Cuba y el Caribe: un diálogo al más alto nivel político La Habana. Prensa Latina

Cuba fue el primer país que logró institucionalizar un diálogo al más alto nivel político con los miembros de la Comunidad del Caribe, mediante las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno de ese bloque y la isla, escenarios para discutir, avanzar, proponer y adoptar acuerdos.

En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el profesor titular y doctor en Ciencias Económicas, Antonio Romero, recordó que la primera de ellas ocurrió en diciembre de 2002 y puntualizó que, desde esa fecha, las relaciones diplomáticas y de cooperación muestran un creciente dinamismo.

La asignatura pendiente, a su juicio, es el terreno económico-comercial. ‘Ese sector es el eslabón más débil pues no se han explorado todas las posibilidades y ventajas de la proximidad geográfica y la reducción de los costos de transporte’, advierte.

En julio del 2000, se establece el Acuerdo de Comercio y Cooperación Económica entre Cuba y la Comunidad del Caribe (Caricom), marco normativo para la regulación del vínculo en esas esferas, pero con una limitada agenda de liberalización, enfocada en los bienes.

‘No todos los países de los 15 que conforman la Comunidad lo ratificaron, pues estaba ausente el comercio y exportación de servicios, especialmente, los turísticos. En un segundo protocolo, adoptado en 2017 durante la más reciente cumbre, se incluyeron los servicios turísticos, entretenimiento, viajes, construcción, telecomunicaciones, transporte e informática’, argumenta.

En el período 2000-2016, las relaciones económicas recíprocas mostraron niveles casi insignificantes y alta concentración. Los principales exportadores hacia la mayor de las Antillas fueron Trinidad y Tobago (57 por ciento) y Guyana (36 por ciento); con la suma de las transacciones comerciales de Jamaica y Belice, el comercio total de la subregión con Cuba alcanzó 95 por ciento.

Apunta Romero, presidente de la Cátedra de Estudios del Caribe ‘Norman Girvan’ de la Universidad de La Habana, que el sector privado no consideraba al mercado cubano muy lucrativo a corto plazo, por limitaciones como problemas en la facilidad de comercio y en la realización de pagos externos en divisas; estructura económica y dualidad monetaria en la Isla y las limitaciones en términos de transporte marítimo y aéreo.

Las declaraciones finales de las dos últimas cumbres entre Cuba y la Caricom, celebradas el 8 de diciembre de 2014 y el 8 de diciembre de 2017, en La Habana y Antigua y Barbuda, respectivamente, aludieron a los grandes retos que enfrentan las naciones del área en su camino hacia el desarrollo, por su condición de pequeñas islas vulnerables al cambio climático.

La ayuda de Cuba en esa situación de fragilidad se evidencia en acciones como: capacitación y programas conjuntos, colaboración con la Agencia de Manejo de Emergencia de Desastres del Caribe (Cdema) y la transferencia de su modelo para el control de los riesgos a territorios pertenecientes al bloque.

Asimismo abarca la colaboración tras eventos hidrometeorológicos, terremotos y, recientemente, el enfrentamiento a la pandemia de Covid-19.

Datos emitidos por la cancillería cubana revelan que, el pasado mes de agosto, 685 profesionales de la salud de la Isla, pertenecientes al Contingente Internacional Henry Reeve, combatían la pandemia en países del Caribe, con mayor presencia en Santa Lucía, Barbados y Jamaica.

Pero, existen otras problemáticas visibles en la región antes de la llegada de la pandemia que agravan sus consecuencias negativas. Los economistas Antonio Romero y Tamarys L. Bahamonde, mencionan los insuficientes recursos naturales, las fragilidades en los sistemas de seguridad social, empleo y salud pública y el escaso desarrollo de la tecnología de la información.

‘Muchos de los países dependen de tres esferas económicas para su supervivencia y crecimiento financiero: turismo, importación de commodities, sobre todo combustible, y de las remesas de naciones como: Canadá, Estados Unidos y Reino Unido, las dos últimas, fundamentalmente, víctimas de recesiones y disminución de puestos laborales’, apunta la estudiante de doctorado en Urbanismo y Políticas Públicas.

Romero advierte, asimismo, sobre el serio problema de seguridad alimentaria y el alto nivel de endeudamiento, que llevó a algunas naciones a procesos de renegociación y ajustes fiscales con el acompañamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por su parte, Bahamonde indica que, ‘algunos estados deben enfrentar la crisis económica y sanitaria en medio de periodos electorales o situaciones políticas que dificultan el establecimiento de acciones públicas’.

‘Si, como se prevé, cae la actividad turística hasta 75 por ciento, el PIB de países como Bahamas, golpeado anteriormente por el huracán Dorian, se reducirá en más de 10 puntos porcentuales’, añadió.

