Esos mercenarios (la nueva contra) Ciudad de México. Por Miguel Necoechea, Radio La Primerísima

Esos mercenarios (la nueva contra) Ciudad de México. Por Miguel Necoechea, Radio La Primerísima

La trasgresora Cristiana Chamorro Barrios, (ex) presidenta de la fundación nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro, se negó a responder al Ministerio Público de Nicaragua el destino de 7.5 millones de dólares que se evaporaron de las cuentas bancarias de dicha organización. Ante esta anomalía argumentó que el Departamento de Estado de EEUU ya había calificado el envío de fondos como “normal” y, por ende, no tiene que dar cuenta de ellos. Para la señora, aspirante a la presidencia de la República, ese departamento del gobierno estadounidense está por encima de las leyes soberanas de Nicaragua.

Lea la primera parte y la segunda parte de esta serie

La nueva contra

Los ex son ahora los nuevos Contras

No obstante, empleando la máxima de “sigue el dinero”, los fiscales nicaragüenses se han topado con indicios que los llevan a sospechar que esos 7.5 millones de dólares han servido para armar a las bandas paramilitares contrarias al gobierno constitucional, que operan en el norte del país, destacadamente desde 2018.

Se acusa al gobierno del presidente Ortega de detener a diestra y siniestra a los ciudadanos de ese país centroamericano. En un país de seis millones y medio millones de habitantes, las recientes detenciones de solo veintiún individuos (0.00032%) han sido, como lo ilustra el párrafo precedente, por violar la ley, en particular la Ley 1055 y no por sus aspiraciones políticas como pretenden que el mundo crea.

Cien millones de dólares «lavados»

Desde hace dos años y medio la Fiscalía de la República, instruyó una línea de investigación sobre lavado de cerca de de cien millones de dólares perpetrado principalmente por las fundaciones Violeta Barrios de Chamorro, Fundies y Cinco, en los últimos cuatro años. Esos fondos, enviados principalmente por las agencias estadounidenses USAID, NED, se han blanqueado en el sistema bancario de ese país, en particular por Banpro, para financiar la desestabilización del gobierno nicaragüense con el dinero que pagan al fisco los contribuyentes estadounidenses. Los beneficiados son: el ex MRS, hoy Unamos, las ONG que intentan suplantar a los gobiernos legítimos, partidos políticos de oposición, nuevos y rancios, la jerarquía de la Iglesia Católica y, como en la década de los años ochenta, una red de bandas para militares Contras que operan primordialmente en el norte del país. Los medios de comunicación nicaragüenses, La Prensa, Confidencial, 100% Noticias especialmente, sirvieron como caja de resonancia al denunciar al gobierno de ataques a los derechos humanos y a la libertad de expresión, escondiendo perversamente sus verdaderas intenciones: derrocar por las malas al gobierno constitucional.

El documento Responsive Assistance in Nicaragua, RAIN por sus siglas en inglés, elaborado por Mike Pompeo en la pasada administración Trump y filtrado a los medios en 2020, revela que para reencausar a Nicaragua por la senda democrática y la libertad, según las entiende Pompeo, es necesario derrocar al gobierno constitucional de Daniel Ortega.

El objetivo es deslegitimar las elecciones

El gobierno de Estados Unidos, ante el fallido intento golpista de 2018, afina sus baterías desde hace meses para propiciar el clima desestabilizador necesario y acusar desde ahora al Consejo Electoral de ese país de fraguar el fraude electoral en las elecciones del 7 de noviembre venidero y dar pie a un golpe de estado, antes o después de los comicios. El diario digital Confidencial, opositor al gobierno electo democráticamente en 2016, ha publicado que la unidad de los opositores en torno a de un solo candidato es sencillamente imposible, dando por descontado que el FSLN y aliados ganarán las elecciones por amplio margen. Ante este escenario y a pesar del costo político, el gobierno de Estados Unidos está dispuesto a propiciar un nuevo golpe de estado, ya sea de los denominados “suaves”, que inician por declarar las elecciones fraudulentas y terminan defenestrando “jurídicamente” al gobierno electo (caso Bolivia), hasta la acción armada, en este caso encabezada por los paramilitares, ya que sabe que tanto el Ejército y la Policía nacionales son instituciones constitucionales que respetaran la decisión del pueblo en las urnas y respaldarán al presidente electo.

