Jueza ordena que menor secuestrada por padre llegue a brazos de progenitora Managua. Por Yanelys Carrillo, Radio La Primerísima

Jueza ordena que menor secuestrada por padre llegue a brazos de progenitora Managua. Por Yanelys Carrillo, Radio La Primerísima

Retener y ocultar a su hija de cinco años durante un mes y quince días con el apoyo de su progenitora (abuela paterna), fue la razón por la que la juez Décima Cuarta de Distrito de Familia, doctora Karen Hernández, giró orden de captura a nivel nacional, así como allanamiento en la casa y el trabajo de un hombre que labora en una empresa distribuidora de carne.

La jueza Décima Cuarta de Familia, doctora Karen Hernández, ejecutó la sentencia por el cuido y crianza de la niña de cinco años, entregándosela a la mamá luego que el padre y la abuelita paterna la mantuvieran oculta.

El demandado tiene 31 años y el 8 de julio se llevó a la niña en atención al régimen de comunicación y visita establecido a su favor, en una sentencia emitida por la judicial. Sin embargo, el día que debía retornarla al hogar materno por ser la mamá quien detenta su cuido y crianza, decidió no hacerlo y más bien impidió que la menor volviera a verla, alegando que la mujer la maltrata físicamente.

La mañana del 24 de agosto, la abuelita paterna de la niña compareció con la menor de edad ante la jueza Hernández con el fin de entregarla, al tiempo que aseguraba que no sabía dónde se encontraba su hijo, a pesar de que el hombre vive con ella en la misma casa, hasta donde la Policía llegó a buscarlo para aprehenderlo por el desacato cometido.

La abuela paterna de 66 años, relató a la judicial que la niña le contó a su hijo que la mamá le pegaba y la mandaba a dormir sin comer, lo que, sumado a la aparición de llagas en su boca y señales de desnutrición, provocó que el hombre decidiera no regresarla a su progenitora.

La jueza Hernández, increpó a la abuela paterna porque además de negarse reiteradamente a recibir las notificaciones judiciales en las que se citaba a su hijo para que se presentara con la niña en el juzgado, se prestó a retenerla y esconderla a sabiendas que estaban cometiendo el delito de desacato.

Abuso emocional

Además, le advirtió que, por su proceder, al ejecutado le abrirían un proceso en la vía penal y le explicó que, si su hijo consideraba que había una situación de riesgo para la niña, lo que procedía era interponer una acción judicial para proteger sus derechos en vez de esconderla de su madre.

Previo a la entrega de la niña a su progenitora, la máster en psicología Silvia Taleno Oporta, realizó una evaluación ordenada por la judicial, a quien le informó que mientras estuvo retenida, la familia paterna adoptó una conducta alienadora contra la menor de edad para que rechazara a su madre y a la vez, instalar un vínculo afectivo “no adecuado” para inculcar en la menor de edad, el mensaje de cuidar de su abuelita paterna haciéndola dormir con ella en la misma cama.

La orden de captura emitida el 22 de julio por la jueza Karen Hernández contra el progenitor, finalmente fue anulada gracias a la entrega de la niña por parte de la abuela paterna.

“La separación de la niña con su madre constituye abuso emocional al no permitir la relación afectiva con su progenitora y hacer un desarraigo de manera abrupta en el contexto familiar materno que es su lugar habitual de residencia y que le brinda protección, confianza, seguridad y sentido de pertenencia”, planteó la experta en su informe evaluativo.

Con la entrega de la niña a su progenitora, la jueza Hernández levantó la orden de captura por desacato contra el hombre; resolvió mantener vigente la orden de retención migratoria para él y la menor de edad, y cambiar el régimen de comunicación y visita que le había concedido tiempo atrás, de manera que ya no se realizaría los fines de semana en su casa, sino los miércoles por espacio de dos horas en el Tribunal de Familia y con supervisión del área de psicología.