Vivimos a Carlos Fonseca construyendo progreso y defendiendo la paz Managua. Por Rosario Murillo (*), Vicepresidenta de Nicaragua
Buenos tiempos, tiempos de nuevas victorias. Cada vez que vivimos un aniversario, una conmemoración, una celebración, se agolpan todos los tiempos, todos los recuerdos, todas las memorias, todas las historias. Y sabemos que vamos venciendo.
Pasamos por todos esos períodos que han sido de grandes luchas, de grandes valentías, de grandes heroísmos, de cosas buenas, de cosas dolorosas. Momentos, tiempos, pero siempre-siempre la luz brilla.
Audio de sus declaraciones:
Somos de luz, somos de vida, somos de verdad, verdades verdaderas, somos de amor, somos de concordia, somos de Patria, Patria libre, Patria para construir el bienestar de todo.
Y hoy, aquí viviendo a Carlos Fonseca, no recordando, viviendo a Carlos Fonseca, y este legado inmenso, esta responsabilidad enorme que tenemos, todos los que estamos en este plano de vida, de defender la Patria, de amar la Patria, de sentirnos bendecidos –esa palabra que tanto les molesta a los diablos, a los demonios– de sentirnos bendecidos, prosperados.
Agradecidos al Padre porque aquí estamos. Tanta lucha, tanto compañero y compañera que han dado lo mejor, que han dado todo, para que vivamos como vivimos hoy: tranquilos y seguros, trabajando y prosperando, valientes. Este es un pueblo valiente, todos somos valientes.
Sabemos que el mundo entero –como narraba el Comandante– está viviendo tiempos duros, dolorosos, tiempos desgraciadamente de guerra; tiempos de dolores, tiempos de imposiciones, de agresiones, tiempo de querer hacer renacer los peores sentimientos, las peores vivencias de la humanidad. Crímenes, genocidios.
Y aquí estamos y vemos y decimos cómo no ser solidarios. Somos un pueblo que sabe de todas esas luchas, de todos esos dolores, pero que también sabe alzarse y trascender y vencer con convicción, con valor, con vigor. Tiempos duros, tiempo buenos.
La vida está hecha de luchas y eso lo hemos aprendido desde niños. Pueblo luchador y aprendimos a ser luchadores. Luchadores que saben reconocer cada tiempo y decir “bueno, esto es lo que se logró”, y por eso nos sentimos invictos, porque siempre, siempre aprendemos y avanzamos.
Carlos Fonseca tuvo la genialidad de sintetizar la experiencia histórica de nuestro pueblo, de soberanía, lucha por la soberanía, por la dignidad nacional y la teoría revolucionaria.
Y eso, creo yo, además de su valentía personal, de su visión personal, eso nos deja a todos con la gran, inmensa –repito– responsabilidad de seguir el camino, los caminos, la senda para ir adelante, construyendo el presente y el futuro de todos, con derechos, con libertad, dignidad, fraternidad.
El futuro de todos trabajando, sabiendo que cada paso que damos, cada esfuerzo que hacemos es para vivir como merecemos todas las familias. Cada día conocemos de más logros, de más avances que son triunfos del pueblo: más casas, más carreteras, más puentes, más accesos, más programas para respaldar a emprendedores en el campo y la ciudad, todo lo que tenemos; más educación, más salud.
¡Cuánta bendición! Vuelvo a decir la palabra que tanto molesta a los vampiros, a los chupasangre –que ya aquí no tienen cabida– y reiteramos y repetimos: bendiciones son las que contamos como pueblo de Dios. También les molesta que digamos que somos pueblo de Dios y esa es la verdad.
Solo conscientes del misterio y el milagro de ser un pueblo bendecido es que podemos salir siempre adelante, con la fuerza de la fe, con la fuerza del amor, con la fortaleza de todos los tiempos, de construcción heroica, de patrimonio heroico, eso es lo que tenemos.
Días como hoy son para agradecer y reconocer a Dios y a todos los que han ofrendado lo mejor de sí mismos, para que Nicaragua siga siendo esta Patria de héroes, esta Patria de valor, de honor, de gloria y victoria.
Al comandante Carlos, comandante de jefe, le decimos: vamos al 45-19 y somos Patria y somos Revolución y somos evolución.
Y aquí está la juventud que siente, que vibra, que sabe que Nicaragua es su Patria, que el amor a Nicaragua es un deber, una responsabilidad y además un valor inmenso. Una juventud que sabe que nos corresponde defender la paz todos los días. Que nos corresponde, que nos toca caminar.
Mientras tengamos un aliento de vida en este plano, nos toca defender lo que somos, lo que merecemos, lo que queremos, defender esta Patria de todos, bendita, bendecida, bendecida, bendecida, prosperada y siempre victoriosa y libre.
Gracias a Dios por esta Nicaragua que es nuestra, y gracias a los héroes, y gracias a nuestro Comandante Carlos, que nos dejó este paraíso que estamos construyendo.
Creemos en el paraíso por formación cristiana y creemos en el paraíso como Patria de la humanidad, como cantamos cuando entonamos La Internacional: “arriba los pobres del mundo”.
(*) Declaraciones al concluir el acto central para rendir tributo al Héroe Nacional Carlos Fonseca, celebrado en el Centro de Convenciones Olof Palme de Managua, el 8 de noviembre de 2023.