«La verdad nos respalda» Moscú. Por Vladimir Putin (*), Presidente de Rusia.

«La verdad nos respalda» Moscú. Por Vladimir Putin (*), Presidente de Rusia.

¡Buenas tardes! Distinguidos diputados de la Asamblea Federal, senadores, diputados de la Duma Estatal. ¡Distinguidos ciudadanos de Rusia!

Pronuncio este discurso en un momento difícil para nuestro país –todos lo sabemos muy bien– un momento de cambios cardinales e irreversibles en todo el mundo y de grandes acontecimientos históricos que marcarán el futuro de nuestro país y de nuestro pueblo, un momento en el que cada uno de nosotros tiene una enorme responsabilidad.

Hace un año se tomó la decisión de llevar a cabo una Operación Militar Especial para proteger a la población de nuestras tierras históricas, garantizar la seguridad de nuestro país y eliminar la amenaza que suponía el régimen neonazi surgido en Ucrania tras el golpe de Estado de 2014. Y paso a paso, con cuidado y coherencia, abordaremos las tareas que tenemos por delante.

Desde 2014, el Donbass lleva luchando, defendiendo el derecho a vivir en su propia tierra, a hablar su lengua materna, luchando y sin rendirse ante el bloqueo y los constantes bombardeos, el odio inconfesable del régimen de Kiev, creyendo y esperando que Rusia acuda al rescate.

Mientras tanto –y ustedes lo saben bien– hacíamos todo, realmente todo, para resolver pacíficamente este problema, negociábamos pacientemente una salida pacífica a este conflicto tan difícil.

La cruel mentira de Occidente

Pero a nuestras espaldas se preparaba un escenario muy diferente. Las promesas de los gobernantes occidentales, sus garantías sobre la búsqueda de la paz en Donbass resultaron ser, como ahora vemos, una falsificación, una cruel mentira. Simplemente han estado ganando tiempo, dedicándose a un montón de argucias, haciendo la vista gorda ante los asesinatos políticos, la represión del régimen de Kiev contra los no deseados, el acoso a los creyentes y animando cada vez más a los neonazis ucranianos a cometer actos terroristas en el Donbass. Los oficiales de los batallones nacionalistas recibieron formación en academias y colegios occidentales, y se les suministraron armas.

Y me gustaría subrayar que, incluso antes del inicio de la Operación Militar Especial, Kiev estaba negociando con Occidente el suministro a Ucrania de sistemas de defensa aérea, aviones de combate y otros equipos pesados. También recordamos los esfuerzos del régimen de Kiev por adquirir armas nucleares, porque hablaban de ello públicamente.

EEUU y la OTAN estaban desplegando rápidamente sus bases militares y laboratorios biológicos secretos cerca de las fronteras de nuestro país; en el curso de las maniobras estaban dominando el teatro de las futuras operaciones militares, preparando al régimen de Kiev y Ucrania que habían esclavizado para una gran guerra.

Y hoy lo admiten, lo admiten públicamente, abiertamente, sin pudor. Es como si estuvieran orgullosos, deleitándose en su perfidia, calificando tanto los acuerdos de Minsk como el formato de Normandía de espectáculo diplomático, de señuelo. Resulta que todo el tiempo, cuando el Donbass ardía, cuando se derramaba sangre, cuando Rusia buscaba sinceramente –quiero subrayarlo– sinceramente una solución pacífica, estaban jugando con la vida de la gente, jugando, de hecho, como se dice en los círculos famosos, con las cartas marcadas.

Este repugnante método de engaño ya se ha probado muchas veces. Es la misma forma desvergonzada y tramposa en que se comportaron cuando destruyeron Yugoslavia, Irak, Libia, Siria. Nunca podrán lavar esta vergüenza. El honor, la confianza y la decencia no son para ellos.

Durante largos siglos de colonialismo, dictado, hegemonía, se acostumbraron a que se les permitiera todo, se acostumbraron a que el mundo entero les importara un bledo. Resulta que tratan a los pueblos de sus propios países con el mismo desdén, con la misma actitud endiosada; después de todo, también los han engañado o embaucado cínicamente con fábulas sobre la búsqueda de la paz, sobre la adhesión a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Donbass. De hecho, las élites occidentales se han convertido en un símbolo de la mentira total y sin principios.

Hemos defendido con firmeza no sólo nuestros intereses, sino también nuestra posición de que en el mundo actual no debe haber división entre los llamados países civilizados y todos los demás, que es necesaria una asociación honesta, que en principio niega cualquier exclusividad, tanto más agresiva.

Hemos estado abiertos, sinceramente dispuestos a un diálogo constructivo con Occidente, hemos dicho e insistido en que tanto Europa como el mundo entero necesitan un sistema de seguridad indivisible e igual para todos los Estados, y durante muchos años hemos propuesto a nuestros socios debatir juntos esta idea y trabajar en su aplicación. Pero la respuesta que hemos recibido ha sido o bien inarticulada o bien hipócrita.

Los hechos, no las palabras

Eso en cuanto a las palabras. Pero también hubo acciones concretas: la expansión de la OTAN hasta nuestras fronteras, la creación de nuevas zonas de posicionamiento para la defensa antimisiles en Europa y Asia –un “paraguas” que decidieron para protegerse de nosotros– el despliegue de contingentes militares, y no sólo cerca de las fronteras de Rusia.

Quiero subrayar que ningún país del mundo tiene tantas bases militares en el extranjero como Estados Unidos de América. Hay cientos –quiero subrayarlo– cientos de bases en todo el mundo, todo el planeta está cubierto; sólo hay que mirar un mapa.

El mundo entero los ha visto retirarse de acuerdos armamentísticos fundamentales, incluido el tratado sobre misiles de alcance intermedio y de menor alcance, rompiendo unilateralmente acuerdos fundamentales que mantienen la paz en el mundo. Lo hicieron por alguna razón – no hacen nada por nada, como ustedes saben.

Finalmente, en diciembre de 2021, enviamos oficialmente a Estados Unidos y a la OTAN los proyectos de tratados sobre garantías de seguridad. Pero en todas las posiciones clave que son esencialmente de principio para nosotros, recibimos una negativa directa. Por fin quedó claro que se había dado luz verde a la puesta en marcha de planes agresivos, y que no iban a detenerse.

La amenaza crecía con el paso de los días. La información que llegaba no dejaba lugar a dudas de que en febrero de 2022 todo estaba listo para otra sangrienta acción de castigo en Donbass, contra la que, recuerdo, el régimen de Kiev lanzó artillería, tanques y aviones allá por 2014.

Todos recordamos bien las imágenes de los ataques aéreos sobre Donetsk, ataques aéreos no solo sobre ella sino también sobre otras ciudades. En 2015, volvieron a intentar un ataque directo contra Donbass, mientras continuaban con el bloqueo, los bombardeos y el terror contra la población civil. Todo esto, permítanme recordárselo, contradecía por completo los documentos y resoluciones pertinentes adoptados por el Consejo de Seguridad de la ONU, por completo: todo el mundo fingía que no pasaba nada.

Quiero repetirlo: ellos son los que empezaron la guerra, y nosotros hemos usado la fuerza y usaremos la fuerza para detenerla.

Quienes planeaban un nuevo ataque contra Donetsk, contra Donbass, contra Luhansk, comprendían claramente que el siguiente objetivo era un ataque contra Crimea y Sebastopol, y nosotros lo sabíamos y lo comprendíamos. Y ahora también se habla abiertamente en Kiev de tales planes de largo alcance, se revela, se revela lo que ya sabíamos muy bien.

Estamos protegiendo la vida de la gente, nuestra propia casa. Y el objetivo de Occidente es el poder ilimitado. Ya ha gastado más de 150 mil millones de dólares en complacer y armar al régimen de Kiev. En comparación, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, los países del G7 destinaron unos 60 mil millones de dólares para ayudar a los países más pobres del mundo en 2020-2021.

Está claro, ¿no? Para la guerra, 150 mil, pero 60 mil millones para los países más pobres, a los que supuestamente siempre se cuida, bajo ciertos requisitos de obediencia por parte de los países que reciben el dinero. ¿Y dónde está toda la palabrería sobre la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible, el medio ambiente? ¿Adónde ha ido a parar todo eso? ¿Adónde se ha ido todo? Al mismo tiempo, el flujo de dinero para la guerra no disminuye. No se escatima en gastos para fomentar la agitación y los golpes de Estado en otros países, de nuevo, en todo el mundo.

Occidente quiere imponer el totalitarismo

En una reciente conferencia en Múnich, hubo un sinfín de acusaciones contra Rusia. La impresión era que esto se hacía sólo para que todo el mundo olvidara lo que el llamado Occidente ha hecho en las últimas décadas. Han “dejado salir al genio de la botella” y han sumido en el caos a regiones enteras.

Según los propios expertos estadounidenses, como resultado de las guerras –quiero llamar su atención sobre esto: no hemos inventado estas cifras, las dan los propios estadounidenses– las guerras desencadenadas por EEUU después de 2001 mataron a casi 900 mil personas, más de 38 millones se convirtieron en refugiados. Sólo quieren borrar todo eso de la memoria de la humanidad y hacer como si nunca hubiera ocurrido. Pero nadie en el mundo lo ha olvidado ni lo olvidará.

Ninguno de ellos tiene en cuenta las pérdidas y tragedias humanas, porque lo que está en juego, por supuesto, son billones, billones de dólares; una oportunidad para seguir robando a todo el mundo; para imponer valores neoliberales y totalitarios al amparo de palabras sobre democracia y libertades; de etiquetar a países y pueblos enteros, de insultar públicamente a sus dirigentes; de reprimir la disidencia en sus propios países; de crear una imagen enemiga para distraer la atención de la gente de los escándalos de corrupción –lo vemos todo en nuestras pantallas– de los crecientes problemas y contradicciones económicas, sociales e interétnicas internas.

Debo recordarles que en la década de 1930, Occidente abrió de hecho el camino para que los nazis llegaran al poder en Alemania. Y en nuestra época, empezaron a convertir Ucrania en “anti–Rusia”. En realidad, el proyecto no es nuevo. La gente, que conoce la historia aunque sea un poco, lo sabe muy bien: este proyecto se inició en el siglo XIX (19) y se desarrolló en el Imperio Austrohúngaro, en Polonia y en otros países con un objetivo: arrancar estos territorios históricos, que hoy se llaman Ucrania, de nuestro país. Ese es el objetivo. No hay nada nuevo, ninguna novedad, todo se repite.

