La soberanía nacional y el chompipe Sullivan Por Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua (*)

La soberanía nacional y el chompipe Sullivan Por Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua (*)

La embajada de Estados Unidos en Managua, encabezada por el individuo Kevin Sullivan, distribuyó el jueves una insolente nota en la que propaga infamias sobre la situación de la epidemia del Covid-19 con el único propósito de sembrar miedo entre la población. La Vicepresidenta de la República de Nicaragua, Rosario Murillo, le respondió al mentiroso.

Vencimos, somos libres, y jamás volveremos a ser esclavos, y menos de esos imperios insolentes que se creen dueños del mundo.

La comunidad humana, la familia humana, no tiene dueño. ¡Solo Dios! La comunidad humana construye y quiere construir, todos los días, para poder avanzar en complementariedad, paz y bien. En la comunidad humana no nos deseamos males; al contrario, pedimos a dios que todo vaya bien, porque cuando nos va bien a unos, nos va bien, o creemos que nos puede ir mejor a todos. Lo creemos sinceramente.

La comunidad humana debe tener buen corazón, buenos sentimientos, y nosotros, de verdad, cuando vemos la desgracia que cunde en tantas partes del mundo, esta pandemia que ha llenado de dolor y de sufrimiento, de temor, a tantos lugares, a tantas partes…

Un mal que nos azota a todos

Ayer leíamos los números que se dan en tantos países donde todavía no llegan las vacunas, o donde, a pesar de las vacunas se mantienen y crecen incluso los contagios, como en Estados Unidos, donde los hospitales, según las informaciones en los periódicos el día de ayer, han estado llenos, saturados, incluso decían algunos periódicos que las enfermedades que se atienden ordinariamente no han podido ser atendidas por la cantidad de pacientes que han llegado, en la Florida, en otros lados, a cuidarse o a pedir sanación del Covid-19.

Entonces realmente este es un mal que nos azota a todos, y un mal que vamos combatiendo, en primer lugar tomando las medidas, y en primer lugar también, no deseándole mal a nadie, al contrario, fomentando cooperación solidaria. el problema es que el egoísmo, ciega y la gente inteligente deja de ser inteligente, y se vuelve absurda, y sigue siendo insolente.

En estos tiempos del mundo siempre hay que tomar en cuenta que el otro es el prójimo, y que no hay otro, porque todos somos prójimo. Y que estos tiempos son para fomentar y promover solidaridad, fraternidad, no para alentar negativamente, pretendiendo que esos alientos negativos van a intimidar.

Es que es una forma de terrorismo también…! Han usado la pandemia para aterrorizar, y han usado la pandemia para vanagloriarse, aquellos que siempre pueden, porque, ¿qué ha hecho el primer mundo? ¿Cómo se generaron tantas diferencias? No es porque hayamos nacido diferentes; es porque hemos sido sometidos, esclavizados, en estos días que el mundo conmemora la liberación de cierta forma de esclavitud, porque siempre hay esclavitud, desgraciadamente.

Entonces, ese primer mundo no puede vanagloriarse, no puede alentar negatividades, cuando son los principales responsables de los males de la humanidad. Siempre hay que tener conciencia de humanidad, aunque sabemos que quienes no la tienen probablemente no aprenderemos, no aprenderán. No me gusta hablar hacia otros, porque el ser humano siempre tiene que estar aprendiendo.

El mal se devuelve

Pero, insistimos mucho, alentar negatividades es un pecado, es un sacrilegio, y es atraerse males uno mismo. La persona que alienta negatividades y que se jacta de poderío, alentando negatividades, cuando no ve en su propio terreno cómo está de negativo el ambiente, en toda expresión y en toda forma… No quiere verlo, y entonces piensa tapar diciendo que en otros lados las cosas van muy mal, aunque ellos vayan peor. Porque es la verdad.

Así que, siempre hay que tener conciencia también de cómo el mal se devuelve. Tener inteligencia para saber que cuando se le desea mal a otro, cuando se aplica el terrorismo en temas humanitarios también, se está atrayendo ese mal hacia las mismas personas o entidades que promueven y desean el mal a otro.

