alegó que el presidente fue a la región para hacer diplomacia, los hechos y las declaraciones dejaban claro el objetivo de su visita.

Biden estuvo en Israel, no fue a Gaza. El presidente anunció que pediría al congreso de Estados Unidos un paquete de ayuda militar para apoyar a Tel Aviv en su enfrentamiento contra ¿quiénes? Pues evidentemente es una ayuda militar que se usará contra la población de Gaza, que como ya vimos no tiene ejército, aviones, ni armamento pesado. Solo tiene población civil sin un lugar seguro en el cual esconderse.

Sin embargo Biden alega que apoyarán a Israel contra Hamas y por esa razón el Departamento de Defensa movilizó hacia las costas de ese estado al portaviones nuclear USS Gerald R. Ford perteneciente a la Sexta Flota del país, el más moderno de su clase y el más potente a nivel nuclear. Washington saca los pesos pesados contra un movimiento de resistencia palestino que ni barcos posee. Pero no olvidemos que su visita fue a favor de la diplomacia. El portaaviones seguro estará allí para animar el paisaje por si otro país como Irán decide actuar a favor de Palestina. ¿Será?

Los títeres europeos

Mientras Washington evidencia el apoyo incondicional a Israel, la Unión Europea ha intentado dejar explícito una posición común con tres elementos claves. Por un lado el bloque comunitario refrenda el derecho de Tel Aviv a “defenderse” de los ataques ejecutados por Hamas en su contra y por otro lado aclaran que el gobierno de Israel debe respetar el derecho internacional humanitario y proteger a la población civil de Gaza. Algo no concuerda en esa postura común de la organización. Resulta incoherente apoyar a un estado que bombardea a una población indefensa, que además mantiene bloqueada hace años, y luego hablar de derecho internacional y respeto por la vida de los civiles en Gaza.

El accionar de la UE es el reflejo de las mismas diferencias que se viven a lo interno de la organización donde países como España, Irlanda, Bélgica y Luxemburgo han mostrado posturas más críticas hacia Israel y otros como Alemania y Francia han prohibido las manifestaciones en apoyo a Palestina, lo cual ha provocado mayor indignación.

Quizás el reflejo más claro del divorcio entre el discurso y la acción fue la visita reciente que realizaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, el viernes pasado a Tel Aviv para “expresar su solidaridad con las víctimas de los ataques terroristas”. Durante su estancia se reunieron con el primer ministro Benjamin Netanyahu. Además, como parte del “ambiente bélico” ambas funcionarias tuvieron que ser evacuadas a un refugio antiaéreo tras sonar las sirenas antimisiles.

Nuevamente las posiciones quedaron claras. Tanto Ursula von der Leyen, como Roberta Metsola al igual que Biden visitaron solo a Israel. No estuvieron en Gaza, no vieron esa otra realidad en el terreno. Allí ya no suenan las sirenas porque no hay electricidad. Israel cortó la entrada de combustible, alimento y agua potable hace varios días. En Gaza te sorprende de forma directa el impacto de los bombardeos.

No obstante, la presidenta de la Comisión Europea se defendió de las críticas al regresar de su viaje. “No hay contradicción alguna en solidarizarse con Israel y actuar ante las necesidades humanitarias de los palestinos”, ha declarado.

Josep Borrell, responsable de Política Exterior de la UE, respondió con una postura más crítica. “El derecho a la autodefensa, como cualquier otro derecho, tiene límites. Condenar una tragedia no debe impedirnos condenar otra tragedia”, ha proseguido. “Mostrar nuestra simpatía por las víctimas de atentados terroristas no debe, ni nos impide, mostrar nuestros sentimientos por los otros muertos”.

Para aliviar los cuestionamientos internacionales en su contra, la presidenta de la Comisión Europea, ha prometido que la posición de la UE como mayor donante para los palestinos “no cambiará”. El bloque triplicó recientemente su ayuda humanitaria y puso en marcha un puente aéreo para llevar suministros a Egipto y enviarlos después a Gaza.

La ONU obstaculizada

Una de las vías por las cuales la comunidad internacional espera que se pudiera resolver la situación actual es Naciones Unidas. Sin embargo, la incapacidad histórica del Consejo de Seguridad para frenar el accionar de Israel contra Palestina a través de décadas de despojo y colonización, se patentiza con el uso del veto por parte de Estados Unidos.

Washington vetó en esta ocasión una resolución presentada por Brasil al Consejo de Seguridad en la que se pedía la revocación de la orden impuesta por Israel a los civiles y al personal de las Naciones Unidas de evacuar todas las zonas al norte de Gaza. La resolución S/2023/773 también pedía pausas y corredores humanitarios para permitir el suministro de ayuda a civiles por parte de las agencias de socorro de las Naciones Unidas.

