Las mentiras de un traidor a la Patria Por Glenn Sambola

Las mentiras de un traidor a la Patria Por Glenn Sambola

En un artículo publicado el 17 de marzo pasado por el Miami Herald, Eddy Acevedo, Director de Comunicaciones y Políticas del Instituto McCain, expresa lo que solo puede describirse como un irresponsable y miope divagar de mentiras.

Aunque el artículo se titula “Apuntar a aquellos en el sector privado de Nicaragua que habilitan el régimen corrupto de Ortega”, Acevedo principalmente repite una serie de falsedades y slogans de ataque, constantemente difundidos por el movimiento antisandinista con sede en Miami y la oposición política de Nicaragua. Tales mentiras abarcan desde bases de espionaje, supuesto entorpecimiento de los esfuerzos para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, inventados desafíos a las libertades democráticas, corrupción, fraude electoral, etc., etc., etc. Muchas de las mismas tonterías se han recogido y reciclado desde la Revolución Popular Sandinista de 1979 que derrocó y expulsó a los verdaderos enemigos de Nicaragua.

El artículo realmente no dice mucho sobre el sector privado de Nicaragua, más allá de la declaración implícita de que algunos empresarios –pero no toda la clase– debería ser sancionada. Inexplicablemente, no realiza un análisis a profundidad, no menciona nombres, ni proporciona evidencia de irregularidad alguna.

Cita declaraciones de funcionarios estadounidenses, pero hace caso omiso a las opiniones expresadas por sindicatos de trabajadores y familias nicaragüenses, quienes han visto incrementos periódicos del salario mínimo, incentivos a la productividad y mejores condiciones laborales. No toma en cuenta que 1 de cada 7 empresas en Nicaragua es una pequeña o mediana empresa, las cuales generan más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB) y se genera un estimado del 90% de todos los empleos y oportunidades de ingresos de las familias nicaragüenses.

En 2020, Nicaragua, fue el país de América Latina y el Caribe con mayor crecimiento de las exportaciones, alcanzando el +8%, cuando las exportaciones de la región en su conjunto disminuyeron un -13%, según la CEPAL. El mayor peso en el valor de las exportaciones nicaragüenses lo tuvo el oro, que representa alrededor del 25% de las exportaciones fuera del régimen de zona franca, seguido de la carne vacuna, café, azúcar, frijoles, lácteos, mariscos, banano, puros y tabaco, jugos y licores, entre otros productos agrícolas que en su conjunto representan el grueso de las exportaciones de Nicaragua.

El buen desempeño de las exportaciones agrícolas, incluso durante la pandemia, demuestra la solidez del modelo productivo y comercial de Nicaragua, que incluye tanto a grandes empresas multinacionales, como a decenas de miles de pequeños productores y empresas/cooperativas agrícolas del área rural, apuntalado por una creciente red de infraestructura con cientos de proyectos, que permiten al país producir de manera más eficiente y aprovechar los mercados nacionales e internacionales.

Los sectores textiles, maderero y externalización de servicios (principalmente call centers), también han tenido un buen desempeño y la mayoría de las empresas dentro de estas industrias, son de inversión extranjera de Estados Unidos, Canadá, Europa, México, Asia y América Central.

Nicaragua informa de manera permanente al Fondo Monetario Internacional sobre sus políticas económicas, así como al Grupo de Acción Financiera (GAFI) –que supervisa las medidas para impedir el lavado de dinero internacional– sobre los avances logrados en materia de transparencia financiera y prevención del lavado de dinero.

El país siempre ha tenido el mejor desempeño en la región en términos de seguridad ciudadana, interdicción del narcotráfico y crimen organizado, a través de su exitosa política de muro de contención. Prueba de ello se puede encontrar fácilmente en los numerosos premios nacionales e internacionales otorgados anualmente al Gobierno de Nicaragua.

En cuanto a los procesos electorales, es importante resaltar que Nicaragua es una democracia joven y el país tiene mucho que aprender; sin embargo, todos los procesos electorales han sido considerados constitucionales por las autoridades electorales nacionales, así como por organismos regionales e internacionales, como la OEA y Naciones Unidas (aunque con su propia marca de criticismo intervencionista): “las elecciones han reflejado la voluntad del pueblo”.

Algunas de las mejores prácticas democráticas de Nicaragua incluyen: campaña constante de educación ciudadana y registro de votantes; ampliación de la red de juntas receptoras de voto (JRV) con el fin de incluir a las comunidades más remotas, así como para fortalecer el sistema de votación comunal, para que ninguna JRV supere los 400 ciudadanos; representación de partidos políticos entre los miembros de las JRV; capacitación y certificación de fiscales de partidos políticos, quienes se ubican dentro de las JRV durante el proceso de votación y durante el escrutinio; reformas legales y políticas destinadas a asegurar una participación del 50% de mujeres en todos los espacios de elección pública; entre muchas otras.

Por todo lo anterior, denuncio al señor Acevedo y su calaña, quienes sin siquiera tomarse el tiempo de recabar pruebas para sustentar sus afirmaciones y sin conocimiento suficiente de las transformaciones positivas que atraviesa Nicaragua, de manera egoísta y temeraria, reclaman que el país sea excluido del DR-CAFTA. Usted, señor Acevedo, es un traidor a Nicaragua.