Nuestra educación, en cristianismo, en fé, en familia, en comunidad, nuestra educación en valores, siempre nos enseñó a no desear el mal a nadie. Así crecimos, y así somos, y nos sentimos espiritualmente satisfechos de no desearle el mal a nadie. Y sabemos que el mal que le deseás al prójimo se retorna, retorna al que lo desea.

Así que, en un mundo que es ingrato porque todavía se da esa jactancia, esa prepotencia, esa arrogancia, de quienes no quieren ver su propia desgracia, su propio desastre, en ese mundo, aún allí, en este mundo vamos batallando y vamos adelante, y todos juntos construimos triunfos de la paz y el bien, y vamos alcanzando, con los cuidados sencillos, con los cuidados responsables, con humildad, las victorias nuestras de cada día. Cuidándonos, vamos adelante, queriéndonos en primer lugar, respetándonos, y por eso pedimos respeto… ¡Exigimos! ¡No pedimos! ¡Es un derecho el respeto a nuestra nicaragua bendita y siempre libre!

¡Pa’fuera a hablar miércoles!

Y como dice la canción: …ahora viene a mi memoria, lo que dijo el más grande Héroe de La Segovia. No discutimos nuestra soberanía, nada más la defendemos. Y es que aquí ya no queremos injerencia de extranjeros, pues nunca va a ser lo mismo que hable un nica que uno de afuera. Afuera que digan lo que quieran, y si están en tierra nica, que respeten nuestra tierra, nuestra bandera, por la que un día Andrés Castro con dignidad alzó su piedra. ¡Y les dio duro, les dio duro…! ¡Y la vida les ha dado duro y no lo quieren ver.

Aquí todos los países tienen sus embajadores, y todos estos señores deben respetar la diplomacia. Y ese que con su arrogancia se abre (como chompipe) allá en los corredores de la Casa Blanca, si quiere hablar que se quite la investidura y verá qué poco dura su estancia en esta tierra… Y no estamos hablando de guerra. Nadie quiere guerras, somos un pueblo de paz… ¡no! Estamos hablando de exigir el respeto que merecemos. Que el que quiera hablar se vaya pa’fuera a hablar “miércoles”, dice la canción.

Afuera que digan lo que quieran, pero si están en tierra nica, respeten nuestra bandera, y respeten a nuestro pueblo, y vayan a hacer el mal a otro lado, ahí en su propio lugar tienen mucho que cuidar, y mucho que cambiar, y mucho que observar, y mucho sobre lo cual alertar.

Cuántas alertas en esos países del primer mundo, y en ese país de donde se atreven a lanzar alertas! Cuiden su propia tierra, que aquí nosotros nos cuidamos, y aquí no queremos esos tíos, así les llaman, ellos creen que son tíos, esos tíos que pretenden enseñarnos quiénes son nuestros amigos, quiénes son los que no son buenos; o sea, al gusto de ellos, no al gusto nuestro. Y no es cuestión de gusto, es cuestión de inteligencia y conciencia.

Así que, nosotros, con Cristo Jesús, gloriando y alabando a Dios, todos los días, ¡vamos adelante!

Ferias todo el fin de semana… Del mar, del maíz, de la producción porcina, de los productos lácteos, de la gastronomía popular, de los mercaditos campesinos, de salud, por todo el país. Así nos cuidamos, señores, así nos cuidamos, no con alertas enemigas… ¡No! Con amistad, con solidaridad, con sobre todo respeto.

Y destinos turísticos y balnearios más de 200, para recibir, con los cuidados del caso, a las familias que tienen, porque tenemos, derecho a recrearnos, a disfrutar de nuestra tierra, ¡porque es nuestra! Somos libres, jamás volveremos a ser esclavos o sometidos a imperio alguno.

(*) Extracto de sus declaraciones en edición del mediodía de Multinoticias Canal 4, 27 de agosto del 2021