Occidente forzó la implementación de este proyecto hoy apoyando el golpe de 2014. Después de todo, el golpe fue sangriento, antiestatal, anticonstitucional… como si no hubiera pasado nada, como si fuera necesario, incluso informaron de cuánto dinero se había gastado en él. Se puso como base ideológica la rusofobia y un nacionalismo extremadamente agresivo.

Recientemente, una de las brigadas de las fuerzas armadas de Ucrania –qué vergüenza, qué vergüenza– recibió el nombre de “Edelweiss” como se llamó una división hitleriana que participó en la deportación de judíos, ejecución de prisioneros de guerra, en operaciones punitivas contra partisanos en Yugoslavia, Italia, Checoslovaquia y Grecia. Las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional ucranianas tienen galones especialmente populares como Das Reich (El Imperio), Cabeza Muerta, Galitzia y otras unidades de las SS, que también llevan las manos hasta los codos ensangrentadas. Los vehículos blindados ucranianos llevan la insignia de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas) de la Alemania nazi.

Los neonazis no ocultan de quién se creen herederos. Es sorprendente que nadie en el poder en Occidente se dé cuenta de ello. ¿Por qué? Porque no les importa, con perdón del mal tono. No les importa por quién apostar en la lucha contra nosotros, contra Rusia. Lo principal es luchar contra nosotros, contra nuestro país y, por lo tanto, todo el mundo puede ser utilizado. Y lo hemos visto, lo hemos visto pasar –tanto terroristas, como neonazis, incluso un diablo calvo puede ser utilizado, Dios no lo quiera, siempre y cuando cumplan sus órdenes y sirvan como armas contra Rusia.

Las fuerzas antirrusas

El proyecto “anti-Rusia” es esencialmente una parte de la política revanchista hacia nuestro país, para crear focos de inestabilidad y conflictos justo cerca de nuestras fronteras. Tanto entonces, en los años 30, como ahora, la idea era la misma: dirigir la agresión hacia el Este, encender una guerra en Europa, eliminar a nuestros rivales a manos de otros.

No estamos en guerra con el pueblo de Ucrania, como ya he dicho muchas veces. El propio pueblo de Ucrania se ha convertido en rehén del régimen de Kiev y de sus amos occidentales, que en realidad han ocupado este país política, militar y económicamente y llevan décadas destruyendo la industria ucraniana y saqueando sus recursos naturales. El resultado lógico fue la degradación social, un enorme aumento de la pobreza y la desigualdad. Y en tales condiciones, por supuesto, es fácil sacar material para operaciones militares. Nadie pensó en la gente, se la preparó para la matanza y al final se la convirtió en material prescindible. Lamentablemente da miedo hablar de ello, pero es un hecho.

La responsabilidad de fomentar el conflicto ucraniano, de la escalada, del aumento del número de víctimas recae enteramente en las élites occidentales y, por supuesto, en el actual régimen de Kiev, para el que el pueblo ucraniano es esencialmente un extraño. El régimen ucraniano actual no sirve a sus intereses nacionales, sino a los intereses de terceros países.

Occidente utiliza Ucrania como ariete contra Rusia y como campo de entrenamiento. No me detendré ahora en los intentos de Occidente de invertir el curso de las hostilidades, en sus planes de aumentar los suministros militares: todo el mundo lo sabe de sobra.

Pero una cosa debería estar clara para todos: cuantos más sistemas occidentales de armas de largo alcance lleguen a Ucrania, más nos veremos obligados a alejar la amenaza de nuestras fronteras. Esto es natural.

Las élites occidentales no ocultan su objetivo: infligir –como ellos dicen, es un discurso directo– “una derrota estratégica a Rusia”. ¿Qué significa esto? Para nosotros, ¿qué significa? Significa acabar con nosotros de una vez por todas, es decir, pretenden convertir un conflicto local en una fase de confrontación global. Así lo entendemos nosotros y reaccionaremos en consecuencia, porque en este caso se trata ya de la existencia de nuestro país.

Por el amor de Dios, “no saben lo que hacen”

Pero tampoco pueden dejar de ser conscientes de que es imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla, por lo que llevan a cabo ataques informativos cada vez más agresivos contra nosotros. Sobre todo, por supuesto, se dirigen a los jóvenes, a las generaciones jóvenes. Y aquí también mienten constantemente, distorsionan los hechos históricos y no dejan de atacar nuestra cultura, la Iglesia Ortodoxa Rusa y otras organizaciones religiosas tradicionales de nuestro país.

Miren lo que están haciendo a su propio pueblo: la destrucción de la familia, de la identidad cultural y nacional, la perversión, el abuso de menores, incluso la pedofilia, son declarados normales, norma de su vida, y los curas, los sacerdotes son obligados a bendecir los matrimonios entre personas del mismo sexo. Que les den, que hagan lo que quieran. ¿Qué quiero decir aquí? Los adultos tienen derecho a vivir como quieran, siempre lo hemos tratado así en Rusia y siempre lo trataremos así: nadie se entromete en su vida privada, y no vamos a hacerlo.

Pero me gustaría decirles: pero miren, disculpen, las escrituras, los libros principales de todas las demás religiones del mundo. Lo dicen todo, incluso que la familia es la unión de un hombre y una mujer, pero incluso estos textos sagrados están siendo cuestionados ahora. Se ha sabido que la Iglesia Anglicana, por ejemplo, está planeando –aunque sólo sea eso hasta ahora– considerar la idea de un dios de género neutro. ¿Qué se puede decir? Por el amor de Dios, “no saben lo que hacen”.

Millones de personas en Occidente se dan cuenta de que se les está conduciendo hacia una verdadera catástrofe espiritual. Las élites, hablando sin rodeos, simplemente se están volviendo locas, y no parece haber cura. Pero ese es su problema, como he dicho, y nosotros tenemos la obligación de proteger a nuestros hijos y lo haremos: protegeremos a nuestros hijos de la degradación y la degeneración.

Es obvio que Occidente intentará socavar y dividir nuestra sociedad, apostar por traidores nacionales que en todo momento –quiero subrayarlo– tienen el mismo veneno de desprecio por su propia patria y el deseo de ganar dinero vendiendo este veneno a quienes estén dispuestos a pagarlo. Siempre ha sido así.

Aquellos que tomaron el camino de la traición directa, cometiendo crímenes terroristas y de otro tipo contra la seguridad de nuestra sociedad, contra la integridad territorial del país, serán considerados legalmente responsables. Pero nunca nos pareceremos al régimen de Kiev y a las élites occidentales que se han dedicado a la caza de brujas, no ajustaremos cuentas con los que han dado un paso al lado y han apostatado de la Patria. Que les quede en la conciencia, que vivan con ello, deben vivir con ello. Lo principal es que el pueblo, los ciudadanos de Rusia les han dado una valoración moral.

Me enorgullece –creo que a todos nos enorgullece– que nuestro pueblo multiétnico, la mayoría absoluta de los ciudadanos adoptara una postura de principios sobre la Operación Militar Especial, comprendiera el significado de las acciones que estábamos llevando a cabo, apoyara nuestras acciones para proteger Donbass. Sobre todo, este apoyo demostró verdadero patriotismo, un sentimiento que es históricamente inherente a nuestro pueblo. Llama la atención por su dignidad, por la profunda conciencia del destino inseparable de cada uno –insisto– con el destino de su Patria.

Reverencia ante el pueblo de Donbass

Queridos amigos, quiero dar las gracias a todos, a todo el pueblo de Rusia por su valor y determinación, decir gracias a nuestros héroes, soldados y oficiales del ejército y la marina, del Servicio de la Guardia Federal, de los servicios especiales y de todos los organismos de seguridad, a los combatientes de los cuerpos de Donetsk y Luhansk, a los voluntarios, a los patriotas que luchan en las filas de la reserva del ejército de combate BARS.

Quisiera pedir disculpas: lamento que durante el discurso de hoy no pueda nombrar a todos. Saben, cuando estaba preparando este discurso, escribí una larga lista de estas unidades heroicas, luego la quité del discurso de hoy porque, como dije, es imposible nombrar a todos, y simplemente tenía miedo de ofender a los que no nombraría.

Muchas gracias a los padres, esposas, familias de nuestros defensores, a los médicos y paramédicos, a las enfermeras que salvan a los heridos, a los ferroviarios y conductores que abastecen el frente, a los obreros de la construcción que levantan fortificaciones y restauran viviendas, carreteras e instalaciones civiles, a los obreros e ingenieros de las plantas de defensa que ahora trabajan prácticamente las veinticuatro horas del día, en varios turnos, a los jornaleros agrícolas que garantizan de manera fiable la seguridad alimentaria del país.

Doy las gracias a los profesores que se preocupan de verdad por las generaciones más jóvenes de Rusia, sobre todo a los que trabajan en las condiciones más difíciles, de hecho en primera línea; a las personalidades de la cultura que acuden a la zona de guerra, a los hospitales para apoyar a soldados y oficiales; a los voluntarios que ayudan a la primera línea y a los civiles; a los periodistas, en primer lugar a los corresponsales de guerra que se arriesgan en primera línea para contar la verdad al mundo entero; a los pastores de las religiones tradicionales rusas, sacerdotes militares, cuya sabia palabra apoya e inspira….

Unas palabras especiales a los habitantes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, de las regiones de Zaporozhye y Kherson. Ustedes mismos, queridos amigos, ham determinado su futuro en los referendos. Han hecho una elección firme a pesar de las amenazas y el terror de los neonazis, en condiciones en las que las operaciones militares tenían lugar justo al lado, pero vuestra determinación de estar con Rusia, con vuestra Madre Patria, nunca ha sido más fuerte.

Me gustaría subrayar que esta es la reacción del público ante los residentes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, Zaporizhzhya y Kherson. Una vez más: reverencia a todos ellos.

Ya hemos iniciado y vamos a elaborar un programa a gran escala de reconstrucción socioeconómica y desarrollo de estas nuevas entidades constitutivas de la Federación. En particular, estamos hablando de restablecer empresas y puestos de trabajo y de reconstruir puertos en el mar de Azov, que ha vuelto a convertirse en un mar interior de Rusia, y de construir nuevas carreteras modernas, como hicimos en Crimea, que ahora tiene un enlace terrestre fiable con toda Rusia. No cabe duda de que llevaremos a cabo todos estos planes con nuestros esfuerzos conjuntos.

