El Valencia tiene siete vidas Agencia

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Alavés y Valencia se vieron las caras en Mendizorroza el pasado 6 de marzo. Fue el último partido con público en las gradas pero luego llegó el coronavirus y la magia se rompió. Hubo positivos en los dos equipos y tanto la capital vasca como la levantina fueron de las más azotadas por la pandemia del COVID-19 en esa primera oleada. Ocho meses después, los dos mismos conjuntos se veían las caras en el estadio vitoriano.

Pablo Machín no pudo contar con Pons, Burgui ni Edgar. En el Valencia, Maxi no viajó pero sí lo hizo Kang-in Lee e incluso entró en el once inicial. Wass cayó a la banda derecha dejando a Soler, Racic, Musah y Cheryshev en la medular. El conjunto local comenzó con mucha más prestancia que el levantino. Para el minuto 15 ya ganaba por 2 goles a 0. La defensa del Valencia era un flan y los vitorianos se aprovecharon de ello. Ximo Navarro hizo el primero en el 2 y Lucas Pérez el segundo de penalti en el 16. También pudo hacer Joselu el tercero después de un error muy grosero de Guillamón, que ya había fallado en la jugada del penalti.

Los dos únicos lanzamientos del conjunto mediterráneo en la primera parte fueron de Gameiro -se fue a las nubes- y una falta lejana de Wass. El resto, muy romo. Pacheco era un espectador de lujo y apenas tuvo trabajo por lo que se supone que pasó bastante frío ya que en Vitoria había apenas 3 grados. Aunque el Valencia fue haciéndose con más control de balón en la recta final de la primera mitad, apenas tuvo llegadas peligrosas y fue el Alavés el que pudo hacer más daño aún a la contra.

El Valencia se transformó en la segunda mitad, remontó el encuentro y mereció la remontada porque atacó con mucho peligro en los últimos minutos. Javi Gracia acertó con los cambios y, en el Alavés, la salida de Jota, Lucas y Joselu no dio los resultados apetecidos.

Guedes y Soler repartían juego y la entrada al campo de Manu Vallejo supuso un soplo de aire. En el 72 hizo el 2-1 y, seis minutos después, Guillamón empató el encuentro. Wass, Gameiro y Guedes pudieron hacer el tanto de la victoria pero, entre la fortuna y el partidazo de Pacheco, las cosas terminaron en tablas. El colegiado anuló un gol a Laguardia por mano previa y Manu García también pudo marcar. Pero el que terminó pidiendo la hora fue el Alavés.