Del cacao al córdoba Managua. Prensa Latina

Del cacao al córdoba Managua. Prensa Latina

Antes de la llegada de los conquistadores españoles, las protohistóricas transacciones comerciales en el territorio de la actual Nicaragua empleaban como moneda de cambio los granos de cacao.

Si aquel dinero vegetal era la manifestación de una realidad económica arcaica, la actual denominación resulta un anacronismo histórico, porque en sus billetes Nicaragua recuerda al colonizador Francisco Hernández de Córdoba (¿1475?-1526).

En 1912 tuvo lugar la fundación del Banco Nacional de Nicaragua, entre cuyas atribuciones figuraban la conservación de un sistema monetario y la emisión de billetes y monedas.

Los datos históricos recogen que en marzo del propio año la Asamblea Nacional Constituyente adoptó el córdoba como moneda oficial en memoria del fundador de las ciudades de León y Granada, ambas nacidas en 1524.

Exactamente un año más tarde comenzaron a circular los primeros billetes en denominaciones de 100, 50, 20, 10, cinco y un córdobas, así como monedas de 50, 25, 10, cinco y un centavos.

Entre el cacao y el córdoba en Nicaragua existió un interregno en el cual cohabitaron como medios de pago monedas españolas y otras acuñadas en México, Perú, Argentina, Bolivia, Colombia y Guatemala.

El córdoba circula a la par que el dólar estadounidense, con una tasa de deslizamiento preanunciada, que en octubre último el Banco Central de Nicaragua rebajó al dos por ciento. Si usted lee esta edición el propio día de salida a los estanquillos la tasa de cambio oficial será de 34.8944 córdobas por cada billete con la efigie de George Washington

En la actualidad la mayor denominación es el billete de mil córdobas, y un caso muy curioso es el de 100, en cuyo anverso pasea desde 2015 una carroza turística de la ciudad de Granada que hizo famoso a su auriga, Mauricio Sánchez, y sus corceles de tiro, Ramón y Lucero. Pero esa puede ser otra historia.