Crece rebelión universitaria en EEUU contra el sionismo Washington. Agencias.

Crece rebelión universitaria en EEUU contra el sionismo Washington. Agencias.

Las universidades estadounidenses enfrentan una serie de protestas impulsadas por estudiantes que piden un boicot contra Israel por la guerra en Gaza.

Los manifestantes exigen que las instituciones académicas dejen de invertir en empresas vinculadas al genocidio de palestinos y que cesen cualquier tipo de financiación relacionada con las operaciones militares sionistas.

Las manifestaciones y acalorados debates sobre la guerra de Israel en Gaza y la libre expresión han sacudido los campus de EEUU desde el 7 de octubre, cuando iniciaron las operaciones genocidas del estado sionista.

Las protestas comenzaron en la Universidad de Columbia, donde los estudiantes montaron campamentos en el interior del recinto para oponerse a las acciones militares genocidas en Gaza. Las autoridades policiales hicieron gala de sus métodos brutales para desmantelar el campamento y detener a más de cien estudiantes y profesores.

En un comunicado emitido el lunes, la Universidad de Columbia anunció que todas las clases se realizarían virtualmente. Los docentes han culpado a las autoridades universitarias por su manejo de las protestas y por llamar a la intervención de la policía.

La presidenta de la institución, Minouche Shafik, argumento que hubo “comportamiento intimidatorio y hostigador”, de algunos manfiestantes.

Un grupo de profesores se declaró “estupefacto de que [la presidenta Shafik] no defendiera la libertad de pensamiento que es central a la misión educacional de una universidad en una sociedad democrática”. También criticaron la disposición de Shafik a apaciguar a los legisladores que buscaban interferir en los asuntos universitarios.

En un comunicado el lunes por noche, el Instituto Knight para la Primera Enmienda de la propia universidad pidió una “corrección de rumbo urgente”. Citó las reglas de la universidad para afirmar que las autoridades externas únicamente podrían ser involucradas cuando existía un “claro y actual peligro para las personas, propiedad o funcionamiento sustancial de cualquier división de la universidad”.

“Para nosotros no es evidente cómo un campamento y unas protestas representaran tal peligro, aún si no tuvieran autorización”, decía el comunicado.

En la Universidad de Nueva York, los activistas armaron carpas frente a la Escuela Stern de Administración de Empresas. Como ha sucedido en otras universidades, los manifestantes de NYU exigen que los administradores revelen y se despojen de “su financiación y donaciones recibidas de productores de armas y empresas con intereses en la ocupación israelí”. El lunes en la noche, la policía actuó para acabar con la protesta y realizó varios arrestos.

Horas antes, casi 50 activistas fueron arrestados en la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, donde las autoridades dijeron que cientos de personas se habían congregado.

Campamentos de protesta también se han erigido en la Universidad de California en Berkeley, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Michigan, el Emerson College y Tufts.

Las comunidades universitarias no solo se pronuncian contra las operaciones militares sionistas, sino que también pidieron que sus respectivas universidades cesen la inversión en proyectos que beneficien al Gobierno israelí o a empresas que financien la guerra en Medio Oriente.

La oleada de protestas no tardó en expandirse a otras universidades de prestigio, como Yale, Harvard, Berkeley y Michigan, entre otras.

Esta creciente oposición estudiantil ha generado la brutal represión policial y de los servicios secretos de Estados Unidos, vinculados estrechamente a la agencia de espionaje Mosad, del estado sionista.

Asimismo, las autoridades gubernamentales y parlamentarias están presionando a los presidentes de las universidades a tomar medidas más contundentes para reprimir las protestas y expulsar a los líderes, sin importar si son estudiantes o catedráticos.

Los estudiantes y el profesorado sostienen que estas protestas son parte de su derecho a la libertad de expresión y argumentan que la financiación que Israel proporciona a las universidades estadounidenses compromete su independencia académica.

Las autoridades de estas prestigiosas e influyentes universidades tienen dificultades para calmar los ánimos en sus campus y en su mayoría han fracasado.

Una de sus mayores preocupaciones son las próximas ceremonias de graduación. La Universidad de Sur de California (USC) generó críticas y protestas la semana pasada cuando canceló el tradicional discurso de graduación de su estudiante más destacada, una musulmana que ha abogado a favor de los palestinos. Un día después, la USC anunció que tampoco contaría con los habituales oradores ni homenajeados en la ceremonia que reúne a 65.000 personas en el campus.

Por otra parte, la Universidad de Michigan anunció en su página web que designará una zona especial para los activistas fuera de los lugares en los que se realizarán las ceremonias de graduación, añadiendo que no intentará impedir las protestas pacíficas, pero que tomará medidas si se producen actuaciones ilegales.

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