Hoy, las regiones del país prestan apoyo directo a las ciudades, distritos y pueblos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, Zaporozhye y la región de Kherson, y lo hacen sinceramente, como verdaderos hermanos y hermanas. Ahora estamos juntos de nuevo, por lo que nos hemos hecho aún más fuertes y haremos todo lo posible para devolver la tan esperada paz a esta tierra nuestra, para garantizar la seguridad de nuestro pueblo. Por esto, por sus antepasados, por el futuro de sus hijos y nietos, por la restauración de la justicia histórica, por la reunificación de nuestra nación, luchan hoy nuestros héroes.

Honrar la memoria de los Héroes

Queridos amigos, le pido que honren la memoria de nuestros compañeros de armas que dieron su vida por Rusia, de los civiles, ancianos, mujeres y niños que murieron bajo el fuego a manos de neonazis y verdugos. (Minuto de silencio). Gracias.

Todos comprendemos, y yo comprendo, lo insoportablemente duro que es para las esposas, hijos e hijas de los soldados caídos y sus padres, que criaron a dignos defensores de la Patria, como la Joven Guardia de Krasnodon, como los jóvenes que lucharon contra el nazismo durante la Gran Guerra Patria y defendieron Donbass. Su valor, su firmeza, su gran fortaleza y su sacrificio siguen siendo recordados hoy en toda Rusia.

Es nuestro deber apoyar a las familias que perdieron a sus seres queridos, ayudarles a criar a sus hijos y darles una educación y una profesión. La familia de cada participante en una operación militar especial debe recibir una atención constante, rodeada de cuidados y honor. Sus necesidades deben ser atendidas de inmediato, sin burocracia.

Propongo la creación de un fondo estatal especial. Su tarea consistirá en prestar asistencia específica y personal a las familias de los soldados caídos y de los veteranos de operaciones militares especiales. Coordinará la prestación de apoyo social, médico y psicológico, resolverá los problemas de tratamiento en balnearios y rehabilitación, y proporcionará asistencia en educación, deporte, empleo, espíritu empresarial, formación y reciclaje. Otra de las tareas más importantes del fondo es organizar los cuidados a largo plazo en el hogar y las prótesis de alta tecnología para todos aquellos que lo necesiten.

Pido al Gobierno que, junto con la Comisión de Política Social del Consejo de Estado y las regiones, resuelva cuanto antes todas las cuestiones organizativas.

La labor del Fondo Estatal debe ser abierta, y el procedimiento para prestar asistencia debe ser sencillo, basado en el principio de “ventanilla única”, sin burocracia ni papeleo. A cada familia, insisto, a cada familia de una persona fallecida, a cada veterano se le debería asignar un trabajador social personal, un coordinador, que resolverá las cuestiones que surjan en tiempo real durante la comunicación personal. Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que este año las estructuras del fondo se desplegarán en todas las regiones de la Federación Rusa.

Ya contamos con medidas de apoyo a los veteranos de la Gran Guerra Patria, a los veteranos de combate y a los implicados en conflictos locales. Creo que, en el futuro, el fondo gubernamental que he mencionado podría hacerse cargo de estas cuestiones tan importantes. Tenemos que trabajar en ello, y pido al Gobierno que lo haga.

Debo subrayar que la creación de un fondo especial no exime a otras estructuras y niveles de gobierno de su responsabilidad. Espero que todos los departamentos federales, regiones y municipios sigan prestando la máxima atención a los veteranos, los militares y sus familias. En este sentido, me gustaría dar las gracias a los líderes de las regiones, a los alcaldes, a los jefes de las regiones, que se reúnen constantemente con la gente, incluidos los que viajan a la línea de contacto, y apoyan a sus compatriotas.

¿Qué desearía destacar en particular? Hoy en día, los militares profesionales, los soldados movilizados y los voluntarios soportan juntos las penurias del frente: hablamos de suministros y equipos, subsidios y pagos del seguro en relación con sus heridas, y atención médica. Sin embargo, los reclamos que tanto yo como los gobernadores recibimos –también me informan a mí– ante la fiscalía militar y el Defensor de los Derechos Humanos demuestran que no todas estas cuestiones se han resuelto. Cada caso individual tiene que resolverse.

Y una cosa más: el servicio en una zona de operaciones militares especiales –todo el mundo lo entiende muy bien– está relacionado con un enorme estrés físico y psicológico, con un riesgo diario para la salud y la vida. Por lo tanto, creo que es necesario establecer un permiso regular de al menos 14 días para los militares movilizados, y en general, para todos los participantes de la operación militar especial, incluidos los voluntarios, al menos una vez cada seis meses, sin tener en cuenta el tiempo de viaje, para que cada soldado tenga la oportunidad de visitar a su familia, de estar con sus parientes y seres queridos.

Hacer todo lo posible por ganar

Estimados colegas:

Como sabéis, por Decreto del Presidente tenemos el Plan de Construcción y Desarrollo de las Fuerzas Armadas para 2021-2025. Se está trabajando para implementarlo; se están haciendo los ajustes necesarios. Y quiero hacer hincapié en que nuestros futuros pasos para fortalecer el Ejército y la Armada, así como el desarrollo actual y futuro de las Fuerzas Armadas deben basarse, sin duda, en la experiencia real de combate adquirida durante una operación militar especial. Es extremadamente importante para nosotros, es más, absolutamente inestimable.

Ahora, por ejemplo, el nivel de equipamiento de las fuerzas de disuasión nuclear de Rusia con los últimos sistemas supera el 91%, el 91,3%. Y ahora, repito, con la experiencia adquirida, debemos alcanzar el mismo nivel de alta calidad en todos los componentes de las Fuerzas Armadas.

Los oficiales y sargentos que se hayan distinguido como mandos competentes, modernos y resolutivos –que son muchos– serán promovidos prioritariamente a grados superiores, a academias militares superiores, para servir de poderosa reserva de cuadros a las Fuerzas Armadas. Y, por supuesto, deben ser solicitados en todos los niveles de gobierno. Simplemente quiero llamar la atención de mis colegas sobre esto. Esto es muy importante. La gente debe comprender que la Patria aprecia su contribución a la defensa de la Patria.

Aplicaremos activamente las tecnologías más avanzadas que elevarán el potencial cualitativo del ejército y la marina. Tenemos tales desarrollos, muestras de armas y equipos en todos los campos. Muchos de ellos son considerablemente superiores a sus análogos extranjeros. Nuestra tarea ahora es lanzar su producción en serie y en masa. Aumentamos constantemente el ritmo de este trabajo. Lo hacemos en nuestra propia –quiero subrayarlo– base científica e industrial rusa, mediante la participación activa de pequeñas y medianas empresas de alta tecnología en el cumplimiento de los pedidos estatales de defensa.

En la actualidad, nuestras fábricas, oficinas de diseño y equipos de investigación emplean tanto a especialistas experimentados como a un número cada vez mayor de jóvenes con talento, cualificados y orientados hacia el avance, fieles a la tradición de los armeros rusos: hacer todo lo posible por ganar.

Reforzaremos definitivamente las garantías para la mano de obra. Esto se aplica también a los salarios y a la seguridad social. Propongo lanzar un programa especial de viviendas de alquiler preferente para los trabajadores de la industria de defensa. El precio del alquiler para ellos será significativamente más bajo que el del mercado, ya que una parte importante del alquiler correrá a cargo del Estado.

Por supuesto, hemos discutido esta cuestión con el Gobierno. Doy instrucciones para que elaboremos todos los detalles de este programa y, sin demora, comencemos a construir este tipo de viviendas de alquiler, en primer lugar, por supuesto, en las ciudades donde se encuentran nuestros importantes centros de defensa, industriales y de investigación.

Los enemigos nada han conseguido

Colegas, señoras y señores.

Como ya he dicho, Occidente ha abierto contra nosotros no sólo un frente militar, informativo, sino también económico. Pero no ha conseguido nada, ni conseguirá nada en ninguna parte. Además, los iniciadores de las sanciones se castigan a sí mismos: han provocado subidas de precios en sus propios países, pérdidas de puestos de trabajo, cierres de empresas y una crisis energética, y dicen a sus ciudadanos –podemos oírlo– que la culpa de todo la tienen los rusos.

¿Qué medios utilizaron contra nosotros en esta agresión de sanciones? Intentaron romper los lazos económicos con las empresas rusas, cortar los canales de comunicación del sistema financiero para exprimir nuestra economía, privarnos del acceso a los mercados de exportación, golpear nuestros ingresos. Esto incluye también el robo –no hay otra forma de decirlo– de nuestras reservas de divisas, los intentos de hundir el rublo y provocar una inflación devastadora.

Una vez más, las sanciones antirrusas son sólo un medio para alcanzar un fin. Y el fin, como declaran los propios dirigentes occidentales –cito textualmente– es “hacer sufrir” a nuestros ciudadanos. “Hacerles sufrir”, ¡qué humanistas! Quieren hacer sufrir a la gente, desestabilizando así nuestra sociedad desde dentro.

Pero sus cálculos no se materializaron: la economía y el sistema de gobierno rusos demostraron ser mucho más fuertes de lo que Occidente creía. Gracias a los esfuerzos conjuntos del Gobierno, el Parlamento, el Banco de Rusia, las regiones de la Federación y, por supuesto, la comunidad empresarial y los colectivos laborales, hemos garantizado la sostenibilidad de la situación económica, protegido a nuestros ciudadanos, salvado puestos de trabajo, evitado la escasez en el mercado, incluso de bienes esenciales, apoyado al sistema financiero y a los empresarios que invirtieron en el desarrollo de sus negocios y, por ende, en el desarrollo de nuestro país.

Así, el pasado mes de marzo lanzamos un paquete de medidas de apoyo a las empresas y a la economía por valor de alrededor de un billón de rublos. Quiero señalar: no se trata de una política de emisión, no, no, todo en nuestro país se está haciendo sobre una sólida base de mercado.

La economía rusa resiste

A finales de 2022, el Producto Interior Bruto cayó. El Presidente ha llamado y ha dicho que le gustaría que hablara de ello. Creo que esta información se dio a conocer ayer, y justo a tiempo, como debe ser, todo va según lo previsto.

