Nuestra June Beer, orgullo caribeño y nacional Managua. Radio La Primerísima

Nuestra June Beer, orgullo caribeño y nacional Managua. Radio La Primerísima

Hace 88 años, el 17 de mayo de 1935, nació la pintora autodidacta afronicaragüense June Beer, en Bluefields, en la Costa Caribe Sur de la República de Nicaragua. Está considerada una figura pionera en la revalorización de la cultura afrocaribeña.

Con 19 años emigró a los Estados Unidos buscando empleo y estuvo trabajando como modelo del natural para varias escuelas de arte en Los Ángeles. Después de dos años regresó a su país de origen, donde formó y crio una familia.

Comenzó entonces a pintar como aficionada, retratando a las personas locales de su entorno más cercano, casi siempre amas de casa y niñas mestizas dentro de paisajes caribeños.

También fue una destacada figura activista durante la Revolución Popular, por lo que fue encarcelada en dos ocasiones y tuvo que huir a Costa Rica en 1979.

En su pintura mostró una clara reivindicación feminista, política y racial que no fue bien acogida entre la escena artística profesional de su país, ya que no se integraba bien dentro de la abstracción que imperaba entonces. Sin embargo hoy en día, cuatro de sus obras están declaradas patrimonio nacional por el gobierno nicaragüense y permanecen protegidas por ley.

Fue la primera artista que pintó al General Augusto C. Sandino como negro.

Paralelamente a su trabajo plástico, durante esta época, Beer también fue colaboradora en el periódico bilingüe “Sunrise”, donde publicó artículos críticos sobre las dificultades socio-económicas que padecían las comunidades de miskitas. Fue la primera mujer poeta de esta zona costera que escribió poemas en lengua criolla costeña, en inglés y castellano.

Murió de un infarto a los 50 años el 14 de marzo de 1986. Tenía apenas 50 años

Se nutrió del contacto con su pueblo

Para nutrir su arte y aumentar su inspiración, a June Beer (1935-1986, Bluefields) le gustaba platicar con personas de la comunidad, contó su hijo Carlos Largaespada, quien dijo estar dispuesto a seguir los pasos de su mamá, una luchadora incansable del pueblo costeño.

Largaespada agregó que su mamá llegó hasta tercer grado de primaria, y que su mejor academia fue el diario contacto con el pueblo, considerando a June como un “almanaque caminante”, por su amplio conocimiento de lo que fuese.

“Encontré en la figura de June una mujer comprometida con su entorno, lo que me ha impulsado a buscar información, y como estamos claros que la figura de esta mujer costeña tiene una importancia muy significativa, en mayo prepararemos un catálogo para que quede constancia de sus obras y que así no se detenga el estudio de sus obras”, comenta Oliver Martínez Kandt, experto curador.

June Beer promovió con recursos propios las artes plásticas, la poesía, los primeros talleres de pintura infantil y la fundación de la primera biblioteca pública de Bluefields, también fue cooperante activa de la Cruz Roja a la que donaba sus obras para beneficios sociales y antes de fallecer estableció comunicación para impulsar actividades de intercambio cultural con la comunidad negra de Estados Unidos.

Nuestra June Beer, pionera, irreverente, orgullo caribeño y nacional

Por Vilma de la Rocha, escrito el 20 de mayo de 2019. Vilma, una de las más destacadas promotoras de la cultura nicaragüense, multifacética y multiétnica, falleció el 25 de agosto de 2020.

18 Mayo 1935. Nicaragua: Nace JUNE BEER, en Laguna de Perlas o Pearl Lagoon, de la Región Autónoma del Caribe Sur.

Artista plástica, poeta, promotora de la Cultura caribeña y bibliotecaria. La primera y más destacada pintora primitivista del Caribe nicaragüense, obtuvo reconocimiento nacional e internacional por sus obras que representan temas africanos, de las mujeres caribeñas y de la vida cotidiana de su pueblo.

En su temprana juventud viajó a New York, donde detenía el tráfico con su impresionante belleza (mezcla de afro-descendiente, misquita e india de la India). Autodidacta y voraz lectora. Apasionada por la Vida y el Amor hasta el final de su existencia. También viajó por su amado Caribe.

