Progreso y la tranquilidad jurídica para habitantes de Solentiname Managua. Radio La Primerísima

Los habitantes de la comunidad El Macarrón en el archipiélago de Solentiname expresaron con mucha alegría que el gobierno les llevó la energía eléctrica con paneles solares que acabó con el uso de candiles de gas, candelas y hasta fogatas.

“Estamos beneficiados toda la comunidad y a nosotros nos ayuda, porque si nos toca trabajar de noche, lo hacemos”, expresó don Francisco, poblador de ese lugar.

De acuerdo con un reportaje que publica este viernes El 19 Digital, también se les garantizó seguridad jurídica, porque estas familias recibieron su título de propiedad.

Contamos con nuestro título y estamos alegres, ahora tenemos energía, títulos y eso nos hace sentir tranquilos y agradecidos, sostienen.

Jamileth Ponce Velázquez, esposa de José Francisco recordó que llegó a Solentiname en 1989 y hoy, resalta el desarrollo de la isla.

“El poder tener mi título de propiedad fue una gran alegría, al sentirnos más seguros, además de la instalación de paneles para avanzar en nuestro trabajo, así que podemos ver cómo vamos avanzando en desarrollo y progreso gracias al gobierno y sobre todo la promoción del turismo, el apoyo y acompañamiento a los artesanos”, dijo.

Melania del Carmen Jirón, es una de las artesanas más famosas de la zona, quién asegura que el trabajo de Solentiname es llamativo, porque todo es a mano y se hace a punta de cuchillo y machete.

Jirón  tiene 33 años de vivir en su hogar, heredado por su mamá y ahora se siente segura con su título de propiedad y de ser protagonista del programa de electrificación por medio de paneles solares.

“Los paneles nos cambiaron la vida, porque a veces comprábamos candela, focos y ahora con los paneles, nos permite trabajar de noche y nuestros hijos hacer las tareas”, dijo.

Relató que vende sus productos en Costa Rica y en Nicaragua los comercializa en Masaya y Granada.

En tanto, Lidia Castillo ha llamado la atención con su artesanía “precolombina indígena”. “Me gusta trabajar con la madera de balsa, pintar, hacer rostros indígenas que trabajo desde hace más de 25 años”.

Como parte de su arte, logramos apreciar la pieza “precolombina indígena”, una representación de los primeros habitantes de la isla. Esta creación concursó en San Carlos y obtuvo el primer lugar.

Lidia también aprovecha la visita de turistas para ofrecer almuerzos.

En Solentiname hay alrededor de 150 artesanos y 40 artistas plásticos.

Su inspiración nació cuando se fundó la escuela de pintura en Solentiname y fue su hermana quién le transmitió la enseñanza y aprendizaje y así, poco a poco, se fue desarrollando.

Para ella, pintar la hace sentir en paz. “Puedo expresar lo que siento, lo que veo, inspirarme en la naturaleza, la realidad que vive la gente, se ha convertido en algo muy importante”, dijo.

Recordó con orgullo ser esposa del Héroe y Mártir, Laureano Mairena, con quien tuvo tres hijos.

Mencionó que en su trayectoria cuenta con casi 90 pinturas representativas, pero hay una en especial que no vendería a ningún precio, pintura a la que llamó “sueños de paz revolucionario”.