Se nos pronosticó, recuerdan, una recesión económica del 20-25%, del 10%. Hace poco dijimos 2.9. Yo dije 2.9. Un poco más tarde, 2.5. El producto interior bruto en 2022 cayó un 2.1%, son los datos más recientes. Al mismo tiempo, les recuerdo que ya en febrero y marzo del año pasado, como he dicho, predijeron el colapso de la economía.

Las empresas rusas han reconstruido la logística y estrechado lazos con socios responsables y previsibles, y hay muchos de ellos en todo el mundo.

Debo señalar que la cuota del rublo ruso en nuestras liquidaciones internacionales se duplicó en comparación con diciembre de 2021 y alcanzó un tercio, que junto con las monedas de países amigos es más de la mitad.

Seguiremos trabajando con nuestros socios para establecer un sistema estable y seguro de liquidaciones internacionales, independiente del dólar y otras monedas de reserva occidentales, que inevitablemente perderán su carácter universal dadas las políticas de las élites y gobernantes occidentales. Somos nosotros quienes lo estamos haciendo todo con nuestras propias manos. No somos nosotros los que estamos recortando el dólar u otras monedas supuestamente universales, son ellos los que lo están haciendo todo con sus propias manos.

Hay una expresión popular que dice: cañones en vez de petróleo. La defensa del país es, por supuesto, la prioridad más importante, pero al abordar los retos estratégicos en este ámbito, no debemos repetir los errores del pasado, no debemos destruir nuestra propia economía. Tenemos todo lo necesario para garantizar la seguridad y crear las condiciones para el desarrollo constante del país. En esta lógica estamos actuando, y seguiremos haciéndolo.

Por ejemplo, el año pasado, varios sectores clave –subrayo los civiles– de la economía nacional no sólo se redujeron, sino que aumentaron considerablemente su producción. La construcción de viviendas superó los 100 millones de metros cuadrados por primera vez en la historia moderna de nuestro país.

En cuanto a nuestra producción agrícola, el año pasado registró un crecimiento de dos dígitos. Muchas gracias, saluden a los agricultores. Los agricultores rusos han recogido una cosecha récord: más de 150 millones de toneladas de cereales, entre ellas más de 100 millones de toneladas de trigo. Para finales del año agrícola, es decir, para el 30 de junio de 2023, podremos situar el volumen total de exportaciones de grano en 5,560 millones de toneladas.

Hemos superado todos los riesgos

Hace 10-15 años parecía un cuento de hadas, un plan absolutamente irrealizable. Si recuerdan –y seguro que algunos de los presentes lo recuerdan, el anterior Viceprimer Ministro y Ministro de Agricultura aquí presente– no hace tanto tiempo, se cosechaban 60 millones en general, año tras año, y ahora tendremos 55-60 millones solo en potencial de exportación. Estoy convencido de que tenemos todas las oportunidades para un avance similar en otras áreas.

No hemos permitido un desplome del mercado laboral, al contrario, hemos conseguido reducir el desempleo en las condiciones modernas. Hoy –en condiciones de tan grandes dificultades por todos lados– nuestro mercado laboral es más cómodo que antes. Recuerden, antes de la pandemia, nuestra tasa de desempleo era del 4.7%, pero ahora es del 3.7, creo. Señor Presidente, ¿qué es el 3.7? 3.7 es un mínimo histórico.

De nuevo, la economía rusa superó los riesgos que surgieron, los superó. Sí, muchos de estos riesgos no podían haberse calculado de antemano, tuvimos que responder literalmente sobre la marcha, a medida que surgían los problemas. Tanto a nivel gubernamental como empresarial, las decisiones se tomaron lo más rápidamente posible. Observo que la iniciativa privada y las pequeñas y medianas empresas desempeñaron aquí un papel enorme. Evitamos una excesiva regulación administrativa y una economía sesgada a favor del Estado.

¿Qué más es importante? El año pasado, la recesión económica sólo se registró en el segundo trimestre, mientras que en el tercero y el cuarto hubo crecimiento. De hecho, hemos entrado en un nuevo ciclo de crecimiento económico. Según los expertos, su modelo y estructura están siendo cualitativamente diferentes. Nuevos y prometedores mercados mundiales, incluida la RAP [Región Asia-Pacífico], nuestro propio mercado interior y nuestra base científica, tecnológica y de recursos humanos están pasando a primer plano: no el suministro de materias primas al extranjero, sino la producción de bienes con alto valor añadido. Esto nos permite liberar el enorme potencial de Rusia en todos los ámbitos y áreas.

Ya este año se prevé un sólido aumento de la demanda interna. Confío en que nuestras empresas aprovecharán esta oportunidad para aumentar la producción, fabricar los productos más populares y ocupar los nichos que han quedado vacantes o se están desocupando tras la marcha de las empresas occidentales.

Hoy vemos el panorama completo, comprendemos los problemas estructurales que tenemos que resolver en logística, tecnología, finanzas y recursos humanos. Hemos hablado mucho y constantemente de la necesidad de cambiar la estructura de nuestra economía en los últimos años, y ahora estos cambios son una necesidad vital, y está cambiando la situación, y en este caso para mejor. Sabemos lo que debemos hacer para garantizar que Rusia siga desarrollándose de manera constante, y que sea un desarrollo soberano e independiente que desafíe todas las presiones y amenazas externas, con una garantía creíble de la seguridad y los intereses del Estado.

Eliminar las tonterías

Me gustaría subrayar que el objetivo de nuestro trabajo no es adaptarnos a las condiciones actuales. El objetivo estratégico es llevar nuestra economía a nuevas fronteras. Todo está cambiando ahora, y cambiando muy, muy deprisa. Este es un momento de retos, pero también de oportunidades –hoy realmente lo es– y nuestro futuro depende de cómo las pongamos en práctica. Debemos eliminar –quiero subrayarlo– todas las contradicciones interdepartamentales, formalismos, rencores, malentendidos y demás tonterías. Todo es por la causa, todo es por el resultado: esto es lo que todo debe perseguir.

El lanzamiento con éxito de empresas rusas y pequeñas empresas familiares ya es una victoria. La apertura de fábricas modernas y kilómetros de nuevas carreteras, ya es una victoria. Una nueva escuela o jardín de infancia es una victoria. Los descubrimientos científicos y tecnológicos también son una victoria. Lo que cuenta es la contribución de todos al éxito general.

¿Dónde debemos centrar el trabajo conjunto del Estado, las regiones y las empresas nacionales?

En lo primero. Ampliaremos las prometedoras relaciones económicas exteriores y construiremos nuevos corredores logísticos. Ya hemos decidido ampliar la autopista Moscú–Kazán hasta Ekaterimburgo, Cheliábinsk y Tiumen, y en el futuro hasta Irkutsk y Vladivostok, con acceso a Kazajstán, Mongolia y China, lo que ampliará considerablemente nuestras relaciones económicas con los mercados del Sudeste Asiático.

Desarrollaremos los puertos de los mares Negro y de Azov. Prestaremos especial atención al corredor internacional Norte-Sur. Ya este año, los buques con un calado mínimo de 4,5 metros podrán pasar por el canal Volga-Caspio. Esto abrirá nuevas rutas para la cooperación empresarial con India, Irán, Pakistán y los países de Oriente Medio. Seguiremos desarrollando este corredor.

Nuestros planes incluyen la modernización acelerada de la dirección oriental de los ferrocarriles, el Transiberiano y el Baikal-Amur, así como el aumento de la capacidad de la Ruta Marítima Septentrional. No se trata sólo de flujos adicionales de mercancías, sino también de la base para resolver las tareas nacionales de desarrollo de Siberia, el Ártico y Extremo Oriente.

Las infraestructuras regionales, incluidas las comunicaciones, las telecomunicaciones y las redes de carreteras, recibirán un gran impulso. Para el año próximo, 2024, no menos del 85% de las carreteras de los grandes centros urbanos rusos y más de la mitad de las carreteras regionales e intermunicipales estarán en condiciones adecuadas. Estoy seguro de que lo conseguiremos.

También continuaremos con el programa de gasificación gratuita. Ya se ha decidido ampliarlo a las instalaciones sociales: guarderías y escuelas, clínicas, hospitales, unidades médicas y obstétricas. Y para los ciudadanos, dicho programa funcionará ahora de forma permanente: siempre podrán solicitar la conexión a la red de suministro de gas.

A partir de este año se iniciará un importante programa de construcción y reparación de las redes de viviendas y servicios públicos. En los próximos diez años está previsto invertir al menos 4,5 billones de rublos en este ámbito. Sabemos lo importante que es esto para los ciudadanos, lo descuidada que está esta esfera – tenemos que trabajar, y lo haremos. Es importante que el programa comience con fuerza, por lo que pido al Gobierno que garantice una financiación estable del mismo.

Garantizar crecimiento industrial

Segundo. Necesitamos ampliar significativamente las capacidades tecnológicas de la economía rusa y garantizar el crecimiento de la industria nacional.

Hemos puesto en marcha un programa de hipotecas industriales, y a partir de ahora se podrán obtener préstamos blandos no sólo para la compra de instalaciones de producción, sino también para su construcción y modernización. El importe de dicho préstamo se ha discutido muchas veces y queríamos aumentarlo; como primer paso, es una cantidad muy buena: hasta 500 millones de rublos. Se concede al tres o al cinco por ciento durante un máximo de siete años. Creo que es un programa muy bueno y hay que aprovecharlo.

Desde este año, también está en vigor un nuevo régimen para las agrupaciones industriales, con una carga fiscal y administrativa reducida para las empresas residentes, y la demanda de sus productos innovadores que acaban de entrar en el mercado está respaldada por pedidos a largo plazo y subvenciones del gobierno.

Se calcula que, para 2030, estas medidas deberían garantizar la ejecución de proyectos de gran demanda por valor de más de diez billones de rublos, con una inversión prevista de unos dos billones de rublos ya este año. Quisiera señalar que no se trata de meras previsiones, sino de puntos de referencia claramente establecidos.

Por eso pido al Gobierno que acelere al máximo la puesta en marcha de estos proyectos, que eche un hombro a la comunidad empresarial y ofrezca medidas de apoyo sistemáticas, incluidos incentivos fiscales. Sé que al bloque financiero no le gusta ofrecer ventajas, y comparto en parte esta postura: el sistema fiscal debe ser holístico, sin nichos ni exenciones, pero en este caso se requiere un enfoque creativo.