Amiga de juventud con destacados pintores, poetas, músicos, periodistas y amantes del Arte nicaragüense tanto de Bluefields (donde vivió la mayor parte de su vida) como del Pacífico, como Enrique Fernández (Quico), Ernesto Cardenal, Carlos Martínez Rivas, Pablo Antonio Cuadra, Juan Aburto, Alma Arana, Rolando Steiner, Alejandro Aróstegui, Leonel Vanegas, Orlando Sobalvarro, Róger Pérez de la Rocha, David McField, Carl Rigby, Hugo Sujo, Ana Ilce Gómez, Jorge Eduardo Arellano, Leoncio Sáenz, Edwin Illescas, Roberto Cuadra, Maria Gallo, Rosario Murillo, Josefina Guillén, Julie Aguirre, Hilda Volg, Emilia Torres, Luis Morales, Wilmor López, Efrén Medina, y tantos otros más…

Yo la conocí en 1969, en la Cafetería “La India”. Me la presentó el periodista Roberto Sánchez Ramírez, y a pesar de la diferencia de edades, inmediatamente se generó una amistad entrañable que duró para siempre.

Tenía una voz hermosísima y cadenciosa, y disfrutaba tanto el baile del Palo de Mayo y el reggae. Era poseedora de una increíble sensibilidad por el arte y la gente, amaba tanto su gente caribeña. Orgullosa de sus orígenes, y defensora de los derechos de las mujeres.

La bahía de Bluefields 1970

Desde temprana edad, según me contaba, se rebeló contra el establishment conservador de su Bluefields; mujer de avanzada, luchadora consecuente con sus principios. Irreverente hasta en el manejo de su paleta, lo que la caracterizó siempre en lucha contra la sociedad machista y el manejo tradicional de las formas pictóricas.

Sufrió muchas penurias económicas durante la dictadura somocista y, como todos los pintores de la época, cuando lograba vender un cuadro era motivo de celebración y regocijo compartido. Amaba por sobre todo a sus hijos Zaida, Guillermo, Camilo y Natalia. Y pudo conocer a su primer nieto, hijo de Zaida, su primogénita, a quien amó como propio.

La June, como cariñosamente la llamábamos, se integró activamente a la Revolución Popular Sandinista desde sus habilidades creativas como promotora cultural, bibliotecaria y artista comprometida con la causa sandinista. Ella no era política, pero se integró a la Unión Nacional de Artistas Plásticos y a la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura ASTC.

Desde su posición de artista y trabajadora de la Cultura, viajó a diferentes países en representación de la Revolución, lo que la llenó de orgullo y satisfacción. Fue con la Revolución Popular Sandinista que se visibilizó la obra de June, y en esos años ochenta que ella vivió intensamente la vorágine revolucionaria.

Celebro su aniversario de vida, que coincide con el aniversario del General Sandino, y le agradezco al universo haberla conocido y disfrutado de su leal y valiosa amistad, pienso que vivió su vida como quiso, adelantada a su época, y cuando falleció el 14 de marzo de 1986, nos dejó un legado humano artístico que hoy se considera un patrimonio cultural del país.

¡Hasta luego querida June!

Autorretrato, 1983

Beer también se destacó como poetisa. Estos son dos de sus poemas

Poema de amor

Oscar, me sorprendiste,
Pidiéndome un poema de amor.
Haré un canto de amor a mi Patria,
pequeño país, lucero gigante,
esperanza de los pobres, jaqueca de los ricos.
más pobres que ricos en el mundo,
más pueblos quieren mi patria.
Mi patria se llama Nicaragua.
A mi pueblo entero lo amo:
Negros, Miskitus, Sumus, Ramas y Mestizos.
Ya ves, mi poema de amor es completo:
Como puedes ver, también te amo.

Resurrección de la palabra

Mirá pueblo, han notado algo
nuestro pueblo tomó la palabra
la palabra escrita en el libro de Dios.
Lo tomó del mismito libro
y le dio acción
lo resucitó, le dio vida.
Lo sacó de la iglesia y
lo llevó a la calle y
al río y lo situó en la frontera
igual a como hizo Jesucristo,
verdaderos cristianos vivos y activos
no más momias.
Los que no son guardianes de sus hermanos
son asesinos de ellos
son los mismos que escupieron en la cara
de Jesús y lo apedrearon camino al Calvario.
Por eso su castigo es su autoparedón.
En mi país resucitamos la palabra activa.