Cubanos exponen talento en Nicaragua Managua. Prensa Latina

En un año marcado por la pandemia de la Covid-19, el deporte cubano encontró en Nicaragua una vitrina para exponer el talento de sus atletas y abrir nuevas puertas de cara al futuro.

Tanto a través del Instituto Cubano de Deportes como por vía personal, tres de las disciplinas más populares en la isla caribeña estuvieron representadas -o lo harán próximamente- en las principales ligas profesionales de este país, que nunca detuvo sus actividades deportivas pese al coronavirus SARS-CoV-2.

El primer ‘legionario’ en llegar a Nicaragua en enero del 2020, fue el zaguero Sandro Cutiño, quien se convirtió en el pionero del fútbol cubano en debutar en la Liga Primera y se quedó a las puertas del título del torneo Clausura al caer en la final con su equipo Managua FC.

Aunque no comenzó como titular en el once del club capitalino, las dotes técnicas y físicas del defensor de 1,90 metros le hicieron un habitual en las convocatorias a medida que avanzó el campeonato, hasta incluirse en los partidos de la definición del cetro ante el Real Estelí.

Al término de esa competición en el mes de mayo, la directiva del club expresó su deseo de retener en el plantel al joven jugador natural de la provincia de Las Tunas, en el oriente de Cuba, pero más adelante anunció el fin de su relación contractual.

UNA LIGA EN PLENA EXPANSIÓN

Pasaron los meses y los focos deportivos de esta nación se posaron en Liga Superior de Baloncesto (LSB), una lid que celebra su tercera edición desde finales de agosto con la participación por vez primera de nueve franquicias.

Este certamen ya contó en años anteriores con representación de la Mayor de las Antillas, pero en esta ocasión la epidemia del coronavirus provocó que todos los jugadores que se desempeñaban en la suspendida justa de El Salvador recalaran en territorio nicaragüense.

Varios integrantes de la selección nacional de Cuba sobresalen en la armada caribeña que animan la LSB, como el pívot Joel Cubillas y el base Osmel Oliva, quienes asumen un rol medular en las aspiraciones del elenco Costa Caribe.

También destaca el escolta Yuniskel Molina, protagonista junto al veterano centro Elizer Lima de los destinos del debutante Búfalos de Managua, mientras Orestes Torres y Marvin Cairo lideran al subcampeón de 2019, Brumas de Jinotega.

Por su parte, el alero Lisván Valdés desempeña la función de escopetero principal en las filas de Indígenas de Matagalpa, un conjunto que tras un mal comienzo llamó a sus filas al entrenador cubano Rainel Panfet, también con experiencia previa en el llamado ‘Pulgarcito’ de Centroamérica.

El estratega antillano había viajado en el mes de febrero a esa nación centroamericana para comenzar su cuarto año en el circuito local y primero con el equipo de Metapán, pero pocas semanas después se suspendió la competición debido a la Covid-19.

Panfet comentó a Prensa Latina que el nuevo proyecto primeramente le permitirá viajar de forma directa a Cuba cuando se pueda para estar con su familia y también es una ‘oportunidad de abrirme camino en una nueva plaza, en un campeonato que está en auge y en un muy buen momento’.

Después de los nueve jugadores de Estados Unidos, Cuba es el segundo país con más presencia extranjera en la nueva edición de la LSB, que además posee exponentes de Puerto Rico, República Dominicana, Panamá y Sudáfrica.

EL PLATO FUERTE DEL CALENDARIO DEPORTIVO NICA

La Liga Profesional de Béisbol de Nicaragua (LPBN) tiene prevista dar la voz de ‘play ball’ en la primera quincena de noviembre, también con la incorporación de una nueva franquicia.

A los tradicionales Indios del Bóer, Leones de León, Tigres Chinandega y Gigantes de Rivas, se suma el principiante Tren del Norte de Estelí, y de esos cinco conjuntos habrá figuras cubanas en al menos tres, según trascendió a hasta principios de octubre.

La contratación más reciente fue la del estelar lanzador Lázaro Blanco con los campeones defensores de Léon, franquicia que también posee en su nómina al jugador de cuadro Adrián Moreno, una de sus estrellas en el pasado certamen.

Ambos atletas volverán a compartir los mismos colores luego de hacerlo por varios años en los Alazanes de Granma, en la Serie Nacional de Cuba, donde Blanco se tituló en los años 2017 y 2018.

También formarán dupla el utility Yunior Paumier y el infielder Alay Lago en el debutante Estelí, en tanto el jardinero Víctor Muñoz vestirá el traje del elenco más ganador de estas lides, el Bóer.

Paumier regresa por segundo año consecutivo luego de plasmar buenos números en 2019 con la formación capitalina y como refuerzo de Chinandega en postemporada, mientras Muñoz reaparece en el circuito tras dos años de ausencia por una lesión.

El infielder Lago, el más joven de todos con 29 años, se estrenará en el béisbol pinolero después de un paso previo por las ligas menores de Estados Unidos.

PUERTAS QUE QUEDAN ABIERTAS

A medida que el deporte cubano se expande a ligas foráneas, Nicaragua figura como un destino cada vez más atractivo para que el talento de la isla pruebe las exigencias de las lides profesionales.

En cada de uno de las tres principales competiciones de esta nación, los representantes antillanos han dejado una huella positiva que abre las puertas para que en el futuro recalen más de sus connacionales, ya sea por la vía federativa o personal.

Lo significativo es que el nombre Cuba en este territorio centroamericano ya no solo resuena por el béisbol, y ahora baloncesto y fútbol abogan también por los atletas de una nación con amplio reconocimiento internacional por sus resultados deportivos.

(*)Corresponsal de Prensa Latina en Managua.