El bloque regional creado en 1973 está conformado por Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Bahamas, Belice, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Trinidad y Tobago. Además, están los miembros asociados: Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas e Islas Turcas y Caicos.

Bahamonde remarca, además, que algunas son islas pequeñas cuya cantidad de habitantes no supera el millón, mientras otros tienen menos de 100 mil. ‘Esas características también influyen dentro de la vulnerabilidad, porque al ser territorios demasiado pequeños su alta densidad poblacional se comporta como un factor de riesgo’, afirma.

De manera general, los efectos generados por la Covid-19 son el aumento de la pobreza extrema, desempleo, desigualdad social y cierre de negocios vinculados a los sectores más afectados. El Banco Interamericano de Desarrollo evidencia que las mujeres son las más perjudicadas en términos de seguridad alimentaria, nutrición, pérdida de trabajo y violencia doméstica.

Un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), alerta que el desplome del turismo, entre 57 y 75 por ciento, arrastrará a las exportaciones de servicios, principalmente del Caribe, con pérdidas previstas entre los 22 mil y los 28 mil millones de dólares.

Durante la presentación de ese análisis, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, advirtió sobre la necesidad de profundizar en la integración regional para salir de la crisis en una zona que es hoy foco mundial de la pandemia.

En este sentido, el profesor titular reconoce que los países del Caribe son ejemplo en el enfrentamiento unido a los efectos asociados con la epidemia.

El doctor en Ciencias Económicas Romero destaca las acciones de la Caricom, con protocolos uniformes: un observatorio dedicado a evaluar el impacto de la pandemia y las respuestas de los Estados, la definición de indicadores básicos para la reapertura, seguridad y certificación de las instalaciones turísticas y las condiciones básicas con el fin de reabrir las fronteras.

Caribe: área priorizada en la política exterior

Romero, asegura que el punto de inflexión y comienzo del fin del aislamiento diplomático de la Revolución Cubana en el hemisferio occidental aconteció el 8 de diciembre de 1972, cuando Guyana, Barbados, Jamaica y Trinidad y Tobago decidieron establecer relaciones con el archipiélago antillano.

Tras un periodo de deterioro (1979-1983), retroceso (1983-1990) y recomposición (1990-1992), acontecimientos como el derrumbe del campo socialista y la Unión Soviética y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos, determinaron que Cuba transformase su estrategia de inserción internacional y asumiera a América Latina y al Caribe como las áreas de mayor interés dentro de su política exterior.

El licenciado en Historia y Ciencias Sociales, Daniel Fernández, en entrevista con Prensa Latina, asevera que el principio rector de los vínculos entre Cuba y el Caribe es la cooperación Sur-Sur.

‘Ese tipo de colaboración favorece la independencia económica y el avance hacia el desarrollo; así como demuestra el alcance de los estados menos favorecidos, desde el respeto mutuo y la voluntad política de sus gobiernos’, puntualizó.

Durante las últimas décadas, destacan los analistas, es perceptible una constante colaboración en áreas como: salud, educación y deporte. Expresiones de ello lo son la Misión Milagro, gracias a la cual millones de personas recuperaron la vista de manera gratuita; la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, formadora de miles de profesionales de la salud y el programa Yo sí puedo, que permitió erradicar el analfabetismo.

‘También los Planes Integrales de Salud en países como Haití, el programa de capacitación Cuba-Caricom para brindarle servicios a pacientes con VIH-SIDA, así como la colaboración con el Centro Regional para niños y jóvenes con discapacidades con sede en Guyana’, explica la historiadora Marisleidys Concepción, en declaraciones a Prensa Latina

De acuerdo con los ‘Principales resultados de la Política Exterior Cubana en el año 2019’, informe divulgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba contribuyó al fortalecimiento de organizaciones y foros regionales en espacios como la VI Reunión Ministerial Caricom-Cuba. ‘En esta última se constató el excelente estado de las relaciones entre los miembros de Caricom y Cuba’, argumenta el texto.

La mayor de las Antillas es el único país latinoamericano donde la totalidad de las naciones caribeñas están representadas a nivel de misiones diplomáticas propias. Los estados del Caribe apoyan la demanda de Cuba para poner fin al bloqueo y han estado siempre a su lado en todas las luchas en la arena internacional.

‘Para Caricom, las leyes extraterritoriales norteamericanas afectan no solo el desarrollo de Cuba sino también el de la comunidad. Es una posición compleja para el Caribe pues Estados Unidos les brinda asistencia técnica, ayuda militar y financiera, y constituye el principal destino de las exportaciones del área. Incluso, las relaciones con La Habana sufren limitaciones impuestas por el bloqueo’, considera la historiadora.

*Periodista de Prensa Latina Televisión (PLTV).