El poder político de Facebook Por Thierry Meyssan | Red Voltaire

El poder político de Facebook Por Thierry Meyssan | Red Voltaire

La red social Facebook es el principal actor político de internet. El 1 de enero de 2021 Facebook ‎contaba 2,850 millones de usuarios que se conectan a esa red social al menos una vez al mes y ‎cada día se conectaban a ella 1,880 millones de personas.

Facebook y sus usuarios

Facebook censura con regularidad ‎mensajes que incluyen imágenes de personas desnudas o de actividad sexual, mensajes de acoso, ‎discursos de odio, marcas comerciales falsificadas y textos que clasifica como “spam”, ‎propaganda terrorista o mensajes de violencia, censura que ejerce mediante el uso de una ‎‎”inteligencia artificial” con resultados particularmente imprecisos o inexactos e injustos. ‎Además, Facebook se arroga la prerrogativa de cerrar las cuentas de los usuarios a los que ‎considera “peligrosos”, ya sea porque los ha censurado repetidamente o porque son personas ‎vinculadas a “enemigos de Estados Unidos”.‎

Facebook es actualmente una compañía gigantesca que incluye Instagram, Facebook Messenger, ‎WhatsApp, Oculus, Workplace, Portal y Novi. El personal de Facebook se compone de ‎‎60 000 personas.‎

Facebook tiene ahora su propia moneda –la Libra– como si fuese un Estado. La Libra de ‎Facebook –también designada como Diem– está adosada a una cesta de divisas que se compone ‎de dólares estadounidenses (50%), yenes japoneses (14%), libras esterlinas británicas (11%) y ‎dólares de Singapur (7%).‎

Al disponer de una moneda que los sitios de venta por internet comienzan a aceptar, ‎Facebook está construyendo una economía paralela, simultáneamente virtual y global, pero más ‎importante que las economías de numerosos Estados.

Facebook está recurriendo a sus usuarios para detectar las cuentas que violan sus reglas. La ‎red social crea expedientes sobre cada uno de sus “informantes” y les atribuye calificaciones ‎‎. ‎

Aunque dice tratar a todos los usuarios por igual, Facebook tiene una lista secreta de ‎‎5,8 millones de VIP (Very Important Person) a quienes exime de las reglas que impone a ‎los demás. Esos privilegiados son los únicos usuarios de Facebook que pueden escribir, decir o ‎mostrar cualquier cosa.

Cambridge Analytica y la NSA

Los datos personales de al menos 87 millones de usuarios de Facebook fueron “aspirados” por la ‎compañía británica Cambridge Analytica –propiedad del multimillonario estadounidense ‎Robert Mercer y de Steve Bannon, quien fue consejero de Donald Trump– y su filial canadiense ‎AggregateIQ. Toda esa enorme cantidad de datos personales fue utilizada para hacer llegar a ‎millones de personas mensajes elaborados específicamente para ellas en función de sus ‎intereses, convicciones políticas o religiosas, etc. ‎

Todo ese cúmulo de datos personales fue utilizado al menos:

► Para la elección del primer ministro de la India, Narendra Modi, en 2014;‎

► En 44 elecciones locales estadounidenses, durante el año 2014;‎

► A favor de la campaña electoral de Mauricio Macri, quien acabó siendo electo presidente ‎de Argentina, en 2015;‎

► Para Nigel Farage, durante el referéndum británico sobre el Brexit, en 2016;‎

► Y sobre todo, en la campaña electoral previa a la elección presidencial de 2016, en ‎Estados Unidos, sucesivamente a favor de Ben Carson,

► De Ted Cruz,

► Y finalmente para Donald Trump y el director de su campaña electoral… Steve Bannon.‎

Según el semanario británico The Observer, entre los empleados de Cambridge Analytica había ‎numerosas personalidades provenientes del complejo militaro-industrial británico y de los servicios ‎de propaganda del MI6.

Y es probable ‎que eso sea sólo la punta visible del iceberg: el denunciante estadounidense Edward Snowden ‎ha revelado que Facebook se integró a la red ultrasecreta de espionaje electrónico PRISM ‎autorizando el acceso de la National Security Agency (NSA) a los datos personales de todos ‎sus usuarios. Lo que sigue sin saberse es qué uso da la NSA a todos esos datos.

