Rusia anhela un futuro pacífico, libre y estable (discurso de Putin) Moscú. Agencias.

Rusia anhela un futuro pacífico, libre y estable (discurso de Putin) Moscú. Agencias.

“La civilización se encuentra de nuevo en un punto de inflexión crucial. Una vez más se ha librado una verdadera guerra contra nuestra Patria, pero así como hemos repelido el terrorismo internacional, también protegeremos al pueblo de Donbass y garantizaremos nuestra seguridad”, advirtió este martes el Presidente de Rusia, Vladimir Putin.

El mandatario ruso encabezó el martes el desfile militar con motivo del 78º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria de 1941-1945. Acompañaron al Jefe de Estado ruso en el podio el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinyan; el Presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, el Presidente de Kazajstán, Kassym-Zhomart Tokayev; el Presidente de Kirguistán, Sadyr Zhaparov: el Presidente de Tayikistán, Emomali Rakhmon; el Presidente de Turkmenistán, Serdar Berdymukhamedov, y el Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev.

“Para nosotros, para Rusia, no hay pueblos antipáticos ni enemigos ni en Occidente ni en Oriente. Como la gran mayoría de las personas en el planeta, queremos ver un futuro de paz, libertad y estabilidad”, expresó el Comandante Supremo en Jefe de las Fuerzas Armadas de Rusia.

Catalogada como la más importante fiesta de Rusia, el desfile del Día de la Victoria tuvo especial significado, porque junto a los veteranos de aquella epopeya, estuvieron agrupaciones que combaten en la zona de la operación militar especial en Ucrania.

Todos los años, Rusia y la mayoría de los países que fueron parte de la Unión Soviética festejan el 9 de mayo el triunfo sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria que abarca al período desde el 22 de junio de 1941 –el comienzo de la invasión alemana a la URSS– a la capitulación del régimen nazi.

La rendición incondicional de Alemania, que puso punto final a la Segunda Guerra Mundial en el continente europeo, fue sellada el 9 de mayo de 1945, cuando en Moscú el reloj marcaba las 00:14 horas.

Putin aseguró que la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania está dirigida a la protección de los habitantes del Donbass y garantizar la seguridad del país. “Una verdadera guerra se ha desatado una vez más contra nuestra Patria”, agregó en referencia al asedio de la OTAN.

Señaló que la catástrofe del pueblo ucraniano es resultado de la manipulación de “amos occidentales”, quienes “provocan conflictos, siembran el odio, la rusofobia, el nacionalismo agresivo y destruyen la familia”.

El líder ruso lamentó las acciones irrespetuosas hacia la memoria de los soldados de la Gran Guerra Patria y la intención de “borrar” la heroicidad del pueblo ruso con la profanación de los monumentos soviéticos en diferentes lugares del mundo.

El mandatario honró el valor de los soldados que en otros países hicieron frente a la expansión del fascismo. “Rendimos homenaje a los miembros de la Resistencia que lucharon valientemente contra el nazismo, a los soldados de los ejércitos aliados de los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros estados. Recordamos y honramos la hazaña de los soldados chinos en la batalla contra el militarismo japonés”, recordó.

Magnífico desfile

Más de ocho mil militares, incluidos 530 combatientes de la operación militar en Ucrania, así como la columna mecanizada encabezada por el legendario Tanque de la victoria T-34-8 participaron en el desfile.

La columna mecanizada estaba encabezada por el legendario “Tanque Victoria” T-34-85. Vehículos blindados Tigre-M, BTR-82A, BMP Boomerang, sistema de misiles operativos y tácticos Iskander-M, lanzadores de sistemas de misiles tierra-aire S-400 Triumf y sistemas móviles de misiles terrestres Yars recorrieron el pavimento de la plaza principal. Por primera vez participaron en el desfile los últimos vehículos blindados Spartak y 3-StS Akhmat.

El desfile en la Plaza Roja de Moscú fue el más importante del país, pero igualmente se celebraron marchas en las más importantes ciudades, desde el Lejano Oriente ruso, comenzando por la capital de la isla de Sajalín.

El desfile comenzó con la presentación de la bandera rusa y la Bandera de la Victoria en la Plaza Roja. El desfile fue comandado por el Comandante en Jefe de las Fuerzas Terrestres, General de Ejército Oleg Salyukov, y recibido por el Ministro de Defensa, General de Ejército Sergey Shoigu.

Como parte de la columna a pie, desfilaron por la Plaza Roja 30 grupos: más de ocho mil militares, incluidos 530 soldados de la operación militar especial.

El acompañamiento musical corrió a cargo de una orquesta militar combinada.

Discurso del Presidente de Rusia, Vladimir Putin

¡Queridos ciudadanos de Rusia! ¡Queridos veteranos! ¡Camaradas soldados y marineros, sargentos y contramaestres, guardiamarinas y suboficiales! ¡Camaradas oficiales, generales y almirantes! Soldados y comandantes participantes de la operación militar especial

Les felicito por el Día de la Victoria. Es una fiesta en honor de nuestros padres, abuelos y bisabuelos, que glorificaron e inmortalizaron sus nombres defendiendo la Patria. A costa de un valor inconmensurable y un enorme sacrificio salvaron a la humanidad del nazismo.

Hoy la civilización se encuentra de nuevo en un punto de inflexión crucial. Una vez más se ha librado una verdadera guerra contra nuestra Patria, pero así como hemos repelido el terrorismo internacional, también protegeremos al pueblo de Donbass y garantizaremos nuestra seguridad.

Para nosotros, para Rusia, no hay naciones antipáticas ni enemigas, ni en Occidente ni en Oriente. Como la inmensa mayoría de los habitantes del planeta, queremos un futuro pacífico, libre y estable.

