«Son días para crecer en confianza, militancia, lealtad, en vocación de servicio» Managua. Por Rosario Murillo (*), Radio La Primerísima.

En este día y en esta noche de intensas emociones de grandes recuerdos, de grandes invocaciones, de grandes seres humanos. En este día en el que coincidió el 50 aniversario del heroísmo, del Presidente combatiente Salvador Allende, que junto a su pueblo fue sacrificado por los intereses corruptos de los Imperios.
Hoy, celebrando a nuestra Policía Nacional, hemos recordado la lucha de esta Policía Sandinista, Policía Nacional, contra los delincuentes. Y no hablo delincuentes comunes: hablo delincuentes políticos, vendepatria, esos cobardes y traidores que han ofendido la dignidad del pueblo nicaragüense, pero que se han encontrado –precisamente porque somos dignos– con esa infinita dignidad que ha hecho que “ni pudieron ni podrán”.
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Aquí está este pueblo, está esta Policía, este Ejército de Sandino, de Zeledón. Somos un pueblo digno, luchador y triunfante. Celebramos la vida de todos los compañeros que se han dado por entero a nuestra Nicaragua. Celebramos esa memoria viva y ese ejemplo vivo que está todos nosotros y en particular en sus familias, a quienes mandamos inmensos abrazos.
Y celebramos las esperanzas victoriosas que nos iluminan porque aquí esas esperanzas victoriosas son “el Sol que no declina” y el sol que anuncia ya todas las grandes victorias, que nos hacen crecer en confianza, crecer en militancia, crecer en lealtad, crecer en vocación de servicio a las familias nicaragüenses y cada uno de nosotros sus servidores como parte de esa heroica familia nicaragüense, que nos admira todos los día con la capacidad de trascender, de caminar, de trabajar, de vencer.
Muchos recuerdos, mucha admiración en esos recuerdos. Mucha determinación y convicción de que el porvenir es nuestro que lo estamos construyendo, que somos el pueblo bendecido, milagroso, portentoso de ese Dios de todas la victorias que nos guía porque somos además un pueblo de fe y eso en primer lugar, un pueblo de valores, de familia, un pueblo comprometido –porque somos cristianos– con la justicia social, con la verdad verdadera, con la historia de dignidad nacional, con la memoria de valentía, de heroísmo de nobleza. Un pueblo que ante la sordera de los imperios que no responden al llamado y a la justicia del sentido del llamado reiterado a la reparación por toda la destrucción y lo sufrimientos, nos hemos venido en primer lugar restaurando nosotros mismos y caminando con la fuerza que nos da Dios para ir paso a paso, recuperándonos como seres espirituales y recuperando la vida material.
Ahí donde un golpista y un terrorista busca más agresiones contra Nicaragua, ahí está una familia que trabaja que lucha, que gana, que vence, que va adelante porque tiene, porque tenemos buen corazón.
Día de memoria, día para exigir y exigirnos cada uno de nosotros como combatientes del amor: “no repetición”. Porque aquí –como decía Paquito– no solo “no se rinde nadie”, “que se rinda tu madre”, dijo Leonel Rugama y nosotros venimos de esa historia heroica. No pueden atentar contra la concordia, no pueden volver a jugar con la paz, manosear la paz que es el tesoro que tenemos, el patrimonio que tenemos, la herencia de centenarios de miles de Nicaragua, que han dado su vida para que vivamos tranquilos, seguros, trabajando, contentos, alegría de vivir en paz, de trabajar para prosperar y a eso tenemos derecho.
Un día que es un mensaje: “con la paz no se juega”. Un día que es una visión profética: tenemos patria, tenemos paz; porque hay patria, hay paz y la visión profética es esta Nicaragua luminosa, jubilosa instalando todos los días los programas, las propuestas de trabajo y avance, de justicia social que merecemos. Esa es la visión profética, ahí está Cristo Jesús, que nos manda al amor –y ese es amor– a la Patria que nos vieron a hacer, a la Patria que nos da luz y a cada uno de los nicaragüenses que como hermanos, con orgullo infinito de ser libres, seguimos caminando, siempre más allá, trascendiendo y construyendo el porvenir.
¡Qué bendición saber trascender! ¡Qué bendición reparar y restaurar el alma de tanto dolor y sufrimiento infringido por los perversos de aquí y de allá. ¡Qué bendición poder decir: “vencimos y vencemos y venceremos y somos libres, somos el pueblo de Darío, de Sandino que ni se vende ni se rinde jamás! ¡Vencimos somos libres, jamás volveremos a hacer esclavos!
Un gran abrazo con inmenso amor en estos días de Patria y Libertad a todas las familias nicaragüenses.
(*) Declaraciones al concluir el acto por el 44 Aniversario de Fundación de la Policía Nacional, celebrado el 11 de septiembre de 2023.