En la película Todos los hombres del presidente, “Garganta Profunda” dice al periodista Bob Woodward (Robert Redfotd) “¡sigue el dinero!” (follow the money!) y eso es lo que han hecho los fiscales nicaragüenses en relación a los millones de dólares que ha recibido la fundación Violeta Barrios de Chamorro en la última década. Como lo ha publicado la propia USAID entre 2010 y 2020 ha transferido a Nicaragua 68,4 millones de dólares, principalmente para financiar el descredito, dentro y fuera del país, del gobierno constitucional de la República; preparar nuevos líderes, que encumbraran una masa crítica de opositores en contra del gobierno. Incluso dos años antes de la asonada de abril del 2018, inyectaron ocho millones más, con lo que la contribución creció a 76,4 millones.

Las lavanderías

En el epicentro de esta andanada guerrera está la Fundación Chamorro, so pretexto de proteger los derechos humanos y la libertad de expresión. Receptora de 14, 6 millones de dólares, su directora Cristiana Chamorro, los colocó en primer lugar en el Centro de Investigación y Comunicación -CINCO- en el periódico digital Confidencial, en el programa de TV Esta Noche, cuyo propietario es su hermano Carlos Fernando Chamorro. De igual manera ha canalizado fondos a La Prensa, el periódico familiar del que ella es vicepresidenta.  Es evidente que para los despenseros de los dólares de USAID, NED, INDI, IRI, toda una sopa de letras que desde las primaveras de colores se han dedicado a financiar los golpes suaves en América Latina y los países árabes, no hay conflicto de intereses entre la que recibe, Cristiana y reparte los reales, la propia Cristiana.

Solo en 2009 USAID, destino 10 millones de dólares a los medios de comunicación opositores al gobierno, de los que siete millones han pasado de 2014 a 2021, por las manos de Cristiana Chamorro, ex presidenta de la Fundación Barrios Chamorro.

También han pasado por las manos de Cristiana Chamorro 832 mil euros, más de un millón de dólares de la agencia española AECID; 2,8 millones de dólares de la fundación Family Health International, financiada por el gobierno de EE. UU, entre otras. Es un hecho fehaciente que esas cantidades, se han utilizado principalmente para difundir noticias falsas, incitar a la violencia, alentar a la gente confundida a tomar las armas, a financiar grupos paramilitares. Ese es el concepto que la Fundación Barrios Chamorro, CINCO, Confidencial, 100% Noticias, las ONG que dicen ser la cara de la sociedad civil, un invento del mundo occidental para erradicar del imaginario colectivo el concepto y las palabras “el pueblo”, tienen de la defensa de los derechos humanos y de la libertad de expresión.

Muchos dólares han entrado a Nicaragua con el propósito de derrocar al gobierno constitucional del presidente Daniel Ortega, pero lo han hecho sin reportar su ingreso, sin pagar impuestos y, como no se usan para los nobles fines con los que los yanquis los entregan, es necesario lavarlos a través del sistema bancario nacional. Los fiscales del Ministerio Público de Nicaragua y la Dirección General de Ingresos, desde que los detectaron han llevado a la práctica la máxima de “sigue el dinero” y del resultado de sus pesquisas fue que se emitió la Ley 1040 que obliga a todas esta organizaciones y fundaciones extra gubernamentales a reportar todo el dinero que reciben del exterior, información que debe coincidir con sus estados financieros y contables. Gran escándalo causó la entrada en vigor de esta ley. No solo porque fiscaliza el ingreso de esos ingresos, sino porque conoce del destino de ellos. Pero como los vándalos continuaron desafiantes, el gobierno de la República promulgó la Ley 1055, que penaliza las actividades y acciones que se hacen con ese dinero.

De los siete millones de dólares que recibió Cristiana Chamorro de EEUU, que mencionamos anteriormente, la señora se niega a dar cuenta de ellos aduciendo que ya vienen auditados (digamos bendecidos) por el Departamento de Estado norteamericano. Esa es la persona que aspira a ser Presidenta de Nicaragua.