Bolívar y el poeta cubano Heredia: inspiración y guía La Habana. Por Gustavo Robreño Dolz, Radio La Primerísima.

Bolívar y el poeta cubano Heredia: inspiración y guía La Habana. Por Gustavo Robreño Dolz, Radio La Primerísima.

“Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino como se iba a donde estaba la estatua de Bolívar…”
José Martí, La Edad de Oro, “Tres héroes, 1889.

No puede escribirse la historia de Cuba sin mencionar el nombre de Simón Bolívar; no pueden excluirse la influencia de sus ideas y de su ejemplo como inspiración y guía de nuestros libertadores, próceres y pensadores. José Martí así lo reconoció y lo exaltó en múltiples ocasiones, tanto en su obra escrita como en históricos discursos.

Cuando estamos conmemorando los 200 años de la Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar, uno de los movimientos precursores mejor organizados y más sólidamente enraizados en la independencia cubana –alejado de la anexión y no distante de la abolición de la esclavitud– la referencia al Libertador de América y su relación con los orígenes de nuestras luchas en épocas tan tempranas como los inicios del siglo XIX es inevitable.

Brutal, criminal y sangrienta como habitualmente fue la represión colonial española. Una de sus víctimas, obligado a huir a México fue nuestro excelso poeta de la independencia José María Heredia, de quién Martí diría en su artículo de “El Economista Americano”, Nueva York, Julio de 1888: “Heredia tiene un solo semejante en literatura, que es Bolívar. (…) El primer poeta de América es Heredia. Sólo él ha puesto en sus versos la sublimidad, pompa y fuego de su naturaleza. Él es volcánico como sus entrañas y sereno como sus alturas…”.

Y en carta a Enrique Trujillo, en noviembre de 1889, le señalaba: “Él era de los de fuerza bolivariana y tuvo a la vez el fuego del Libertador y el de sus poetas”.

Estamos en el año en que el bicentenario de los Soles y Rayos de Bolívar y los 220 del cantor del Niágara y poeta precursor de la patria está transcurriendo y no es posible olvidar esa coincidencia para regresar a la idea siempre latente de Simón Bolívar como parte inseparable de nuestras gestas y no como simple observador y analista a distancia de la tragedia colonial de Cuba y de su futuro.

Martí lo recuerda en un artículo aparecido en Patria el 31 de octubre de 1893, pocos días después de que la Sociedad Literaria Hispanoamericana de Nueva York celebrase “La fiesta de Bolívar” y escribe: “…¡los cubanos lo veremos siempre arreglando con Sucre la expedición que no llegó jamás para libertar a Cuba!”.

Es precisamente en esa velada neoyorquina donde el Apóstol pronuncia la inmortal e inolvidable oración bolivariana, genial premonición martiana que lo resume todo, pero lo más importante es que se extiende desde entonces hasta hoy y mantiene plena vigencia 130 años después de aquel 28 de octubre: “Pero así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho sin hacer está hasta hoy porque Bolívar tiene que hacer en América todavía”.

Simón Bolívar y José María Heredia, unidos eternamente por la prosa martiana, siguen siendo inspiración y guía.