Panamá alista severas medidas ante crisis migratoria Ciudad Panamá. Agencias

Las autoridades panameñas anunciaron este viernes que se analiza la posibilidad de cerrar su frontera terrestre con Colombia ante el aumento exponencial de la migración irregular por la peligrosa selva del Darién.
El número de migrantes que cruzan por esa zona que conecta América del Sur y América Central, batió un nuevo récord, indicaron funcionarios de inmigración de Panamá.
Según cifras, el número de migrantes que cruzan la frontera panameña asciende a más de 307 mil personas en lo que va del año.
Juan Manuel Pino, ministro de Seguridad Pública de Panamá, lamentó ante medios locales la “poca colaboración” que han brindado los gobiernos vecinos, en este caso, Colombia y Costa Rica.
“Nosotros tratamos de buscar la cooperación internacional con los países de origen y de tránsito (de migrantes) pero ha sido difícil”, indicó.
Según el funcionario, las autoridades de países fronterizos deberían tratar de frenar a los enormes grupos de irregulares que cruzan la peligrosa Darién.
“Cuando llegan los niños, ¿qué es más fácil?, evitar que esos niños inicien ese trayecto de Necoclí y Turbo en Colombia para que no vengan y se vean en riesgo en la selva, porque cuando llegan a Panamá vienen impactados, entonces el enfoque no es Panamá”, aseguró.
Migrantes en la selva del Darién, también conocida como «el infierno verde».
El funcionario destacó que el Gobierno Panameño ha tratado de hacer el mejor trabajo posible con ayuda de oenegés, agotando todas las instancias. Sin embargo, la ardua labor no es suficiente, puesto que «la frontera está recibiendo de 2 mil a 3 mil personas diarias».
El anuncio de un posible cierre de la frontera terrestre entre los dos países ocurre dos semanas después de que Panamá acusara a Colombia de “no colaborar lo suficiente para detener el creciente flujo migratorio por el Tapón del Darién”, considerada la selva más peligrosa del mundo.
Las autoridades panameñas informaron que se ha gastado más de 60 millones de dólares para atender a los migrantes y aseguró que el tránsito sin control también ha causado “daños ambientales” en los ecosistemas naturales de ríos que sirven como fuentes de agua para poblaciones indígenas.
La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, dijo que es el momento de establecer “normas y reglas” e incluso dejó entrever la posibilidad de cierres fronterizos.
Las medidas se anunciarán la próxima semana, dijo la funcionaria.
Parte de la estrategia del gobierno incluye la campaña mediática “Darién no es una ruta, es una jungla”, que busca desincentivar el flujo migratorio y que describe la realidad a la que se enfrentan los migrantes que emprenden la peligrosa travesía que ha cobrado la vida de muchas personas.
Además de ríos caudalosos y turbulentos, montañas traicioneras, insectos y culebras, los migrantes también se exponen a los asaltos y la violencia de los traficantes de personas. Es una migración que también está exponiendo la vida de miles de niños.
La mayoría son migrantes venezolanos, ecuatorianos, haitianos, de África y en los últimos meses se ha reportado un incremento de chinos. En 2022 el número total de migrantes que cruzaron la jungla fue de 248.000, una cifra que ya fue rebasada el mes pasado.
En abril, Colombia, Panamá y Estados Unidos anunciaron una campaña conjunta para enfrentar las redes de tráfico ilegal de personas que operan en la porosa frontera colombo-panameña en un intento por acabar con el flujo migratorio en 60 días.
Más de un mes y medio después, Panamá comenzó un operativo con más de un millar de agentes de seguridad, migración y personal judicial en el Darién. Pero el tránsito no se ha detenido.
En el 2023 totalizan 74 fallecidos
José Vicente Pachar, director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF), informó, que la cantidad de migrantes muertos registrados en Panamá para el 2023, es de 74, incluyendo el trágico accidente vehicular de febrero y los encontrados en lo recóndito de la selva darienita.
Comentó que el 2022 finalizó con 62 cuerpos registrados en el IMELCF, los cuales son rescatados por el personal, llevados a la morgue de La Palma, ciudad cabecera de Darién para la cristiana sepultura.
La recuperación de los cuerpos inicia con el reporte del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) o testimonios de los migrantes. Posteriormente, le sigue el traslado en lancha de los peritos de criminalística hasta la selva, quienes proceden a recorrer a pie la zona por varias horas, recoger los elementos de investigación, cargar el cuerpo que podría estar en condiciones precarias y volver a realizar el camino de vuelta.
Finalizado los análisis forenses y el proceso de identificación, se colocan los restos de mujeres, hombres y niños que mueren por diferentes causas, en el Panteón de El Real de Darién.
El paso de migrantes por el Darién lleva más de dos décadas, pero el fenómeno se disparó en los últimos años. Pino dijo que Panamá ha manejado responsable y humanitariamente la situación y gastado en años recientes más de 60 millones de dólares en la atención de todas esas personas.
Otra preocupación del gobierno panameño es el impacto ambiental del tránsito de migrantes por la selva. “Darién es un pulmón natural que está siendo devastado y ya existe un serio problema ambiental”, dijo el comunicado. El Parque Nacional Darién es el mayor parque natural de Centroamérica y se extiende más allá de la frontera con Colombia.