Preparan venganza contra Trump: destituirlo y meterlo en la cárcel Washington. Agencias

Preparan venganza contra Trump: destituirlo y meterlo en la cárcel Washington. Agencias

Según parece, el poder real en Estados Unidos, que lo ejercen en la sombra los grandes magnates de las industrias militar, informática y farmacéutica, tomará venganza contra Donald Trump en todo el sentido de la palabra: lo van a destituir y lo van a meter en la cárcel usando a representantes y senadores de ambos partidos, y al poder judicial estadounidense,

Mientras en la Cámara de Representantes y en el Senado presionan al vicepresidente Mike Pence para que solicite la destitución del Presidente Trump, su antiguo amigo, el fiscal general interino de EEUU, Michael Sherwin, dijo el jueves que no descarta acusar al presidente Donald Trump de incitar a un motín en el Capitolio, informó el canal CNBC.

“No quiero sonar como un disco rayado. Estamos mirando a todos los actores aquí”, dijo Sherwin el jueves cuando se le preguntó si Trump era una persona de interés por su papel en el inicio de los disturbios un día antes.

El diario New York Times informó, citando fuentes no identificadas, que Trump sugirió a sus ayudantes la posibilidad de indultarse a sí mismo de cualquier delito, pero no estaba claro si discutió este asunto a la luz de los disturbios en el Capitolio el miércoles.

Demócratas planean la destitución

Entre tanto, por la mañana del jueves la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió en una conferencia de prensa la destitución de Trump invocando la 25 Enmienda a la Constitución estadounidense por incitar a la violencia en la protesta en el Capitolio.

Además, Pelosi pidió la renuncia del jefe de policía del Capitolio, Steven Sund. “Pido la dimisión del jefe de policía del Capitolio, Sund”, dijo Pelosi a los periodistas cuando se le preguntó cómo abordaría las fallas de seguridad en el Capitolio.

La iniciativa de apartar a Trump de su cargo inmediatamente surgió después del violento asalto de este miércoles al Capitolio en Washington DC protagonizado por los partidarios del mandatario saliente.

La destitución es posible bajo la sección 4 de dicha enmienda, y para aplicarla, el vicepresidente y la mayoría de los secretarios del Gabinete deben concluir que Trump es “incapaz de cumplir con los poderes y deberes de su cargo”.

Una vez que lo hagan y formulen por escrito ante los líderes del Congreso, las funciones presidenciales se delegan automáticamente en el vicepresidente, Mike Pence, hasta la toma de posesión del presidente electo.

Si el presidente objeta esta decisión, será el Congreso del que dependerá la destitución. Hacen falta dos tercios de los votos tanto de la Cámara de Representantes como del Senado para que el vicepresidente se quede con las funciones presidenciales.

“Me uní al líder demócrata del Senado y le pedí al vicepresidente (Mike Pence) que destituyera a este presidente invocando inmediatamente la 25 Enmienda”, dijo Pelosi.

Pelosi agregó: “Si el vicepresidente y el gabinete no lo hacen, el Congreso puede estar preparado para seguir adelante con el juicio político. En los próximos 13 días, este hombre peligroso puede hacer más daño a nuestro país y asaltar nuestra democracia”.

Pelosi argumentó en el Capitolio que “el presidente de Estados Unidos incitó una insurrección armada contra EEUU” y podría hacer más daño al país si sigue en el cargo hasta el fin de su mandato, que termina el 20 de enero con la toma de posesión de Joe Biden. “Cualquier día puede ser un ‘show’ de terror para EEUU”, afirmó la presidenta de la Cámara de Representantes.

La sección 4 de la 25ª enmienda nunca ha sido invocada en la historia de EE.UU. Previamente, su aplicación se consideró durante la presidencia de Ronald Reagan, que recibió un disparo en 1981 y tenía que ser operado con urgencia y más tarde, en 1987, afrontó acusaciones de parecer vago y no hacer su trabajo.