¿Por qué molesta tanto a los chupasangre que digamos que con la paz no se juega? Managua. Por Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua.

¡Una lucha y tantas victorias! Una lucha por la verdad verdadera, por la justicia, por el sentido de reparación de todos los daños que los imperios han causado en nuestra Nicaragua. Una lucha grande, grande, por la justicia, por la paz, y sobre todo una lucha en todo tiempo contra la mentira, la perversión, la difamación, las calumnias.
Una lucha, una historia, tanta memoria, tanta verdad verdadera, tanto sentido de dignidad nacional, tanto orgullo, tanta justicia, y tanta exigencia real, cotidiana, de reparación y no repetición. Son estos días de Patria y Libertad, Patria libre, Patria bendita, Patria segura, soberana, independiente. Patria de orgullo y de dignidad nacional.
Ayer (lunes 4 de septiembre) nos celebrábamos todos como Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, como Ejército Popular Sandinista, como Ejército de Nicaragua, presente en todos los momentos de la vida de nuestro pueblo, y nos sentimos tan identificados con cada palabra de las autoridades de nuestro Ejército, del Jefe de nuestro Ejército. Porque hemos vivido todos juntos las miserias a las que nos han expuesto; hemos vivido todos juntos las miserias que nos han querido imponer, y hemos vivido todos juntos las respuestas dignas de espíritus grandes que hemos dado como pueblo nicaragüense.
Hoy queremos saludar nuevamente a nuestro Ejército con esta hermosa y decidora Carta que ha recibido el Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua, General de Ejército Julio César Avilés Castillo, del Ministro de Defensa de la Federación de Rusia, General de Ejército Serguéi Shoygú, quien estuvo en Nicaragua hace unos cuantos años visitándonos. Hermosa Carta. Muy decidora. Allí vemos y leemos cómo estamos los nicaragüenses de comprometidos con la seguridad, la estabilidad y la paz en el mundo, y trabajando todos los días, de distintas formas, por ser parte de quienes luchamos por la paz y el bienestar, desde la dignidad de los pueblos del mundo.
Esta mañana (martes) también nuestra Policía Nacional fue reconocida en la Asamblea Nacional. Primero, se rindió homenaje en el Complejo Faustino Ruiz al legado de los Héroes y Heroínas que durante estos 44 años han dado su vida cumpliendo la promesa que hacemos ante nuestra patria y nuestro pueblo, de garantizar la seguridad de las personas, familias y comunidades. Y luego en la Asamblea Nacional se celebró en sesión solemne los 44 años de nuestra Policía Sandinista y Nacional. El acto central será el lunes 11, y el día martes el desfile “¡Con la paz no se juega!”.
¿Por qué les molestará tanto a los vampiros, chupa sangre de los pueblos, que digamos que con la paz no se juega, si es una verdad profunda, una verdad verdadera? ¡Con la paz no se juega! Y además, así los hemos demostrado en esta Nicaragua nuestra, nuestro pueblo que tiene vocación de paz y que ha demostrado a lo largo de toda la historia que buscamos la paz. Y la paz con dignidad. Y la paz con soberanía. Y la paz con ese espíritu grande de nuestros héroes, de nuestros próceres. La paz y el derecho al bienestar, a la tranquilidad y a la prosperidad de las familias nicaragüenses.
¡Con la paz no se juega! ¡Con la paz no se juega! ¿Y por qué –vuelvo a preguntarme– les molestará tanto que defendamos la paz? Indudablemente porque no son parte de una propuesta de paz, ni de dignidad nacional, sino parte de la discordia. Son parte de propuestas que siembran discordia, destrucción, sufrimiento, que alteran la paz para servirse, desde sus intereses egoístas, servirse ellos.
Pero aquí hay un pueblo, que a lo largo de la historia y con tanta memoria de heroísmo, tanta memoria de pueblo invicto, defiende la paz. Porque defendemos la paz como camino de desarrollo, como camino de prosperidad, del derecho que tenemos las familias nicaragüenses a vivir en nuestra Nicaragua bendita, en paz y bien.
Estamos rindiendo homenaje a los Héroes de San Jacinto en el Santuario Nacional de San Jacinto, donde Andrés lanzó la piedra, esa piedra que es símbolo de nuestra capacidad de resistencia y de repudio y rechazo a cualquier injerencia, a cualquier interferencia, y ya no digamos a las invasiones y ocupaciones que a lo largo de nuestra historia han herido la dignidad nicaragüense.
¡Nunca más! ¡Nunca más! Por eso decimos: “verdad, justicia, memoria, historia”. Por eso decimos: reparación y no repetición. Y esa es la lucha: ¡no repetición! Historia, memoria, verdades verdaderas, justicia, y la exigencia de reparación y no repetición Y todos estos días de septiembre y todos los días de nuestras vidas honramos a los héroes, que en esta patria bendita, en esta tierra sagrada, en estos suelos bendecidos han defendido el derecho a vivir con soberanía, dignidad, trabajo, seguridad y paz.
Orgullosos siempre de nuestras tradiciones y de nuestro espíritu de lucha. Un pueblo trabajador, luchador, pueblo grande, pueblo victorioso, pueblo de Darío, de Zeledón, de Sandino. Pueblo que lucha, pueblo que camina, pueblo que avanza.
La tarde del martes realizaremos el grandioso desfile de nuestro Ejército, donde nos sentimos representados todos en la defensa de nuestra soberanía y sobre todo de nuestra paz, esa paz que tanto nos cuesta y que no vamos, Dios mediante, a perder nunca más. Porque nosotros los nicaragüenses estamos hechos de vigor y de gloria y estamos hechos para la libertad, para la alegría, para la felicidad, para la prosperidad, y es con paz que se logra. Y con la paz no se juega. ¡Con la paz no se juega! ¡Con la paz no se juega!
Vamos Adelante, Compañeros, Siempre Más Allá, en esta Nicaragua Bendita, esta Nicaragua siempre digna, soberana y libre.