Por ejemplo, a partir de este año, las empresas rusas pueden reducir el pago del impuesto sobre los beneficios si compran soluciones y productos informáticos nacionales avanzados que utilicen inteligencia artificial. Además, estos gastos se tienen en cuenta con un coeficiente más elevado, una vez y media los costes reales. En otras palabras, por cada rublo invertido por la empresa en la compra de tales productos, como acabo de mencionar, hay una deducción fiscal de un rublo y medio.

Propongo ampliar esta desgravación fiscal a la compra de equipos rusos de alta tecnología en general. Pido al Gobierno que presente propuestas sobre la lista de tales equipos por industria en la que se utilizan y sobre el procedimiento de concesión de la exención. Se trata de una buena solución que revitalizará la economía.

No necesitamos mendingar dinero

Tercero. El tema más importante de la agenda para el desarrollo del crecimiento económico son las nuevas fuentes de financiación de la inversión, también estamos hablando mucho de ello.

Gracias a una sólida balanza de pagos, Rusia no necesita pedir prestado en el extranjero, inclinarse, mendingar dinero y luego mantener un largo diálogo sobre qué, cuánto y en qué condiciones devolverlo. Los bancos nacionales trabajan de forma constante y sostenible, con un sólido margen de seguridad.

En 2022, el volumen de préstamos bancarios al sector empresarial creció, ya ven, creció. Había muchos temores al respecto, pero el crecimiento se registró, y fue del 14%, es decir, más que en 2021, sin ninguna operación militar. En 2021, era del 11.7%, y ahora es del 14%. La cartera hipotecaria también ha subido un 20.4%. El desarrollo está en marcha.

El sector bancario en su conjunto obtuvo beneficios el año pasado. Sí, no fue tan grande como en años anteriores, pero fue decente: un beneficio de 203 mil millones de rublos. Esto también es un indicador de la sostenibilidad del sector financiero ruso.

Según las estimaciones, la inflación en Rusia se acercará al nivel objetivo del 4% ya en el segundo trimestre de este año. Permítanme recordarles que algunos países de la Unión Europea tienen un 12, 17 o 20%, mientras que en nuestro país es del cuatro o cinco por ciento –el Banco Central y el Ministerio de Finanzas lo están resolviendo entre ellos– pero se acercará al objetivo. Dada la dinámica positiva de éste y otros parámetros macroeconómicos, se están dando las condiciones objetivas para reducir los tipos de interés de los préstamos a largo plazo en la economía, lo que significa que el crédito para el sector real debería ser más accesible.

El ahorro a largo plazo de los ciudadanos es una fuente importante de recursos de inversión en todo el mundo, y también debemos fomentar su flujo hacia el sector de la inversión. Pido al Gobierno que acelere la introducción en la Duma Estatal de proyectos de ley para poner en marcha el correspondiente programa estatal ya en este mes de abril.

Es importante crear condiciones adicionales para que los ciudadanos inviertan y ganen dinero en casa, dentro del país. Al mismo tiempo, es necesario garantizar la seguridad de las inversiones de los ciudadanos en ahorros voluntarios para pensiones. Debería existir el mismo mecanismo que en el sistema de seguro de depósitos bancarios. Les recuerdo que esos depósitos de hasta un millón 400 mil rublos están asegurados por el Estado y su rentabilidad está garantizada. Sugiero que se duplique la cantidad para el ahorro voluntario para la jubilación: hasta dos millones 800 mil rublos. También debemos proteger las inversiones de los ciudadanos en otros instrumentos de inversión a largo plazo, incluso contra la posible quiebra de los intermediarios financieros.

Se necesitan soluciones distintas para atraer capital a las empresas de alto crecimiento y alta tecnología. Para ellas, habrá que apoyar la oferta de acciones en el mercado bursátil nacional, incluyendo incentivos fiscales tanto para las empresas como para los compradores de dichas acciones.

Empresa privada sólida

El elemento más importante de la soberanía económica es la libertad de empresa. Permítanme repetirlo: es la empresa privada la que, en medio de los intentos externos de contener a Rusia, ha demostrado que sabe adaptarse a un entorno que cambia rápidamente y garantizar el crecimiento económico en un entorno difícil. Por lo tanto, hay que apoyar toda iniciativa empresarial destinada a beneficiar al país.

En este sentido, me parece acertado volver a plantear la cuestión de la revisión de una serie de disposiciones del derecho penal en relación con el llamado corpus delicti económico. Por supuesto, el Estado tiene que controlar lo que ocurre en este ámbito y no podemos permitir permisividad al respecto, pero no hay que ir demasiado lejos. Es necesario avanzar más activamente hacia la despenalización que he mencionado. Confío en que el Gobierno, junto con el Parlamento, los organismos encargados de hacer cumplir la ley y las asociaciones empresariales lleven a cabo esta labor de forma coherente y exhaustiva.

Al mismo tiempo, pido al Gobierno que, en estrecho contacto con el Parlamento, proponga medidas adicionales para acelerar el proceso de despenalización de la economía. Las empresas, sobre todo en los sectores e industrias clave, deben operar bajo jurisdicción rusa: éste es un principio básico.

Y a este respecto, queridos colegas, una pequeña digresión filosófica. ¿Qué me gustaría decir por separado?

Recordamos los problemas y desequilibrios de la última economía soviética. Así, tras el colapso de la Unión Soviética, de su sistema planificado, en el caos de los años noventa, se empezó a crear una economía basada en las relaciones de mercado, en la propiedad privada, en general, y con razón. En gran medida, los países occidentales sirvieron aquí de ejemplo –como saben, tenían una docena de asesores– y parecía suficiente simplemente copiar sus modelos. Discutieron entre ellos, lo recuerdo: los europeos discutieron con los estadounidenses sobre cómo desarrollar la economía rusa.

¿Y qué ocurrió como resultado? Nuestra economía nacional se orientó en gran medida hacia Occidente, principalmente como fuente de materias primas. Había diferentes matices, por supuesto, pero en general, como fuente de materias primas. Las razones de ello también están claras: la nueva y emergente empresa rusa estaba, naturalmente, como todas las empresas de todos los demás países, centrada principalmente en obtener beneficios, y además rápidos y fáciles. ¿Y qué aportó? Precisamente la venta de recursos: petróleo, gas, metales, madera.

Pocos pensaron en ello, o tal vez no hubo oportunidad de invertir a largo plazo, por lo que otros sectores más complejos de la economía se desarrollaron poco. Y para romper esta tendencia negativa –todo el mundo lo vio perfectamente, en todos los gobiernos– nos llevó años, ajustar el sistema fiscal y realizar inversiones públicas a gran escala.

Corregir errores de los años 90

Aquí hemos logrado un cambio real y visible. Sí, hay un resultado, pero de nuevo hay que tener en cuenta la situación en la que se han desarrollado nuestras empresas, especialmente las grandes empresas. Las tecnologías están en Occidente, las fuentes financieras más baratas y los mercados rentables están en Occidente y, naturalmente, el capital empezó a fluir también hacia allí. Por desgracia, en lugar de ampliar la producción, comprar equipos y tecnología y crear nuevos puestos de trabajo aquí en Rusia, lo gastaron en fincas en el extranjero, yates y propiedades inmobiliarias de lujo.

Sí, luego empezaron a invertir en desarrollo, por supuesto, pero en la primera etapa, todo fue allí en gran parte para estos fines: para el consumo. Y donde hay riqueza, naturalmente, hay niños, su educación, su vida, su futuro. Y era muy difícil, casi imposible, que el Estado controlara e impidiera este desarrollo: vivíamos en un paradigma de libre mercado.

Los últimos acontecimientos lo han demostrado fehacientemente: la imagen de Occidente como refugio seguro y refugio de capitales ha resultado ser un fantasma, una falsedad. Y quienes no se dieron cuenta a tiempo, quienes veían a Rusia sólo como una fuente de ingresos y planeaban vivir principalmente en el extranjero, perdieron mucho: allí simplemente les robaron, e incluso les quitaron el dinero ganado legítimamente.

Una vez, a modo de broma –muchos de ustedes probablemente lo recuerden– les dije a los empresarios rusos: se cansarán de tragar polvo, corriendo por los tribunales y los despachos de los funcionarios occidentales, intentando salvar su dinero. Y así es exactamente como resultó.

Saben, añadiré una cosa muy importante, simple pero muy importante: ninguno de los ciudadanos de a pie del país, créanme, sintió pena por los que perdieron su dinero en bancos extranjeros, no sintió pena por los que perdieron sus yates, palacios en el extranjero, etcétera, etcétera, mientras que en las conversaciones de cocina la gente probablemente recordaba la privatización de los años 90, cuando las empresas creadas por todo el país se vendieron por nada, y el lujo ostentoso de las llamadas nuevas élites.

¿Qué más es fundamentalmente importante? En todos los años transcurridos desde el colapso de la Unión Soviética, Occidente no ha abandonado sus intentos de incendiar los Estados postsoviéticos y, lo que es más importante, de acabar definitivamente con Rusia como la mayor parte superviviente de nuestro espacio estatal histórico. Alentaron y azuzaron a terroristas internacionales contra nosotros, provocaron conflictos regionales a lo largo de nuestras fronteras, ignoraron nuestros intereses y utilizaron la disuasión y la represión económicas.

Y las grandes empresas rusas –por eso digo todo esto– son responsables del funcionamiento de empresas estratégicas, de miles de colectivos laborales, y determinan la situación social y económica de muchas regiones, lo que significa que cuando los gestores y propietarios de tales empresas se encuentran en situación de dependencia de gobiernos que aplican políticas poco amistosas hacia Rusia, ello supone una gran amenaza para nosotros, un peligro, un peligro para nuestro país. Una situación así no puede tolerarse.

Occidente o la Madre Patria

Sí, todo el mundo tiene elección: alguien querrá vivir sus días en una mansión embargada con las cuentas bloqueadas, alguien intentará encontrar un lugar, al parecer, en una atractiva capital occidental o en un centro turístico, en otro lugar cálido en el extranjero… es el derecho de cualquier persona, ni siquiera lo estamos invadiendo. Pero es hora de comprender que para Occidente esas personas han sido y seguirán siendo forasteros de segunda categoría con los que se puede hacer cualquier cosa, y el dinero, las conexiones y los títulos comprados de condes, pares y alcaldes no ayudarán en absoluto. Tienen que entenderlo: allí son de segunda clase.

