Gobierno chileno empieza a expulsar a indocumentados Santiago de Chile. Prensa Latina

Un avión de la Fuerza Aérea de Chile partirá este miércoles de la ciudad de Iquique en el extremo norte del país, con 100 inmigrantes ilegales expulsados a sus naciones de origen, Colombia y Venezuela.

La devolución de esas personas forma parte de las medidas del Gobierno de Chile para intentar contener la llegada de ilegales y buscar una solución a la crisis migratoria que se vive en el norte del país.

Así lo informó el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, desde el pequeño poblado de Colchane, a donde viajó la víspera junto con los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa para evaluar la crisis migratoria generada allí desde la pasada semana por la presencia de más de mil indocumentados, y anunciar un plan de medidas.

Al respecto, detalló que esas 100 personas son expulsadas ‘por haber ingresado de manera ilegal por pasos no habilitados y estar de manera irregular en el país’ aunque 11 de ellas también presentan causas judiciales.

Aseguró que quienes entren a Chile por pasos irregulares y de manera clandestina, ‘no van a ser regularizados, no van a tener carnet de identidad, no van a tener nada que pueda generar esas expectativas que les han inculcado bandas internacionales’.

Añadió que se analiza también la posibilidad de establecer residencias sanitarias transitorias, fuera de los centros urbanos, y donde los recluidos allí pasarán por cuarentena y luego serán expulsados del país.

Por su parte, el canciller Andrés Allamand reiteró que la principal medida para la entrada de indocumentados al país es su expulsión, y aseguro que se hicieron las coordinaciones con las autoridades de Colombia y Venezuela para el retorno de esas cien personas a esas naciones.

Igualmente mencionó que la Cancillería trabajará coordinadamente con las autoridades de Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, para preparar una ofensiva legal destinada a desarticular las bandas involucradas en el tráfico de personas.

Analistas señalan que con estas medidas el gobierno apuesta por la mano dura contra los inmigrantes, a diferencia de lo propuesto por organizaciones de derechos humanos y políticos de oposición, que reclaman enfrentar este problema como un tema humanitario y no de seguridad nacional.

Según datos de Carabineros de Chile, alrededor de 250 personas ingresan a Chile cada día por pasos no autorizados, sobre todo por las fronteras con Bolivia y Perú.