El Estado protege el bien común del pueblo nicaragüense Por Edgar P. Galo

El Estado protege el bien común del pueblo nicaragüense Por Edgar P. Galo

El modelo de seguridad ciudadana de Nicaragua tiene un marco jurídico consistente conformado por diferentes leyes que establecen un escudo legal en función de garantizar la paz y estabilidad de las familias nicaragüenses, para tal propósito podemos mencionar cuatro leyes fundamentales:

La ley No. 748 de Defensa Nacional de la República de Nicaragua aprobada el 13 de diciembre del 2010, establece la defensa nacional como obligación indelegable e ineludible del Estado y medio de garantizar la soberanía, autodeterminación e independencia del país, a través de medidas y acciones destinadas a prevenir y superar las amenazas, riesgos o agresiones.

La ley No. 919 del 2 de diciembre 2015, Ley de seguridad soberana de la república de Nicaragua dirigida a preservar, promover y mantener la seguridad soberana y unidad del país en fe, familia y comunidad. Fortificando este marco legal de seguridad, el 15 de octubre 2020, fue aprobada la ley No. 1040 de regulación de agentes extranjeros que instituyó el “marco jurídico de regulación aplicable a personas naturales o jurídicas nacionales o de otra nacionalidad que respondiendo a intereses y obteniendo financiamiento extranjero, utilicen esos recursos para realizar actividades que deriven en injerencia de Gobiernos, organizaciones o personas naturales extranjeras en los asuntos internos y externos de Nicaragua, atentando contra la independencia, la autodeterminación y la soberanía nacional, así como la estabilidad económica y política del país”.

Y la Ley N°. 1055 de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz, aprobada el 21 de diciembre del 2020, estableció que “Los nicaragüenses que encabecen o financien un golpe de estado, que alteren el orden constitucional, que fomenten o insten a actos terroristas, que realicen actos que menoscaben la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, que inciten a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pidan intervenciones militares, se organicen con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización, que propongan y gestionen bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, aquellos que demanden, exalten y aplaudan la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y todos los que lesionen los intereses supremos de la nación contemplados en el ordenamiento jurídico, serán “Traidores a la Patria” por lo que no podrán optar a cargos de elección popular”.

De manera que tenemos un marco legal para proteger la paz y soberanía de Nicaragua, por tanto las acciones que desde el Estado se toman van en función del bienestar del pueblo y en virtud de la legalidad que su fundamento jurídico le otorga es prerrogativa investigar con sus órganos e instancias competentes toda presunción de delito y dar el curso correspondiente máxime cuando tales delitos pongan en riesgo la seguridad, soberanía y estabilidad del país.

En el contexto actual se investiga y procesa conforme a las leyes a quienes han violado este marco legal y no viene al caso la ficción absurda que se procesan por autodenominarse opositores y otras invenciones cuya sola observación denota un absurdo mayúsculo y ofende la comprensión y entendimiento del pueblo nicaragüense que con su trabajo digo y honrado construye cotidianamente el presente y futuro del país junto a la conducción del buen Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional.

Conviene deconstruir esta aseveración esgrimida hasta la saciedad por los agentes locales del imperio yanqui y ponerla en el contexto de los acontecimientos.

¿A qué se oponen estos grupúsculos autodenominados oposición? Vamos a ver, desde el año 2007 el GRUN construye en Nicaragua un modelo social mas justo e igualitario centrado en beneficio de todos los nicaragüenses a través de diferentes programas sociales que restituyen el derecho al buen vivir de las familias nicaragüenses, por ejemplo los programas: casas para el pueblo, plan techo solidario, programa integral de nutrición escolar, programa salud familiar y comunitaria, paquetes educativos, bono productivo alimentario, restitución del derecho a vías de comunicación seguras y eficientes, en 2020 mas del 97% de las familias tienen energía eléctrica en sus hogares, se han construido 18 hospitales nuevos, todos ellos funcionando gratuitamente y hay muchísimos mas programas que evidencian la excelente gestión de gobierno del GRUN como concreción de transformación estructural del país en función de los sectores mas necesitados.

¿Acaso se autodefinen oposición porque están en contra de estos programas sociales y los grandes avances de transformación estructural del país?

La autollamada oposición derechista no tiene argumentos serios y responsables que proponer al pueblo porque sencillamente no es una oposición con sentido de pertenencia al país y mucho menos se identifica con las necesidades de los pobres. Su naturaleza y pertenencia es proyanki, son un engendro creado por ellos con la misión de actuar como avanzadilla de agresión. Son agentes desestabilizadores al servicio del imperialismo actuando en contra del país, mas que oposición, mercenarios por naturaleza.

Derechos humanos como burla manipulación

Al estar en contra de los programas sociales que benefician a miles de nicaragüenses la avanzadilla del imperio autollamada oposición demuestra su desprecio a los sectores humildes y se ubica en contra de los derechos humanos del pueblo, en ese punto cuando hablan de Derechos Humanos es una farsa y manipulación conceptual a la que recurren tratando de posicionar sus propios intereses políticos. De qué derechos humanos puede hablar la derecha oligárquica si nunca han concebido la construcción de un sistema social que brinde condiciones de vida digna a las personas. 16 años de gobierno neoliberal demuestran lo que ya sabemos, la oligarquía y el modelo capitalista son contrarios a los derechos de las personas al buen vivir en igualdad de oportunidades y dignidad.

Comencemos por deconstruir el término y dejarlo de considerar como si fuese una expresión caída del cielo con valor universal sin distinción de tiempo y espacio. La democracia es una construcción social y por lo tanto histórica. A nivel mundial la democracia burguesa y el sistema capitalista han demostrado su fracaso al no poder resolver los problemas sociales y cada vez la desigualdad y exclusión es mayor, en Nicaragua durante 16 años de democracia neoliberal el bien común del pueblo fue usurpado por la oligarquía y gobernaron para sus propios intereses originando el desmantelamiento de logros sociales que la Revolución Popular Sandinista había alcanzado en el periodo 1979-1990. Limitaron al Estado de su función y orientación comprometida con los sectores mas necesitados y por tanto al restringir la participación social del Estado dejaron el terreno abierto a la dominación y la injusticia. Fue una larga noche de políticas neoliberales ejecutadas a nombre de lo que gustosamente llamaban democracia.

Para el sandinismo la democracia adquiere categoría plena cuando se transforman las bases estructurales que propician la desigualdad social y se implementan políticas distributivas que brindan igualdad de oportunidades contribuyendo a lograr un sistema mas justo y solidario como lo venimos haciendo y seguiremos haciendo para el bien del país con la victoria del 7 de noviembre junto a Comandante Daniel y la compañera Rosario.