Pero hay otra opción: estar con su Madre Patria, trabajar para sus compatriotas, no sólo para abrir nuevas empresas, sino también para cambiar la vida a su alrededor: en sus ciudades, en sus pueblos, en su país. Y tenemos muchos empresarios así, auténticos luchadores en los negocios: son ellos los que impulsarán el futuro de la empresa nacional. Todo el mundo debe entenderlo: tanto las fuentes de prosperidad como el futuro deben estar aquí, en nuestro país de origen, en Rusia.

Y entonces crearemos realmente una economía robusta y autosuficiente que no se cierre al mundo, sino que utilice todas sus ventajas competitivas. El capital ruso, el dinero que se genera aquí, debe trabajar para el país, para su desarrollo nacional. Hoy tenemos grandes perspectivas en el desarrollo de las infraestructuras, la industria manufacturera, el turismo nacional y muchos otros sectores.

Me gustaría que me escucharan quienes se han enfrentado a los hábitos voraces de Occidente: no tiene sentido y, sobre todo, es inútil tratar de ir por ahí con la mano tendida, arrastrándose, pidiendo el dinero, sobre todo ahora que se sabe muy bien con quién se está tratando. Ahora, no tiene sentido aferrarse al pasado, intentando reclamar dinero. Tienen que reconstruir su vida y su trabajo, tanto más cuanto que son personas fuertes –me refiero a los representantes de nuestra empresa, conozco a muchos de ellos personalmente y desde hace muchos años– que han pasado por una escuela de vida difícil.

Pongan en marcha nuevos proyectos, ganen dinero, inviertan en Rusia, inviertan en empresas y puestos de trabajo, ayuden a las escuelas y universidades, a la ciencia y la sanidad, a la cultura y el deporte. Así multiplicaran su capital y se ganaran el reconocimiento y la gratitud de la gente durante una generación, y el Estado y la sociedad los apoyarán sin duda.

Veamos esto como un precepto para nuestro negocio, un precepto para trabajar en la dirección correcta.

Preservar nuestra civilización original

Estimados colegas:

Rusia es un país abierto, pero una civilización original. No hay ninguna pretensión de exclusividad y superioridad en esta afirmación, pero esta civilización es nuestra, eso es lo principal. Nos ha sido transmitida por nuestros antepasados, y tenemos que preservarla para nuestros descendientes y transmitirla.

Desarrollaremos la cooperación con los amigos, con todos aquellos que estén dispuestos a trabajar conjuntamente, aprovecharemos lo mejor de todo ello pero sobre todo confiaremos en nuestro propio potencial, en la energía creativa de la sociedad rusa, en nuestras propias tradiciones y valores.

Y aquí me gustaría hablar del carácter de nuestro pueblo: siempre se ha distinguido por su generosidad, desprendimiento, misericordia y compasión, y Rusia, como país, refleja plenamente estos rasgos en sí misma. Sabemos ser amigos, cumplir nuestra palabra, no defraudar nunca a nadie y permanecer siempre a nuestro lado en una situación difícil, y nunca dudamos en acudir en ayuda de los que tienen problemas.

Todo el mundo recuerda cómo, durante la pandemia, fuimos los primeros, de hecho, en apoyar a algunos países europeos, entre ellos Italia y otros Estados, durante las semanas más difíciles del brote de cólera. No olvidemos tampoco cómo acudimos en ayuda del terremoto en Siria, en Turquía.

El pueblo de Rusia es el fundamento de la soberanía del país, la fuente del poder. Los derechos y libertades de nuestros ciudadanos son inviolables, están garantizados por la Constitución, y a pesar de los desafíos y amenazas externas, no retrocederemos ante ellos.

A este respecto, me gustaría subrayar que las elecciones locales y regionales de este mes de septiembre y las elecciones presidenciales de 2024 se celebrarán respetando estrictamente la ley y siguiendo todos los procedimientos democráticos y constitucionales.

Las elecciones son siempre diferentes enfoques para resolver los problemas sociales y económicos. Al mismo tiempo, las principales fuerzas políticas están consolidadas y unidas en lo principal, y lo principal y fundamental para todos nosotros es la seguridad y el bienestar del pueblo, la soberanía y los intereses nacionales.

El derecho de Rusia a ser fuerte

Quiero agradecerles esta postura responsable y firme y recordarles las palabras del patriota y estadista Piotr Arkadievich Stolypin, pronunciadas en la Duma Estatal hace más de cien años, pero que están muy en sintonía con nuestros tiempos. Dijo: “En la defensa de Rusia todos debemos unirnos, coordinar nuestros esfuerzos, nuestros deberes y nuestros derechos para defender un derecho supremo histórico: el derecho de Rusia a ser fuerte”.

Entre los voluntarios que están ahora en primera línea se encuentran miembros de la Duma Estatal y de los parlamentos regionales, representantes de autoridades ejecutivas de diversos niveles, municipios, ciudades, distritos y asentamientos rurales. Todos los partidos parlamentarios y las principales asociaciones públicas están participando en la recogida de suministros humanitarios y ayudando en el frente.

Gracias una vez más, gracias por esta postura patriótica.

El autogobierno local –el nivel de autoridad pública más cercano a la gente– desempeña un enorme papel en el fortalecimiento de la sociedad civil y en la resolución de los problemas cotidianos. De su labor depende en gran medida la confianza en el Estado en su conjunto, el bienestar social de los ciudadanos y su confianza en el éxito del desarrollo de todo el país.

Pido a la Administración Presidencial que, junto con el Gobierno, presente propuestas sobre la creación de instrumentos de apoyo directo a los mejores equipos y prácticas de gestión en los municipios grandes, medianos y pequeños.

El libre desarrollo de la sociedad significa nuestra disposición a asumir responsabilidades por nosotros mismos, por nuestros seres queridos y por nuestro país. Estas cualidades comienzan en la infancia, en la familia. Por supuesto, el sistema educativo y la cultura nacional son sumamente importantes para la consolidación de nuestros valores comunes y nuestra identidad nacional.

Utilizando los recursos del Fondo de Subvenciones Presidenciales, el Fondo de Iniciativas Culturales, el Instituto de Desarrollo de Internet y otras herramientas, el Gobierno apoyará todas las formas de exploración creativa: arte moderno y tradicional, realismo y vanguardia, clásicos e innovación. No se trata de géneros y tendencias. La cultura tiene la misión de servir al bien, a la belleza, a la armonía, de reflexionar sobre las cuestiones a veces muy complicadas y controvertidas de la vida y, lo que es más importante, de no destruir la sociedad, sino de despertar las mejores cualidades humanas.

El desarrollo de la esfera cultural será una de las prioridades de la reactivación de la vida pacífica en Donbass y Novorossia. Aquí habrá que restaurar, reparar y equipar cientos de instituciones culturales, incluidas colecciones y edificios de museos, cosas que den a la gente la oportunidad de sentir la interconexión del pasado y el presente, de vincular esto con el futuro, de sentir que pertenecen al único espacio cultural, histórico y educativo de la centenaria y gran Rusia.

Debemos mejorar seriamente la calidad de los cursos escolares y universitarios, principalmente en humanidades –historia, ciencias sociales, literatura, geografía–, para que los jóvenes puedan aprender todo lo posible sobre Rusia, su gran pasado, nuestra cultura y nuestras tradiciones.

Tenemos una generación joven muy brillante y con talento, dispuesta a trabajar por el bien del país en la ciencia, la cultura, los asuntos sociales, la empresa y la administración pública. Es a ellos a quienes el concurso “Líderes de Rusia”, así como el concurso “Líderes del Renacimiento”, actualmente en curso en nuevas entidades constitutivas de la Federación, abre nuevos horizontes de crecimiento profesional.

La defensa de la Patria también es una escuela

Me gustaría señalar que varios de los ganadores y finalistas de estos proyectos han sido voluntarios en unidades de combate, y muchos de ellos trabajan ahora en los territorios liberados, ayudando a mejorar la situación económica y social, al tiempo que actúan profesionalmente, con determinación y valentía.

En general, no hay nada que pueda sustituir a la escuela de operaciones de combate. La gente sale de allí diferente, y está dispuesta a dar su vida por la patria, independientemente de dónde trabaje.

Me gustaría subrayar que aquellos que nacieron y crecieron en Donbass y Novorossiya y lucharon por ellas serán el principal apoyo, deberían ser el pilar principal en el trabajo general de desarrollo de estas regiones. Quiero dirigirme a ellos y decirles: Rusia cuenta con vosotros.

Dados los enormes desafíos a los que se enfrenta nuestro país, debemos emprender una profunda revisión de nuestro enfoque del sistema de formación de personal y de nuestra política científica y tecnológica.

En el reciente Consejo de Ciencia y Educación, hablamos de la necesidad de establecer prioridades claras y concentrar los recursos en la producción de resultados científicos específicos y de importancia fundamental, especialmente en aquellas áreas en las que contamos con una buena base y que son críticas para la vida del país, como el transporte, la energía, el sistema de vivienda y servicios públicos, la medicina, la agricultura y la industria.

Las nuevas tecnologías se basan casi siempre en la investigación básica, la investigación básica una vez realizada, y en este ámbito, al igual que en la cultura –quiero insistir en ello– debemos dar a los científicos, a los investigadores, más libertad para la creatividad. No se nos puede obligar a todos a meternos en el lecho de Procusto (impositvo) de los resultados del mañana. La ciencia básica tiene sus propias leyes.

Yo añadiría que establecer y resolver tareas ambiciosas es un poderoso incentivo para que los jóvenes se dediquen a la ciencia, una oportunidad para demostrar que eres un líder, que eres el mejor del mundo. Y nuestros equipos científicos tienen mucho de lo que enorgullecerse.

El pasado diciembre me reuní con jóvenes investigadores. Una de las cuestiones que plantearon fue la de la vivienda. Es una forma muy prosaica, pero es importante. Ya tenemos certificados de vivienda para jóvenes científicos. El año pasado se destinaron mil millones de rublos más a este fin. Encargo al Gobierno que identifique reservas para ampliar este programa.

En los últimos años, el prestigio y la autoridad de la enseñanza profesional secundaria han aumentado considerablemente. La demanda de graduados de escuelas y colegios técnicos es enorme. Si nuestra tasa de desempleo ha caído a un mínimo histórico, el 3.7%, significa que hay gente trabajando y que necesitamos nuevo personal.