Según Newton Lee, ex investigador en el Institute for Defense Analyses, el programa secreto ‎PRISM de espionaje global de las comunicaciones es una expresión del proyecto ‎Total Information Awareness (TIA), cuyo nombre en español sería “Conocimiento Total de la ‎Información”, proyecto desarrollado por el almirante John Poindexter, cuando Donald Rumsfeld ‎era secretario de Defensa de George Bush hijo, en el marco de la agencia del Pentágono para el ‎desarrollo de proyectos militares avanzados (DARPA, siglas en inglés de Defense Advanced ‎Research Projects Agency).

Zuckerberg e Israel

En 2011, Facebook censuró, a pedido de Israel, las cuentas de usuarios que llamaban a un ‎levantamiento en los territorios palestinos.‎

En 2012, Mark Zuckerberg se implicó a favor del entonces presidente de Israel Shimon Peres. ‎Zuckerberg supervisó personalmente la creación y la promoción del sitio web oficial de Peres y ‎creó para él un video titulado “Be my friend for peace” (“Sé mi amigo por la paz”), donde ‎aparecían el presidente de Francia Nicolas Sarkozy, el primer ministro británico David Cameron, ‎el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y hasta la reina de Inglaterra Isabel II.‎

En 2015, Facebook decide que el Hezbollah libanés y la República Árabe Siria son “organizaciones ‎terroristas” y cierra las cuentas de televisoras como la libanesa Al-Mayadeen –en aquel momento ‎el canal de televisión informativo que más se veía en todo el mundo árabe– Sama TV y ‎Ad Dunia –dos televisoras públicas sirias– y Al Ikhbariya –un canal sirio privado– pero pone varios ‎‎”formadores” a la disposición de los yihadistas que tratan de derrocar el gobierno sirio.

Por cierto, es importante destacar que Facebook no censura todos los “mensaje de odio y de ‎violencia”… todo depende de quién los emite, así que Facebook estimula las cuentas de ‎opositores y yihadistas que divulgan información personal (nombres, direcciones y fotos) de ‎personas favorables al gobierno sirio, facilitando así que sean asesinados.

El proyecto político de Facebook

En 2010, la revista Nature publicaba un estudio sobre “Un experimento de influencia social y de ‎movilización política sobre 61 millones de personas”. Los investigadores de la Universidad de California muestran ‎que los mensajes políticos que aparecen en Facebook durante la elección de medio término ‎estadounidense tienen un impacto muy importante no sólo sobre los usuarios de esa red social ‎sino también entre los amigos de esos usuarios y hasta entre los amigos de los amigos.

En 2014, a espaldas de sus usuarios, Facebook realiza un estudio sobre “Evidencia experimental ‎de contagio emocional a gran escala a través de las redes sociales”.‎

En 2018, Facebook establece una asociación con el Atlantic Council, influyente think tank ‎subvencionado por la OTAN, para “promocionar el liderazgo y la implicación de Estados Unidos ‎en el mundo, con sus aliados”. El objetivo específico de esa asociación es garantizar “la ‎utilización correcta de Facebook en las elecciones en el mundo entero, vigilando la desinformación ‎y la interferencia extranjera, ayudando a educar a los ciudadanos y la sociedad civil”.‎

Y finalmente, en 2020, Facebook se implica en la política colonialista con su proyecto 2Africa de ‎instalación de un cable submarino alrededor de todo el continente, cable que conectaría todos ‎los puertos de África pero sin internarse en el continente. El objetivo es conectar sólo a las élites que participan en el saqueo del continente ‎enviando sus riquezas a Occidente.

Para las cuestiones internacionales, Facebook tiene como director de relaciones públicas al liberal-‎demócrata británico Nick Cleg, quien fue segundo de David Cameron cuando este último era ‎primer ministro.‎

Mientras tanto, a la cabeza de Facebook Francia está Laurent Solly, quien fue jefe del equipo ‎de trabajo del presidente Nicolas Sarkozy. Cuando Sarkozy fracasó en su intento de reelegirse ‎como presidente de Francia, Solly pasó a ocupar el segundo puesto más importante en la ‎jerarquía de la televisión privada francesa TF1. Está casado con Caroline Roux, periodista estrella ‎del canal de la televisión pública francesa France2.

En cuanto a Estados Unidos, es importante entender que Facebook no está al servicio de los ‎demócratas ni de los republicanos. Es una compañía que defiende los intereses del “Imperio ‎estadounidense” utilizando la información que recoge sobre sus usuarios y manipulando ‎las emociones de estos últimos.

