Notas sobre los cobardes, los claudicantes y las «floripondias» Managua. Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua.

Notas sobre los cobardes, los claudicantes y las «floripondias» Managua. Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua.

Queridas familias de esta Nicaragua de bendición, prosperidad, porque trabajamos, luchamos para vencer. Por eso decimos “bendición, prosperidad y victoria”. Aquí estamos los nicaragüenses y los nicaragüenses dignos, fuertes. Aquí estamos avanzando en paz y bien. Precisamente con el sentimiento de profunda dignidad y de agradecimiento a Dios, porque nos da la fuerza de Espíritu, la fortaleza para nunca claudicar como otros.

Audio de las declaraciones de Rosario Murillo

¡Qué terrible! Mientras el Comandante hablaba de los traidores, de los que están ya en el basurero de la historia, nosotros decíamos –pensábamos– esos son los impresentables, los impronunciables. Él hablaba de los imprescindibles, los grandes luchadores de nuestra América caribeña y los traidores que siempre hay, que son cobardes, impresentables, impronunciables.

La verdad es que la historia no los va a recoger más que como eso, como personas que no tuvieron ni carácter ni fortaleza para seguir llevando la bandera. Yo conozco gente a quien entrevisté cuando trabajaba como periodista que decía “ya no queremos seguir portando banderas, que lo hagan otros”. Y ahora se presentan como los abanderados. ¿De qué? ¿De cuál izquierda? Eso no es izquierda. Esos son los claudicantes. Esos son los que no luchan. Esos son los que cuando llegan los tiempos duros –en la vida hay de todo– se corren sin pena alguna. Pero son desvergüenza y vergüenza para ellos mismos, para sus descendientes. Y desvergüenza en el sentido de que es difícil verse en un espejo cuando uno sabe que ha claudicado, que se ha acobardado, que se ha corrido. Se han negado el privilegio de luchar siempre para vencer.

Siempre en la vida –decíamos– hay de todo. Y cuando escuchamos las historias de quienes se creen con laureles eternos, aunque claudiquen, decimos ¡qué desfachatez! ¿Cómo es posible que gente que se dedicó a negocios personales, que se dedicó a “floripondiar” la vida loca? Porque no es lo mismo vivir plenamente entregado al servicio a los demás, que es lo que nos mandata Cristo Jesús, que vivir para sí mismo únicamente, tratando de quitarle más a los demás igual. Igual que los capitalistas innombrables también.

Son tiempos complejos los que vive el mundo, pero de estos tiempos de complejidad saldremos fortalecidos cuando el carácter, la idiosincrasia, la fortaleza y la fuerza acompañan cada una de nuestras acciones y cada uno de nuestros días pensando en el prójimo como cristiano, no pensando en nosotros mismos. Eso es lo más importante.

Ser fieles a la sangre derramada

En primer lugar, ser fiel a uno mismo, a las causas que uno ha defendido, ser fiel a la sangre derramada y ser fiel sobre todo a aquellos valores que iluminan todos los tiempos, los duros y maduros, los alegres, los tiempos buenos. De todo hay, decíamos, en la vida y para todos los tiempos hay que tener carácter. Hay que tener cordura, hay que tener mesura y hay que tener inteligencia y sensibilidad que permita precisamente generar días de fraternidad, de unidad, porque pensamos en los demás.

44 años de triunfo. Decimos la vida no es de líneas rectas. Hay de todo. Pero cuando se continúa batallando por una vida mejor para tantos seres humanos, todos los días y todos los tiempos llegan a ser útiles y buenos para esa causa bendecida, bendita. Valores Cristianos, socialistas, solidarios, amor a Dios sobre todas las cosas y amor al prójimo.

Aquí, en esta Nicaragua de tanta fe, de tanta fuerza, de tanta fortaleza y de tanto amor, vamos adelante defendiendo el derecho a vivir en paz. Con la paz no se juega y con el derecho a vivir mejor, trabajando con seguridad, con tranquilidad y llegando a prosperar.

Son, decíamos, tiempos duros; las amenazas de todos los días, aquellos que reparten agresiones sabiendo que un pueblo trabaja para tener o desde el derecho de alcanzar una vida mejor.

Aquellos sabrán su cuento, sabrán su cuento. Pero todos los demás sabemos que son claudicantes cobardes y que encubren su cobardía insultando a los demás. Qué triste papel el que llegan a jugar esos que claudican, que son innombrables, que son impronunciables, que no son imprescindibles porque ellos mismos dejaron su puesto, su puesto en la batalla.

Ahí están: 44 años y vamos adelante. Bendecidos, prosperados y en victoria. Porque hay buena fe, buen corazón, amor a Dios y amor al prójimo. Y porque tenemos dignidad, dignidad para ir adelante con nuestros merecimientos, nuestros derechos, nuestra historia, nuestras verdades, nuestra memoria y sobre todo, exigiendo no repetición.

Abrazos a todas las familias nicaragüenses y pendientes Pasado mañana del desfile, colorido desfile de los colegios en todas partes de las escuelas, en todas partes, rindiendo honor y gloria a los héroes de San Jacinto, a los héroes nacionales y todos los días también para rendir homenaje, honor y gloria a todos los que han dado la vida por la Patria. Ayer decíamos a ellos: a su familia Honor y Gloria.

Orgullosos nos sentimos las y los nicaragüenses de ser nicaragüenses por Gracia de Dios y ser parte de una historia heroica, digna, noble, soberana, bendecida por Dios.

(*) Declaraciones al concluir el Desfile de la Policía Nacional «Con la paz no se juega», celebrado el martes 12 de septiembre de 2023.