Formación profesional cualificada

Creo que tenemos que ampliar sustancialmente el proyecto “Profesionalismo”, en cuyo marco se están creando agrupaciones de educación y producción, se están actualizando las instalaciones de formación, y las empresas y los empresarios, en estrecho contacto con las universidades y las escuelas técnicas, están configurando programas educativos basados en las necesidades de la economía. Y, por supuesto, es muy importante que a este ámbito lleguen mentores con experiencia en la producción real y compleja.

El objetivo es concreto: en los próximos cinco años, debemos formar alrededor de un millón de trabajadores cualificados para la electrónica, la robótica, la construcción de maquinaria, la metalurgia, la industria farmacéutica, la agricultura y el complejo militar–industrial, la construcción, el transporte, la industria nuclear y otras industrias clave para la seguridad, la soberanía y la competitividad de Rusia.

Por último, una cuestión muy importante es nuestro sistema de enseñanza superior. También aquí se necesitan cambios significativos, dadas las nuevas necesidades de especialistas en la economía, los sectores sociales y todas las esferas de nuestra vida. Necesitamos una síntesis de lo mejor del sistema educativo soviético y de la experiencia de las últimas décadas.

En este sentido, proponemos lo siguiente.

Primero: volver a la formación básica tradicional de especialistas con estudios superiores en nuestro país. El periodo de estudios podría ser de cuatro a seis años. Incluso dentro de una misma profesión y una misma universidad, podrían ofrecerse programas con distinta duración de formación, en función de la profesión concreta, el sector y la demanda del mercado laboral.

En segundo lugar, si una profesión requiere formación adicional o especialización, el joven puede continuar su formación en un máster o programa de residencia.

En tercer lugar, los estudios de postgrado se convertirán en un nivel independiente de la educación profesional, para formar personal para el trabajo científico y docente.

Quiero subrayar que la transición al nuevo sistema debe ser fluida. El Gobierno, junto con los parlamentarios, tendrá que introducir numerosas modificaciones en la legislación sobre educación, mercado laboral, etcétera. Todo debe pensarse y elaborarse hasta el último detalle. Los jóvenes, nuestros ciudadanos, deben tener nuevas oportunidades de educación de calidad, de empleo y de crecimiento profesional. Repito: oportunidades, no problemas.

Y subrayo: los alumnos que están estudiando ahora podrán continuar su formación en el marco de los programas existentes. Y el nivel de formación y los diplomas de educación superior de los ciudadanos que ya han completado el actual programa de licenciatura, especialización o máster no serán objeto de revisión. No deben perder sus derechos. Pido al Frente Popular Panruso que tome bajo su control especial todas las cuestiones relacionadas con los cambios en la enseñanza superior.

Este año ha sido declarado “Año del Profesor y el Mentor en Rusia”. Los profesores están directamente implicados en la construcción del futuro del país, y es importante elevar el perfil público de la enseñanza, para que los padres hablen más a sus hijos sobre el aprecio a los profesores, y los profesores hablen más sobre el respeto y el amor a los padres. Recordémoslo siempre.

Mejorar el bienestar de las familias rusas

Me centraré por separado en el apoyo a la infancia y a las familias rusas.

Me gustaría señalar que en los últimos años, el llamado presupuesto infantil, o la cantidad de gasto presupuestario para apoyar a las familias en Rusia, ha crecido a pasos agigantados. Es la sección que más rápido crece del principal documento financiero del país: el presupuesto, la Ley de Presupuestos. Quiero dar las gracias a los parlamentarios y al Gobierno por esta comprensión unificada y consolidada de nuestras prioridades nacionales.

A partir del 1 de febrero, el capital de maternidad en Rusia volvió a indexarse, como dijimos, por la tasa de inflación real del año pasado, es decir, en un 11.9%. Las ciudadanas rusas que viven en las nuevas entidades constitutivas ahora también pueden acogerse a esta medida de ayuda. Propongo proporcionar capital de maternidad en las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk y en las regiones de Zaporozhye y Kherson a las familias que hayan tenido hijos desde 2007, es decir, desde que se introdujo el programa en toda Rusia. Permítanme recordarles que tomamos la misma decisión en su momento para los residentes de Crimea y Sebastopol.

Seguiremos aplicando programas a gran escala destinados a mejorar el bienestar de las familias rusas.

Quisiera subrayar que el Gobierno y las entidades constitutivas de la Federación se han fijado la tarea específica de garantizar un crecimiento tangible de los salarios reales en Rusia.

Un indicador importante, un punto de referencia, es el salario mínimo, como bien sabemos. El año pasado se aumentó dos veces, casi un 20%.

Seguiremos aumentando el salario mínimo a un ritmo más rápido que la inflación y el crecimiento salarial. Desde principios de este año, el salario mínimo se ha indexado un 6.3%.

El 1 de enero del año que viene, además del aumento previsto, propongo otro aumento de un diez por ciento adicional. Así, el salario mínimo aumentará un 18.5%, hasta los 19,242 rublos.

Pasemos ahora a la puesta a punto del sistema fiscal en interés de las familias rusas: desde el año pasado, las familias con dos o más hijos están exentas de pagar impuestos sobre la venta de viviendas si deciden comprar un piso o una casa nuevos y más grandes.

Tenemos que utilizar estos instrumentos de forma más activa –se ha demostrado que tienen demanda– para que las familias dispongan de más dinero en sus presupuestos y puedan resolver sus problemas más importantes y urgentes.

Propongo aumentar la cuantía de la deducción fiscal social: para la educación de los hijos, de los 50 mil actuales a 110 mil rublos al año, y para el coste de su propia educación, así como el tratamiento y la compra de medicamentos, de 120 mil a 150 mil rublos. El Estado devolverá a los ciudadanos el 13% de estas cantidades incrementadas con cargo al impuesto sobre la renta que pagaron.

Y, por supuesto, es necesario no sólo elevar la cuantía de la deducción, sino también aumentar su relevancia, para que la deducción se proporcione de forma proactiva, rápida y a distancia, no gravosa para los ciudadanos.

Más aún: el bienestar y la calidad de vida de las familias rusas, y por tanto la situación demográfica, dependen directamente del estado de cosas en el ámbito social.

Renovar la infraestructura social

Sé que muchas entidades constitutivas de la Federación están dispuestas a acelerar considerablemente la renovación de las infraestructuras sociales, las instalaciones culturales y deportivas, el reasentamiento de viviendas de emergencia y el desarrollo integral de las zonas rurales. Sin duda, esto contará con nuestro apoyo.

Para ello utilizaremos el siguiente mecanismo: las regiones pueden recibir y utilizar los fondos para proyectos nacionales reservados en el presupuesto federal para 2024 mediante préstamos del Tesoro sin intereses, que se reembolsarán automáticamente el próximo mes de abril. Es una buena herramienta.

Mantendremos este asunto bajo control constante y rápido, y pido a la Comisión de Economía y Finanzas del Consejo de Estado que se implique en esta labor.

No queremos precipitarnos y perseguir volúmenes, sobre todo no en detrimento de la calidad de las instalaciones que se construyan. Esto es especialmente importante para la modernización de la atención primaria, un programa a gran escala que lanzamos en 2021. Pido al Gobierno y a los dirigentes regionales que no olviden que el criterio principal –he hablado de ello muchas veces– no son las cifras de los informes, sino los cambios concretos, visibles y tangibles en la disponibilidad y la calidad de la atención médica.

También ordeno al Gobierno que ajuste el marco normativo para organizar la adquisición de ambulancias con un conjunto de equipos de diagnóstico. Estos vehículos permiten realizar revisiones médicas y exámenes preventivos directamente en empresas, escuelas, instituciones y comunidades remotas.

Hemos puesto en marcha un gran programa de renovación de escuelas. A finales de este año se habrán saneado en total casi tres mil quinientos edificios escolares. Quiero señalar que la mayoría de ellos están situados en zonas rurales y lo hemos hecho a propósito. Este año este tipo de trabajo también se lleva a cabo en las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, en las regiones de Kherson y Zaporozhye. Es significativo y visible, la gente ve realmente lo que está ocurriendo. Esto está muy bien.

A partir de 2025, los fondos federales se asignarán de forma regular y sistemática a las regiones para la reparación y renovación de guarderías, escuelas, centros de formación profesional y colegios, con el fin de evitar situaciones en las que los edificios se encuentren en estado ruinoso.

Además, nos hemos fijado el ambicioso objetivo de construir más de 1,300 nuevas escuelas entre 2019 y 2024; 850 de ellas ya se han inaugurado. Está previsto poner en servicio otras 400 este año. Pido a las regiones que se atengan a estos planes. El importe de la financiación federal para este programa, de 2019 a 2024, es de casi 490 mil millones de rublos. No vamos a reducir estos gastos, los mantendremos todos.

Este año hemos aumentado el importe de los préstamos presupuestarios para infraestructuras. Quiero subrayar que vamos a asignar 250 mil millones de rublos adicionales –no como habíamos previsto antes, sino 250 mil millones de rublos adicionales– para desarrollar el transporte, los servicios públicos y otras infraestructuras en las regiones.

Transporte y medio ambiente

Doy instrucciones al Gobierno para que destine 50 mil millones de rublos más a la modernización del transporte público en las regiones de la Federación, utilizando la tecnología más moderna. Al mismo tiempo, pido que se preste especial atención a las ciudades pequeñas y a las zonas rurales.

Ya hemos decidido prorrogar hasta 2030 el proyecto “Aire Limpio” para mejorar la situación medioambiental en los mayores centros industriales. Quisiera llamar la atención de las empresas industriales y de las autoridades regionales y locales sobre el hecho de que la tarea de reducir sustancialmente las emisiones nocivas sigue estando en el orden del día.

Me gustaría añadir que hemos avanzado mucho en la reforma de la industria de gestión de residuos. Estamos aumentando nuestra capacidad de reciclaje y clasificación para avanzar hacia una economía de ciclo cerrado. La prioridad es seguir eliminando los antiguos vertederos y los lugares peligrosos de daños acumulados. Pido al Gobierno que, junto con las regiones, prepare una lista de las instalaciones que se eliminarán una vez concluido el programa actual.

También continuaremos la rehabilitación de masas de agua únicas, entre ellas el Baikal y el Volga, y a medio plazo ampliaremos esta labor a algunos de nuestros ríos, como el Don, el Kama, el Irtysh, el Ural, el Terek, el Voljov y el Neva, y el lago Ilmen. No debemos olvidarnos de nuestros ríos medianos y pequeños. Llamo la atención de todos los niveles de gobierno sobre esto.

