Detienen a pareja de nicas por venta de droga en Costa Rica San José. Diario Extra

Detienen a pareja de nicas por venta de droga en Costa Rica San José. Diario Extra

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) logró la detención de una pareja de nicaragüenses que figuran como sospechosos de venta de drogas, en la localidad de Chachagua de San Ramón, Alajuela.

La intervención estuvo a cargo de agentes del OIJ de La Fortuna de San Carlos en conjunto con la Fuerza Pública, quienes lograron capturar a un hombre de apellidos Duarte Lumbí y su compañera sentimental apellidada Pérez Gómez, ambos nicaragüenses de 39 años de edad.

De acuerdo con información en poder de DIARIO EXTRA, se recibieron una serie de denuncias por parte de los lugareños, dando así inicio a la investigación por presunto narcomenudeo.

En apariencia, la pareja utilizaba su vivienda como punto de venta de los estupefacientes, y según una fuente cercana a El Periódico del Pueblo, los mismos tenían poco más de un año de realizar la comercialización de crack y marihuana.

Además, en apariencia los pinoleros recibían artículos robados como forma de pago.

Tras el allanamiento y una amplia inspección del interior del inmueble, el OIJ decomisó 25 dosis de crack y varios puchos de marihuana. Mientras que la pareja quedó detenida y a la orden de la Fiscalía de La Fortuna de San Carlos, que definirá su situación ante la justicia.

Reciente

El pasado miércoles la Policía Control de Drogas (PCD) desarticuló una organización conformada por nueve personas en Cariari de Pococí, quienes figuran como sospechosas del delito de tráfico local de drogas.

En apariencia, este grupo utilizaba como mampara la venta de mascarillas contra Covid-19, así como algunos puestos de ventas de frutas. Entre las personas capturadas destacan tres presuntos líderes, quienes definían los movimientos de la estructura. A ellos los identificaron con los apellidos Monge, Solís y Orozco, los primeros de nacionalidad costarricense y el otro nicaragüense.

Los seis restantes integrantes de apellidos Mendoza, Guerrero, Navarro, Espinoza, Ramírez y Myrie, presuntamente, se encargaban de la venta y distribución de la droga.

Según la investigación realizada por la PCD, la organización mantenía su operación aplicando diversos mecanismos y lugares de entrega, entre los que se detallan centros educativos, áreas comunales, vía pública y frente a establecimientos comerciales.

Asimismo, utilizaban algunas de las viviendas de su propiedad, donde presuntamente los clientes llegaban y obtenían los psicotrópicos.