La representante de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield justificó el veto de su país diciendo que el proyecto de resolución no mencionaba el derecho de Israel a defenderse. ¿Le suena familiar esta excusa?

No es nada nuevo que Washington use este recurso para proteger al régimen desconociendo los crímenes contra el pueblo palestino. Stephen Zunes, catedrático de Estudios de Medio Oriente en la Universidad de San Francisco, expresó en el año 2021 que Washington había vetado hasta ese momento no menos de 45 resoluciones críticas con Israel, «haciendo así que el Consejo de Seguridad sea efectivamente impotente».

Ningún otro Estado de los otros cinco miembros del CSNU “ni siquiera se acerca” a tantos vetos de Washington para defender sus políticas y ataques contra Palestina y los palestinos, aseguró este especialista que ha escrito extensamente sobre la política y decisiones del directorio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Afortunadamente la presión internacional de solidaridad con Gaza se ha sentido en diversos puntos del planeta. A Estados Unidos no le ha quedado alternativa que matizar su postura aunque continúe el férreo apoyo a Tel Aviv. Recientemente Biden y su homólogo egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, acordaron durante una llamada telefónica llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través del cruce de Rafah.

Para presionar que esto se concrete el secretario general de la ONU, Antonio Guterres llegó el viernes 20 de octubre a la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza. Naciones Unidas será la encargada de distribuir los auxilios en la Franja de Gaza, pero todo depende de los futuros acontecimientos.

Noticias falsas

En los conflictos contemporáneos se libran las guerras en los escenarios físicos y virtuales. Lo hemos visto con la situación actual entre Ucrania y Rusia y se repite ahora con la escalada entre Israel y Gaza. En menos de 15 días se han hecho virales titulares falsos, videos sacados de contexto unido a los enfrentamientos de odio en redes sociales y el misterioso bloqueo de muchas publicaciones a favor de Palestina.

Por ejemplo Israel acusó a Hamas del bombardeo contra el hospital Al- Ahli en Gaza que provocó la muerte de más de 500 personas. La resistencia palestina negó estas acusaciones, aunque Washington y gran parte de Europa ya se habían hecho eco de las declaraciones de Netanyahu. Días después del hecho, el Canal 4 británico publicó un análisis de audio y video sobre las pruebas proporcionadas por el ejército israelí del bombardeo del Hospital en Gaza y concluyó que son falsas.

Algo similar ocurrió con la historia de los supuestos 40 bebés israelíes decapitados por el grupo Hamas. Un titular que se esparció como pólvora multiplicado con las declaraciones de Biden que afirmó ver estas imágenes, aunque poco tiempo después la Casa Blanca desmintió que el mandatario hubiera presenciado semejante terror. Otros medios como EFE Verifica también refutaron la información pero ya para ese momento predominaba más en Internet la versión falsa.

Hablemos ahora de noticias reales. El ejército de Israel utilizó fósforo blanco los días 10 y 11 de octubre durante sus bombardeos contra la Franja. Así lo informaron Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional, aunque Tel Aviv rechaza la acusación.

Tampoco es que sea una novedad en su actuar hacia los palestinos. En un informe publicado en 2010 sobre la impunidad en las violaciones de las reglas de la guerra en Gaza, Human Rights Watch (HRW) indicó que Israel utilizó municiones que contenían fósforo blanco en la “Operación Plomo Fundido” en la Franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009.

Las noticias reales sobre Gaza las están dando las fuentes sobre el terreno pero por lo general no salen en titulares en los principales medios internacionales. Hasta el momento que concluía este reportaje se registraban siete hospitales y 25 centros de salud fuera de servicio, mientras se agotan los suministros médicos y el combustible de los que están en servicio.

El ministerio de Salud palestino informó el miércoles que al menos 6,546 palestinos han sido asesinados en la Franja de Gaza desde que Israel empezó a bombardear el enclave el 7 de octubre, informó este miércoles el Ministerio de Salud palestino. Entre las víctimas mortales figuran 2,704 niños y hay más de 5,300 menores lesionados entre los 17,439 heridos registrados: en dos semanas de agresión sionista.

La pregunta es ¿qué justificación tendrá Israel después de haber destruido Gaza si el mundo se lo sigue permitiendo? Seguramente dirán que eliminaron a Hamas, pero en Cisjordania donde no están estas fuerzas de resistencia palestina, ya el ejército israelí ha asesinado a 270 civiles en lo que va de año, eso sin contar los que han matado en otros territorios de Palestina ocupada en los últimos años.

La solución ya trasciende las reuniones internacionales, las resoluciones de la ONU y los intentos de diplomacia como ha demostrado la práctica. Solo la unidad real de la comunidad árabe en apoyo a Palestina y la presión mundial contra los ataques de Israel frenarán esta masacre, pero para que eso suceda debe valer más el consenso de la mayoría, que el veto de Estados Unidos en el consejo de seguridad.