Occidente abusa abiertamente de la justicia internacional contra Rusia Moscú. Sputnik
Occidente abusa abiertamente de la justicia internacional contra Rusia y la acusa de violar el derecho internacional, a pesar de que él mismo lo pisoteó en Yugoslavia, Irak y Libia, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
“La Corte Internacional, un organismo estatutario de la ONU, cuya autoridad no puede sobreestimarse, está sujeta a una enorme presión. En este caso, el régimen neonazi de Kiev y sus dueños estadounidenses iniciaron una demanda contra la Federación de Rusia en virtud de la Convención sobre el Genocidio basándose en una lógica pervertida”, afirmó en su intervención en el 11º Foro Legal Internacional de San Petersburgo.
El 26 de febrero, Ucrania presentó una demanda contra Rusia ante la Corte Internacional de Justicia en relación con la interpretación, aplicación e implementación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948. En la demanda Kiev negó que en Ucrania tuviera lugar un genocidio, lo que alegó Rusia cuando reconoció la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk y más tarde de lanzó la operación militar.
Asimismo, Lavrov denunció que la Corte Penal Internacional (CPI) sigue demostrando ineficacia y la parcialidad política. El pasado 17 de marzo, la CPI, cuya jurisdicción Rusia no reconoce, emitió órdenes de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, y la comisionada de Rusia para los Derechos del Niño, María Lvova-Belova, por supuestos “traslados ilegales” de niños de áreas ucranianas en conflicto a Rusia.
Agregó que la CPI “nunca contribuyó a una solución política de los conflictos, sino los agravó”. Ahora, continuó, la corte “toma nuevas decisiones escandalosas, ampliando de forma unilateral su alcance jurisdiccional en violación del derecho internacional e ignorando las inmunidades de los funcionarios de los Estados”.
El ministro ruso agregó que la operación militar especial en Ucrania es conforme a la Carta de las Naciones Unidas.
El Artículo 51 reza que “ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales”.
Añade que “las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”.
Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero de 2022. Su objetivo es proteger a las personas que habían sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años. El mandatario ruso señaló que la operación militar especial era una medida forzosa, Rusia “no tenía ninguna posibilidad de hacer otra cosa, se crearon riesgos de seguridad tales que era imposible reaccionar por otros medios”.
De acuerdo con Putin, Rusia lleva 30 años intentando llegar a un acuerdo con la OTAN sobre los principios de seguridad en Europa, pero en respuesta se ha enfrentado a engaños cínicos y mentiras, o a intentos de presión y chantaje, mientras que la alianza, a pesar de las protestas de Moscú, no deja de expandirse y acercarse a la frontera rusa.