Un Ejército del pueblo; la herencia del EDSN en el EN Por Edgar P. Galo

Un Ejército del pueblo; la herencia del EDSN en el EN Por Edgar P. Galo

La semilla sembrada en el Cerro el Chipote un 2 de septiembre de 1927, floreció en árbol frondoso, fuerte, vigoroso y multiplicado en toda Nicaragua. Fue el acto fundacional del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional, dirigido por el General Augusto Cesar Sandino.

En el acta de fundación puede verse la firma de los campesinos de aquel contingente inicial y también la huella dactilar de quienes no sabían leer y con ese detalle de identificación, hacían patente su decisión de abrazar y dar vida al pequeño ejército loco con voluntad de sacrificio, como fue descrito por Gabriela Mistral.

Surgió así un ejército con una estructuración orgánica diferente por la composición popular de sus fuerzas combatientes y por su visión política de avanzada, teniendo como principio y fundamento de acción la defensa de la soberanía nacional y el antimperialismo. El legado histórico político militar del EDSN fue sintetizado y continuado en la acción constitutiva y la lucha desarrollada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional hasta lograr la victoria y derrocamiento de la Dictadura Somocista.

Con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, se procede a la formación de las fuerzas armadas del pueblo. Del combativo crisol guerrillero contra la Dictadura Somocista surgió el núcleo con el que se formaron las estructuras regulares del Ejército Popular Sandinista, creando en agosto de 1979 los primeros batallones de Infantería: “Gaspar García Laviana” y “Rolando Orozco”. Fue un gran mérito y demostración de capacidad organizativa la construcción del Ejército Popular Sandinista partiendo de las triunfantes estructuras guerrilleras.

Hilo conductor con Sandino

El EPS tuvo un proceso de maduración institucional en medio de la guerra de agresión contrarrevolucionaria dirigida y financiada por los yanquis, experiencia que forjó una doctrina militar comprometida en defender el proceso de transformación social revolucionaria, la soberanía nacional y autodeterminación como principios fundamentales e irrenunciables.

En el transcurso de la guerra de agresión en la década del 80, como acción de defensa se llegaron organizar 12 Batallones de Lucha Irregular (BLI). A excepción del “Simón Bolívar” y “Germán Pomares”, todos tuvieron nombre de los miembros del estado mayor del EDSN: “Sócrates Sandino”, “Pedro Altamirano”, “Farabundo Martí”, “Francisco Estrada”, “Ramón Raudales”, “Santos López”, “Juan Gregorio Colindres”, “Rufo Marín”, “Miguel Ángel Ortez” y “Juan Pablo Umanzor”.

Del EDSN al EPS hay una línea de continuidad histórica que, a su vez, hoy está presente en el Ejército de Nicaragua, determinada por la defensa de la soberanía nacional y la autodeterminación como país libre, así como por el exitoso cumplimiento a las misiones asignadas, ya sea asistencia humanitaria en situación de riesgos naturales o en la lucha contra el narcotráfico y crimen organizado, haciendo de Nicaragua el país con más seguridad ciudadana en Centroamérica.

Nuestro Ejército es una institución popular altamente entrenada para cumplir en tiempo y forma las misiones asignadas, garantizando estabilidad y seguridad al pueblo de Nicaragua. En Latinoamérica es el ejército más joven, detalle que habla sobremanera del alto profesionalismo logrado desde entonces.

La estabilidad como Estado se garantiza por el eficiente desempeño de las fuerzas armadas. La ciudadanía sabe que cuenta con un ejército al servicio del pueblo que garantiza el desarrollo en un ambiente de paz de las amplias políticas sociales implementadas por el GRUN.

Soberanía garantizada

Quizás algunos desquiciados oligarcas y parte de la jerarquía católica añoren aquellos tiempos cuando en el somocismo la criminal Guardia Nacional –creada y entrenada por los yanquis– servía a sus intereses exclusivos en contra del pueblo, o quisieran desde su odio perverso ver aquí las escenas comunes en otros países donde el narcotráfico despliega su presencia públicamente. Se morirán de nostalgia y rabia porque eso jamás ocurrirá aquí. El Ejército mantiene por aire, mar y tierra protegida nuestra soberanía convirtiéndose en auténtico escudo protector de la paz y tranquilidad de todos los nicaragüenses.

El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional construye una nueva sociedad inclusiva y solidaria que restituye derechos y brinda posibilidad de buen vivir y el Ejército como institución es factor fundamental garantizando la estabilidad necesaria; contrarrestando y neutralizando amenazas, previniendo con sus órganos de inteligencia futuros escenarios hostiles y afirmando su completa disposición combativa en asegurar que la paz no sea alterada.

Para arrebato de los yanquis y sus secuaces locales, en Nicaragua tenemos un Ejército que da vida al sentido mas profundo del término nacional, como valor creador de identidad y de pertenencia comprometida con la Patria, un Ejército con una doctrina patriótica y antimperialista herencia del EDSN y el EPS.

Un ejército surgido del pueblo que tiene y tendrá como fundamento constitutivo de su acción, aquellas palabras distintivas en el sello del EDNS: Patria y Libertad.

A 42 años de constitución formal del Ejercito de Nicaragua, nuestro homenaje imperecedero al ejemplo de todas las compañeros y compañeros caídos en el cumplimiento de su misión, la patria y el pueblo honrara su memoria hoy, mañana y siempre.