En ese aspecto es especialmente interesante el hecho que Mark Zuckerberg se haya planteado, ‎en 2017, la posibilidad de convertirse en presidente de Estados Unidos… sin tener que ‎presentarse a la elección. Incluso llegó a conformar un equipo de trabajo en ese sentido. El plan ‎de Zuckerberg era acercarse al Partido Demócrata para ayudarlo a forzar la destitución del ‎presidente Donald Trump y acercarse después a los republicanos para obligar al vicepresidente ‎Mike Pence, ya convertido automáticamente en presidente por la destitución de Trump, a ‎cederle la presidencia a él.‎

La acción política de Facebook

En 2008, el entonces candidato a la presidencia Barack Obama se apoyó en el ex vocero de ‎Facebook, Chris Hughes –director de My.BarackObama.com (MyBO) y artífice de la Obama’s ‎Online Operation (OOO)– para alcanzar y movilizar a 5 millones de electores a través de ‎Facebook.

En 2010, Facebook censuró WikiLeaks, el grupo que revela las prácticas del Pentágono y que, ‎por consiguiente, “atenta” contra el “Imperio estadounidense”.

En 2010 y 2011, la actividad de Facebook se incrementa grandemente –con el apoyo oficial del ‎Departamento de Estado estadounidense– durante las llamadas “primaveras árabes”.

En 2018, Facebook prohíbe la televisora satelital intergubernamental latinoamericana TeleSUR, en ‎la cual participaban entonces Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Uruguay y Venezuela.

En 2020, Facebook cierra cuentas vinculadas a las fuerzas armadas de Francia en la República ‎Centroafricana y en Mali porque lo que difundían no concordaba con lo que quería ‎el Pentágono.

En 2021, Facebook cierra las cuentas del presidente en ejercicio de Uganda, Yoweri Museveni, y ‎del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también en ejercicio.

Facebook y los medios de difusión

Una asociación británica identificada como Full Fact ha creado una coalición entre los ministerios ‎competentes de Reino Unido y Canadá y varios gigantes de la “información” –Facebook ‎así como Twitter, Alphabet (la transnacional estadounidense propietaria de Google) y la agencia ‎de prensa británica Reuters. Objetivo proclamado: luchar contra la desinformación en la internet ‎anglófona.

Facebook no se limita a “luchar” contra las “fake news”. Ahora acaba de crear un programa, ‎llamado “News Innovation”, de apoyo a la prensa escrita. Ese programa ya está activo ‎en Canadá, Argentina y Brasil y ha firmado contratos por más de 10 millones de dólares con ‎medios de difusión que apoyan al primer ministro Justin Trudeau, en Canadá, pero que ‎en Argentina son hostiles al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidente Cristina ‎Fernández y al presidente Jair Bolsonaro en Brasil.

Biden y Facebook

La administración Biden siente inquietud ante el poder que Facebook ya posee y que sigue ‎en aumentando, incluso ve esa red social como un rival que ya delimita fronteras, hace funciones ‎de policía e imparte “justicia” y emite incluso su propia moneda. Facebook está ciertamente ‎al servicio del Pentágono y sólo le falta disponer de un ejército para convertirse en Estado.

Es por eso que la administración Biden lleva a Frances Haugen al Wall Street Journal y ahora ‎hace posible su presentación ante el Senado. Por ahora, la polémica abierta se concentra en la ‎influencia nefasta de Facebook sobre niños y adolescentes. Es una manera poner a Facebook “en ‎su lugar”, pero sin plantear los aspectos políticos que acabamos de enumerar.

El único que plantea actualmente el problema de la influencia política de los gigantes de la ‎actividad numérica es el ex presidente Donald Trump, quien acaba de presentar un recurso legal ‎contra Twitter por haber eliminado su cuenta cuando todavía era el presidente de ‎Estados Unidos. Trump se apoya para ello en las confidencias de varios senadores demócratas ‎que se jactaron de haber presionado a Twitter.

Eso demuestra, señala Trump, que la censura contra él no es una decisión comercial sino una ‎decisión política y que viola la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que establece ‎la libertad total de expresión. Sus abogados van aún más lejos señalando que Twitter nunca ha ‎censurado los mensajes violentos y recuerdan que los talibanes tienen su cuenta en Twitter.