Relato de testigo incrimina a sujeto que asesinó a una joven en cercanías del Hotel Ticomo Managua. Jerson Dumas, Radio La Primerísima

Un testigo crucial brindó su declaración este jueves en el caso del homicidio de Jenelieth Noryelis Peña, de 19 años, cuyo cuerpo fue descubierto el 12 de abril, en un cauce ubicado detrás del Hotel Ticomo, en Managua, dos días después de su desaparición.
El testigo, quien trabaja como caponero, aseguró haber presenciado el momento en que el acusado Hector Orelvin Manzanares, de 38 años, vigilante del hotel, ingresó al establecimiento en compañía de la víctima en el día que desapareció
El caponero relató cómo observó al vigilante subirse al vehículo junto con la joven, y durante el trayecto, escuchó a Manzanares indicarle a Jenelieth que debía asistir a una entrevista de trabajo programada para la noche del 10 de abril, del presente año.
A medida que el juicio avanza, se han revelado oscuros antecedentes, del acusado, como la participación en un asesinato ocurrido en Matagalpa.
Perturbadora línea de contacto con menores
El jefe de sector en la zona señaló que las investigaciones revelaron que el acusado tenía un historial de acosar a menores de edad de una escuela cercana.
El subcomisionado Ronald González, jefe de detectives del distrito tres de Managua, compartió información acerca de la investigación tecnológica. Gracias a la cooperación de la compañía de telefonía Tigo, se pudo rastrear la última ubicación del teléfono celular de la víctima. Este dispositivo fue localizado en una tienda de repuestos de telefonía móvil, lo que sugiere su posible venta.
Según una mujer que compartía vivienda con Manzanares, el día después del crimen, el vigilante llegó a casa más tarde de lo habitual, llevando consigo alimentos. Este comportamiento levanta sospechas de que el dinero obtenido por la venta del teléfono podría haber sido utilizado para la compra de estos productos.
Se descubrió que el acusado había invitado a una joven menor de edad llegar al mismo hotel bajo la pretensión de ofrecerle empleo. Esta situación se mantuvo durante diez días, hasta que la menor le dijo su intención de denunciarlo ante las autoridades.
Un dato relevante es el proporcionado por el contador del hotel, quien indicó que después de entregar su puesto la mañana del 11 de abril, el acusado no volvió a presentarse a trabajar, y el cuerpo fue encontrado el día 12, detrás del hotel.
Según la acusación, el hombre estranguló a la víctima y sacó su cuerpo por el portón trasero del hotel. El jefe de detectives señaló que, a pesar de que la dueña afirmó que no se abría desde hace años, un oficial pudo abrirlo fácilmente.
Quería ser farmacéutica
Jenelieth Noryelis Peña había viajado a Managua con la esperanza de asegurarse un trabajo, estudiar computación y, finalmente, perseguir su sueño de convertirse en farmacéutica. Trágicamente, estos planes fueron truncados por la mano de su asesino.
Jenelieth, la mayor de dos hermanos, nació en Ubú Norte, municipio de Paiwás, a 227 kilómetros de la capital. Tras la muerte de su madre en 2009, se trasladó a Camoapa para vivir con su tía.
El juez Jeancarlos Hernández del juzgado Cuarto de Juicio de Managua, programó el juicio para los próximos días.