Nueva Ley de Finanzas de Haití es irrealista, dice economista Puerto Príncipe. Prensa Latina

La nueva Ley de Finanzas de Haití, que entró en vigor el pasado jueves, es irrealista y conllevará a un déficit presupuestario ‘gigantesco’, estima este martes el economista Enomy Germain.

El Consejo de Ministros aprobó un presupuesto anual de 254 mil millones de gourdes (unos tres mil 600 millones de dólares), un aumento de 56 mil millones de gourdes (cerca 800 millones de dólares) con respecto al periodo precedente.

Según las previsiones del gobierno, los recursos internos alcanzarán los 132 mil millones de gourdes (unos dos mil millones de dólares), lo que constituiría un récord para el país.

El también directivo de la firma de economistas ProEco felicitó la decisión de aumentar los derechos de aduana, que incrementó sustancialmente los aranceles sobre productos como la harina de cereales, pastas, entre otras, sin embargo, señala que estas medidas solo podrán ser efectivas si los dirigentes no toman las disposiciones necesarias para aumentar la producción local.

También celebró el ajuste de hasta el 55 por ciento de los salarios de los funcionarios, aunque desestimó que el Estado pueda alcanzar los recursos internos previstos en el año en curso, amenazado por disturbios sociopolíticos y un controvertido proceso electoral.

El financista alertó, además, que los socios comerciales de Haití experimentan actualmente la segunda ola de la Covid-19, mientras pueden disminuir las importaciones y exportaciones, como ya sucedió en 2019.

A este panorama se añade que el presupuesto del ministerio de Salud se contrajo un 51 por ciento, lo que puede reforzar las desigualdades sociales, y también disminuyó un 29 por ciento los créditos a la inversión.

La economía de Haití sufrió un fuerte impacto con la pandemia de la Covid-19, que enfermó a ocho mil 819 personas y cobró la vida de 229, además de las recurrentes crisis sociopolíticas en 2019.

No obstante, el gobierno trabaja en un Plan de Recuperación Económica Post Covid-19 para ofrecer respuestas articuladas a las deficiencias financieras del país.

El proyecto aboga por la adopción de políticas para corregir las limitaciones estructurales e iniciar una dinámica de mejora de las condiciones de vida, al tiempo que fortalece la resiliencia, una iniciativa ambiciosa, según expertos.