Creemos que cualquier ideología de superioridad es intrínsecamente repugnante, criminal y mortal. Sin embargo, las élites globalistas occidentales siguen hablando de su exclusividad, enfrentando a los pueblos y dividiendo a las sociedades, provocando conflictos sangrientos y golpes de Estado, sembrando el odio, la rusofobia, el nacionalismo agresivo, destruyendo la familia y los valores tradicionales que hacen humana a una persona. Y todo para seguir dictando, imponiendo a los pueblos su voluntad, sus derechos, sus reglas y, de hecho, un sistema de robo, violencia y represión.

Parecen haber olvidado a qué condujo la demencial pretensión nazi de dominar el mundo. Han olvidado quién derrotó a este mal monstruoso y total, quién se levantó en defensa de su Patria y no escatimó su vida por la liberación de los pueblos de Europa.

Vemos cómo en varios países se destruyen despiadada y fríamente monumentos conmemorativos a los soldados soviéticos, se derriban monumentos a los grandes comandantes, se crea un auténtico culto a los nazis y sus colaboradores y se borra y falsifica la memoria de los auténticos héroes. Tal profanación de la gesta y de las víctimas de la generación victoriosa es también un crimen, un revanchismo descarado de quienes cínica y abiertamente prepararon una nueva campaña contra Rusia, que reunieron para ello a escoria neonazi de todo el mundo.

Su objetivo –y aquí no hay nada nuevo– es lograr la desintegración y destrucción de nuestro país, borrar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, romper definitivamente el sistema de seguridad global y el derecho internacional, estrangular cualquier centro de desarrollo soberano.

La ambición desmedida, la arrogancia y la permisividad conducen inevitablemente a tragedias. Esta es la razón de la catástrofe que vive actualmente el pueblo ucraniano. Se ha convertido en rehén del golpe de Estado y del régimen criminal de sus amos occidentales, en moneda de cambio en la ejecución de sus crueles e interesados planes.

Para nosotros, en Rusia, la memoria de los defensores de la Patria es sagrada, la guardamos en el corazón. Rendimos homenaje a los participantes de la Resistencia que lucharon valientemente contra el nazismo, a los soldados de los ejércitos aliados de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros Estados. Recordamos y conmemoramos la proeza de armas de los guerreros chinos en la batalla contra el militarismo japonés.

Estoy convencido de que la experiencia de solidaridad y asociación en los años de combate contra la amenaza común es nuestro inestimable legado. Es un pilar sólido en un momento en que cobra impulso el movimiento irreversible hacia un mundo multipolar más justo, basado en los principios de confianza y seguridad indivisible, y en la igualdad de oportunidades para el desarrollo original y libre de todos los países y pueblos.

Es muy importante que los dirigentes de la Comunidad de Estados Independientes se hayan reunido hoy aquí, en Moscú. Lo veo como una actitud de gratitud a la hazaña de armas de nuestros antepasados: juntos lucharon y juntos vencieron, todos los pueblos de la URSS contribuyeron a la victoria común.

Siempre lo recordaremos. Inclinamos nuestras cabezas en memoria de todos aquellos a quienes la guerra arrebató la vida, en memoria de hijos, hijas, padres, madres, abuelos, maridos, esposas, hermanos, hermanas, parientes y amigos.

Pido un minuto de silencio. (Minuto de silencio.)

¡Distinguidos ciudadanos de Rusia!

Las batallas decisivas para el destino de nuestra Patria siempre han sido nacionales, patrias y sagradas. Somos fieles a los mandatos de nuestros antepasados y comprendemos profunda y claramente lo que significa estar a la altura de sus logros militares, laborales y morales.

Estamos orgullosos de los que han participado en la Operación Militar Especial, de todos los que luchan en el frente, de los que abastecen el frente bajo el fuego, de los que salvan a los heridos. No hay causa más grande que su trabajo en el combate.

La seguridad de nuestro país, el futuro de nuestro Estado y de nuestro pueblo dependen de ustedes. Cumplen con honor su deber militar, luchan por Rusia. Sus familias, hijos y amigos los apoyan. Los están esperando. Estoy seguro de que sienten su amor sin límites. Todo el país se une para apoyar a nuestros héroes. Todo el mundo está dispuesto a ayudar, rezando por ustedes.

¡Camaradas! ¡Amigos! ¡Queridos veteranos!

Hoy todas las familias honran a los veteranos de la Gran Guerra Patria, recuerdan a sus familiares, a sus héroes, depositan flores en los monumentos de guerra.

Estamos en la Plaza Roja, en el suelo que recuerda a los justicieros de Yuri Dolgoruky y Dmitry Donskoy, a los milicianos de Minin y Pozharsky, a los soldados de Pedro el Grande y Kutuzov, y a los desfiles de 1941 y 1945.

Hoy, los participantes de la Operación Militar Especial son cuadros de las fuerzas armadas y los que se incorporaron a las tropas durante la movilización parcial, los soldados de los cuerpos de Luhansk y Donetsk, muchas unidades de combate de voluntarios, miembros de la Guardia Rusa, del Ministerio del Interior, del FSB (Servicio Secreto), del Ministerio de Emergencias y de otros servicios y organismos especiales.

Saludo a todos los que luchan por Rusia en el campo de batalla, que ahora están de servicio.

Durante la Gran Guerra Patria, nuestros heroicos antepasados demostraron que no hay nada más fuerte, poderoso y fiable que nuestra unidad. No hay nada en el mundo más fuerte que nuestro amor por la Patria.

¡Por Rusia! ¡Por nuestras valerosas Fuerzas Armadas! ¡Por la victoria! ¡Hurra!