Siete de cada 10 latinos en Charlotte quieren recibir vacuna contra Covid-19 Charlotte. Agencias

Siete de cada 10 latinos en Charlotte quieren recibir vacuna contra Covid-19 Charlotte. Agencias

A diferencia de lo que muchos piensan, la mayoría de latinos en Charlotte sí quieren colocarse la vacuna contra el COVID-19, sin embargo encuentran obstáculos, según una encuesta reciente.

A raíz de datos estatales que muestran cuán subrepresentados los latinos están en la distribución de vacunas contra COVID-19, Camino Community Center publicó un informe que muestra el impacto de la pandemia en los inmigrantes de Charlotte.

El centro sin fines de lucro llevó a cabo una encuesta que llegó a más de 400 latinos en el área, 40 % de los cuales reportaron ser indocumentados. Las preguntas de la encuesta se centraron en las finanzas de los participantes, el estado laboral y sus sentimientos al recibir la vacuna contra el COVID-19.

Esta es la primera encuesta en español que midió el impacto percibido del COVID-19 en los inmigrantes latinos en el área de Charlotte.

“Los datos sobre el impacto de la pandemia demuestran que los latinos han sido afectados desproporcionadamente por el virus. Sin embargo, a veces esos datos provienen de estados con poblaciones de inmigrantes latinos más establecidas como Nueva York, Texas o California. Los datos existentes sobre las comunidades latinas se recogen a menudo a través de recursos como el Censo o encuestas administradas por instituciones académicas o gubernamentales”, dijo la Dra. Keri Revens, Directora de Investigación y Evaluación de Camino.

“Tales datos pueden no ser representativos de las comunidades locales de inmigrantes, especialmente de las áreas geográficas con una alta proporción de inmigrantes indocumentados“, agregó la Dra. Ravens.

Los resultados mostraron que la pandemia de COVID-19 tuvo implicaciones notables en inmigrantes latinos— que representan el 14 % de la población del condado de Mecklenburg— tanto financiera como mentalmente y físicamente.

Según el informe, el 77 % de los participantes reportaron que sus ingresos familiares disminuyeron, el 64 % reportaron que un miembro de su hogar había perdido su trabajo, y el 71 % reportaron dificultades para pagar el alquiler o la hipoteca.

Otro 73 % informó de dificultad para pagar las citas médicas, el 71 % informó de dificultad para recibir alimentos y el 89 % informó de estrés relacionado con sus situaciones financieras.