Siguiendo las instrucciones dadas anteriormente, también se ha preparado un proyecto de ley sobre el desarrollo del turismo en zonas protegidas. Lo hemos discutido recientemente con colegas del Gobierno. Debe definir claramente qué y dónde podemos y qué no podemos construir y, en general, los principios de la industria del ecoturismo. Es una cuestión muy importante para nuestro país. Pido a la Duma Estatal que acelere el examen de este proyecto de ley.

Ahora unas palabras más sobre lo que ocurre a nuestro alrededor.

EEUU deterioró las relaciones con Rusia

Queridos colegas, me gustaría centrarme en un tema más.

A principios de febrero de este año hubo una declaración de la Alianza del Atlántico Norte con una exigencia de facto de que Rusia, como ellos decían, volviera a cumplir el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, lo que incluía permitir inspecciones de nuestras instalaciones de defensa nuclear. Pero ni siquiera sé cómo llamarlo. Es un teatro del absurdo.

Sabemos que Occidente ha participado directamente en los intentos del régimen de Kiev de atacar nuestras bases aéreas estratégicas. Los drones utilizados para este fin fueron equipados y mejorados con la ayuda de especialistas de la OTAN. ¿Y ahora también quieren inspeccionar nuestras instalaciones de defensa? En las condiciones actuales de la confrontación, esto parece una simple tontería.

Al mismo tiempo -llamo especialmente la atención sobre esto- no se nos permite llevar a cabo inspecciones completas en virtud de este tratado. Nuestras reiteradas peticiones para inspeccionar determinadas instalaciones quedan sin respuesta o son rechazadas por motivos formales, y no podemos verificar nada adecuadamente en la otra parte.

Me gustaría subrayar: Estados Unidos y la OTAN dicen explícitamente que su objetivo es infligir una derrota estratégica a Rusia. ¿Y qué? ¿después de eso van a pasearse por nuestras instalaciones de defensa, incluidas las más nuevas, como si no hubiera pasado nada? Hace una semana firmé, por ejemplo, un decreto sobre la puesta en servicio de combate de los nuevos complejos estratégicos terrestres. ¿También van a meter las narices ahí? ¿Y creen que les vamos a dejar entrar sin más?

Al emitir su declaración colectiva, la OTAN ha hecho de hecho una oferta para convertirse en parte del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. Estamos de acuerdo con esto, por favor. Además, pensamos que esa formulación de la cuestión es necesaria desde hace mucho tiempo, porque la OTAN, permítanme recordárselo, tiene más de una potencia nuclear, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia también tienen arsenales nucleares, los están mejorando y desarrollando y también están dirigidos contra nosotros. Las últimas declaraciones de sus dirigentes no hacen más que confirmarlo, escuchen.

No podemos ni debemos ignorar esto, especialmente hoy. Como tampoco podemos ignorar el hecho de que el primer Tratado de Reducción de Armas Estratégicas fue firmado por la Unión Soviética y Estados Unidos en 1991 en una situación fundamentalmente diferente: en una situación de reducción de la tensión y aumento de la confianza mutua. Posteriormente, nuestras relaciones alcanzaron un nivel en el que Rusia y Estados Unidos declararon que ya no se consideraban adversarios. Notablemente, ha sido algo muy positivo.

El colmo de la estupidez occidental

El tratado en vigor en 2010 contiene disposiciones cruciales sobre la indivisibilidad de la seguridad, sobre la vinculación directa entre las armas estratégicas ofensivas y defensivas. Todo esto hace tiempo que se olvidó, Estados Unidos se retiró del Tratado ABM, como saben, todo pertenece al pasado. Nuestras relaciones, lo que es muy importante, se han deteriorado, y esto es enteramente mérito de Estados Unidos.

Fueron ellos quienes, tras el colapso de la Unión Soviética, se propusieron revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, construir un mundo a la estadounidense en el que sólo hubiera un amo, un señor. Para ello, comenzaron a destruir descaradamente todos los fundamentos del orden mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial con el fin de negar el legado tanto de Yalta como de Potsdam. Paso a paso comenzaron a revisar el orden mundial establecido, desmantelaron los sistemas de seguridad y de control de armamentos y planificaron y llevaron a cabo toda una serie de guerras en todo el mundo.

Y todo, repito, con un objetivo en mente: romper la arquitectura de las relaciones internacionales posterior a la Segunda Guerra Mundial. Esto no es una forma de hablar: así es como sucede en la práctica, en la vida: después del colapso de la URSS, quieren fijar su dominio global para siempre, sin tener en cuenta los intereses de la Rusia moderna y los intereses de otros países, también.

Por supuesto, la situación en el mundo después de 1945 ha cambiado. Se han formado y se están desarrollando rápidamente nuevos centros de desarrollo e influencia. Se trata de un proceso natural y objetivo que no puede ignorarse. Pero es inaceptable que Estados Unidos haya empezado a remodelar el orden mundial sólo para sí mismo, exclusivamente en su propio y egoísta interés.

Ahora están enviando señales a través de los representantes de la OTAN, y de hecho están dando un ultimátum: “Tú, Rusia, haz todo lo que has acordado, incluido el Tratado START, incondicionalmente, y nosotros nos comportaremos como queramos”. Dicen que no hay conexión entre la cuestión del START y, por ejemplo, el conflicto de Ucrania y otras acciones hostiles de Occidente contra nuestro país, y que no hay declaraciones rotundas de que quieran infligirnos una derrota estratégica. Esto es el colmo de la hipocresía y el cinismo o el colmo de la estupidez. Pero no se les puede llamar idiotas, al fin y al cabo no son gente estúpida. Quieren derrotarnos estratégicamente e irrumpir en nuestras instalaciones nucleares.

Rusia suspende tratado START

Así que me veo obligado a anunciar hoy que Rusia suspende su participación en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. Repito: Rusia no se retira del Tratado, no, suspende su participación. Pero antes de volver a discutir esta cuestión, tenemos que entender por nosotros mismos qué es lo que reclaman países de la Alianza del Atlántico Norte, como Francia y el Reino Unido, y cómo tendremos en cuenta sus arsenales estratégicos, es decir, la capacidad de ataque agregada de la alianza.

Ahora, con su declaración, esencialmente han hecho una oferta para participar en este proceso. Gracias a Dios, ¡vamos, no nos importa! No hay necesidad de intentar mentir de nuevo a todo el mundo, de jugar el papel de defensores de la paz y la distensión. Conocemos todas las bases: sabemos que la garantía expira para algunos tipos de cabezas nucleares estadounidenses. Sabemos a ciencia cierta que, en este sentido, algunas personas en Washington están pensando en posibles pruebas naturales de sus armas nucleares, teniendo en cuenta el hecho de que EEUU está desarrollando nuevos tipos de cabezas nucleares. Se dispone de esa información.

En esta situación, el Ministerio de Defensa de Rusia y Rosatom deben garantizar la preparación para probar las armas nucleares rusas. Por supuesto, no seremos los primeros en hacerlo, pero si EEUU las prueba, nosotros también lo haremos. Nadie debe hacerse ilusiones peligrosas de que la paridad estratégica mundial pueda ser destruida.

Colegas, respetados ciudadanos de Rusia:

Hoy estamos recorriendo juntos un camino difícil, arduo, y superando juntos también todas las dificultades. No podía ser de otro modo, porque nos educaron con el ejemplo de nuestros grandes antepasados y debemos honrar sus legados, que se transmiten de generación en generación. Sólo avanzamos gracias a nuestra devoción a la Patria, a nuestra voluntad y a nuestra unidad.

Por la Patria, por la verdad y la justicia

Esta unidad se ha manifestado literalmente desde los primeros días de la Operación Militar Especial: cientos de voluntarios, representantes de todos los pueblos de nuestro país acudieron a las oficinas de registro y alistamiento militar, decidieron unirse a los defensores de Donbass y luchar por su tierra natal, por la Patria, por la verdad y la justicia. Soldados de todas las regiones de nuestra patria multinacional luchan hombro con hombro en el frente. Sus oraciones son en diferentes idiomas, pero todas son por la victoria, por sus compañeros de armas, por la Patria.

Su duro trabajo bélico, su hazaña encuentran una poderosa resonancia en toda Rusia. La gente apoya a nuestros combatientes, no quiere, no puede mantenerse al margen. El frente pasa ahora por el corazón de millones de nuestro pueblo, envían al frente medicinas, equipos de comunicación, transporte, ropa de abrigo, redes de camuflaje, etc., todo lo que ayuda a mantener con vida a nuestros muchachos.

Sé cómo las cartas de los niños, de los escolares, infunden ánimo a los soldados del frente. Las toman como lo más querido en la batalla porque la sinceridad y la pureza de los deseos de los niños les conmueven hasta las lágrimas, hacen que los soldados se den cuenta de por qué están luchando y a quién están protegiendo.

La atención con que los voluntarios rodean a los soldados y sus familias, así como a los civiles, es también muy importante para ellos. Desde el comienzo de la operación especial, han actuado con valentía y determinación: bajo el fuego y los bombardeos, han sacado de los sótanos a niños, ancianos y a todos los necesitados, han llevado alimentos, agua y ropa a los puntos calientes, han creado centros de ayuda humanitaria para los refugiados, han ayudado en los hospitales de campaña y en la línea de contacto, con gran riesgo personal, han salvado y siguen salvando a otros.

Sólo el Frente Popular ha recaudado más de 5 mil millones de rublos en el marco de la campaña “¡Todo por la victoria!”. Este flujo de donaciones es constante. La contribución de todos es igualmente importante: tanto de grandes empresas como de emprendedores, pero resulta especialmente conmovedor e inspirador cuando personas con ingresos modestos transfieren parte de sus ahorros, salarios y pensiones. Semejante unidad para ayudar a nuestros guerreros, civiles en zona de guerra y refugiados, tiene muchísimo valor.

Gracias por este apoyo sincero, esta unidad y este apoyo mutuo. No se pueden exagerar.

Rusia estará a la altura de cualquier desafío, porque todos somos un solo país, un gran pueblo unido. Estamos seguros de nosotros mismos, estamos seguros de nuestras fuerzas. La verdad nos respalda.

Gracias.

(*) Traducción no oficial. Discurso anual del Presidente de Rusia ante la Asamblea Federal (el Parlamento ruso).